Nella Mafia © | ITALIA 1|

Capítulo 11.💄

Adriano Morelli

Cuando más perfecto luzca uno por fuera, más demonios tiene dentro. -Segismund Freud.

Gianna

Ya desde hace días necesitaba hablar solo con Regina, hablar sobre todo lo que pasa en mi vida, sobre Matteo, sobre Alessandro y sobre todo lo que me cuesta tomar una decisión por más obvia que parezca.

Solo ella sabe lo que en realidad siento por Matteo y aunque sé que me mandará a la mierda, ella entenderá lo poco que pasa por mi cabeza.

Llego a Tesori en la compañía de Regina. Hoy en la mañana me llamó para decir que tenía todo listo para el sábado —es decir, mañana. Así que esa también es mi excusa para pasar solo con ella y hablar.

Llegó a casa y me levantó a la fuerza para arreglar todo en Tesori. Aunque papá le dijo que iban cancelar la fiesta. Mi amiga rubia le convenció de seguir con los planes. Y fue ahí donde le dije lo que pasó con Matteo y su llegada inesperada a casa. Además de todo su plan para encontrar al jefe de la mafia italiana.

Regina se ha ganado la confianza de papá durante todos estos años. Ella fue una gran ayuda para mí depresión. Papá está agradecido, incluso me ha dicho en hacerla parte de la famiglia. Los padres de Regina murieron un año antes que la Nonna, desde ese día trabaja en una agencia de viajes y se paga su departamento en el centro de Palermo. Su tía —madre de Anna— la odia por qué, según ella, Metió en malos pasos a su hija.

Por malo pasos, me refiero a que salen de fiesta todos los fines de semana.

Y si Regina tiene más familia. No tiene ni idea de donde vive, más que su abuela que viene en Madrid. Casarla con alguien de la mafia sería una buena idea para que sea parte de la famiglia. Ella ha sido digna de la confianza de todos y se muestra bastante interesada, pero nunca se pasa de la raya.

—Después de ayer Anna está castiga —espeta una vez entramos en el lugar.

—Por Dios, ¿tienes veintitrés años y su madre la castiga?

—¿Qué te puedo decir? —no pasa casi nada cunado estamos en mi oficina, conmigo sentada detrás de mi escritorio— su mamá es rara. Dudo que venga mañana a la fiesta.

—Se perderá de mucho —enciendo el computador.

—Y cambiando de tema, el otro día no hablamos bien de tu prometido. No me has dicho ni su nombre ¿Tienes una foto?

Apenas le diga el nombre, ella sabrá quién es. Regina, lo admira desde las redes sociales, al igual que Anna. Al igual que cada mujer joven de Italia.

—Puedo enseñarte su perfil en Instagram, pero prefiero pedirle una y comprobar que no está enojado conmigo.

—¿Por lo de Matteo?

—Lo estuve llamando y no quiso contestar, asumo que esta enfadado, le dije que terminaría con Matteo.

—Eso debiste hacer hace ya mucho tiempo.

Decido no decirle nada. Sé que esa relación desde hace mucho, y a pesar de que le dije ciertas cosas de lo que ha pasado en estos días, no le he dicho que Matteo también me pidió matrimonio y que acepté por razones que ni yo misma sé.

Rápidamente busco el contacto de Alessandro aún sigue el mensaje de buenas noches de hace dos días.

Gianna: Buen día, cariño. ¿Estás enojado?