WOLVES HOWL [Alec lightwood]

twenty three

Jace entró rápidamente al instituto con la peliblanca en sus brazos. Esta se encontraba inconsciente y no dejaba de sangrar. Esta imagen alarmó a todos los presentes, pero al que más fue a Alec Lightwood. El azabache se acerco lo mas rápido que pudo al ver la de cabellos blancos colgar de los brazos de su parabatai.

— ¿Qué demonios la ha pasado? — preguntó mientras se dirigían a la enfermería.

— Intentó atacar a Valantine por la espalda pero él fue más rápido. — relató la pelirroja entre sollozos.

Estuvo a punto de perder a su hermana una vez por su culpa y ahora corría el mismo riesgo. Al entrar en enfermería la dejaron sobre una camilla y comenzaron a intentar parar la hemorragia que se había formado.

— ¿Con la curación de licántropo sanará no? — preguntó Clary impaciente.

— Si la herida fuera de un arma normal si, al ser con una espada serafín es más complicado. — explico el rubio mientras presionaba la herida.

Segundos después el azabache regresó con Magnus Bane, que se encontraba en el edificio debido al juicio realizado contra Izzy.

— Esta chica es adicta a los problemas. — dijo Jace cambiando las gasas llenas de sangre.

— Uno se acostumbra. — dijo el brujo tomando lugar al lado del rubio.

El shadow hunter de ojos avellana remplazo al de ojos azules siguiendo al pie de la letra las normas que le decía el brujo.

— Tranquilizaos, la he visto con heridas peores. — intentó animar el brujo mientras soltaba el humo azul por los dedos.

Este mismo se introdujo en la herida que poco a poco dejó de sangrar.

— El resto lo hará la curación de licántropo. — comento el brujo. — Y ahora si me permitís, debo irme. — se despidió.

Sin duda alguna ese hombre era raro, pensó el azabache, mas lo único que le importaba ahora era que la ojiazul se recuperase. Decidieron dejarla descansando mientras que ellos se centraban en el caso de Jocelyn.

— ¿Cómo está? — preguntó Luke refiriéndose a la peliblanca.

— Se pondrá bien. — dijo el rubio quien desvió la mirada hacia el azabache — Lydia tiene la copa, Hodge la ha guardado hasta que ella regrese a Idris. — añadió.

— Vale. — fue lo único que dijo el de ojos avellana.

— ¿Es lo único que vas a decir? — preguntó Jace alterado.

— No quiero hablar. — respondió el azabache con intención de irse.

— Pues yo sí. — sentenció el rubio — Casi me matas debilitando el vínculo parabatai para encontrarme. — añadió con rabia.

— Me mentiste, me traicionaste y me abandonaste cuando hacia lo deberíamos haber hecho juntos. — se defendió el azabache.

— No te traicione, te salve. — corrigió el rubio — Si hubieras entregado a Meliorn a la tortura te hubiera pesado en la conciencia para siempre. — añadió tras hacer una pausa.

— ¿De verdad? — preguntó el de ojos avellana incrédulo.

— Si. — respondió el ojiazul.

— Todo lo que haces es por un bien mayor, cogiste la copa y casi se la entregas a Valantine. — acusó el chico Lightwood.

— No era nuestra intención y lo sabes. — sentenció Jace.

— ¿Intención? ¿La de arriesgar la vida de Izzy por ella? Esto no es por Clary, es por ti. — hablo el azabache — Si me disculpas, voy a ir a decirle a mi hermana que aún tiene futuro. — añadió.

Y dicho esto el azabache salió por la puerta dejando al rubio con la palabra en la boca. Se dirigió a la habitación en la que estaba su hermana y contó la gran noticia. Tras asegurarse de que ella estaba bien, fue a pagar el precio que el brujo le había impuesto por defender a su hermana.

— Esa tal Lydia, entiendo por que es así y lo admiro. — comentó Magnus con el arco y las flechas del azabache — Pero no tienes que casarte con ella. — añadió.

— Si tengo, Magnus. — se excusó el de ojos avellana.

— Tanto tú como ella os sentiríais solos, no seria justo para ninguno de los dos. — advirtió con un tono suave — Y tampoco para mi querida Grace. — añadió.

El brujo sabia de los sentimientos de la chica hacia el azabache. No era tonto y mucho menos ciego. Pudo ver el dolor en los ojos de la loba cuando se entero del compromiso del joven y no iba a permitir que la hicieran más daño en cuanto al corazón se refiere.

— ¿Grace? — preguntó el azabache desconcertado.

— Hay personas que sufren por culpa de este compromiso. — fue lo único que dijo y acto seguido le devolvió el arma y el carcaj — No se usarlo a si que guárdalo por mi. — añadió y después salió de la habitación.

El azabache se quedó pensativo por las palabras del brujo. ¿Por que Grace iba a sufrir por su compromiso con la rubia? Él era consciente de la mala relación que había entre ambas pero eso no era razón suficiente. Pensativo volvió a la sala de enfermería en la que la joven se encontraba.

Aún dormía. Se acercó con sumo cuidado a ella y cuando estuvo a su lado se sentó en la cama que quedaba a su derecha. Observo su rostro en paz, como su tripa subía y bajaba rítmicamente y como sus cejas se fruncían levemente. Realmente se preocupó al verla entrar en ese estado.

Sabía perfectamente los efectos de las espadas serafín sobre los subterráneos, pero por suerte a Grace no le había afectado del mismo modo. Se recostó sobre el cabecero de la camilla sin levantar la vista de la joven. Esa chica había logrado despertar la curiosidad en él, es más, había despertado un sentimiento que nunca pensó sentir por nadie.

Aunque el lo negara, su cuerpo siempre lo iba a delatar. Se estaba enamorando de la joven a la que observaba con preocupación. Sin embargo, sabia que sus padres no lo iban a aceptar de buena gana, es más, incluso llegarían a desheredarle si en algún momento llegaran ser algo más que compañeros.

Además estaba la boda y no la iba a cancelar por esto. Como bien dijo un dia, los sentimientos nublan la mente y los shadow hunters sabían como controlarlos. A si que eso es lo que iba a hacer. Fingir que esos sentimientos no existían.

Creo que a partir de ahora escribiré más a menudo por aquí. ¿Qué opináis sobre como va yendo la historia?

Si no es mucha molestia me gustaría saber vuestras opiniones ;)