Capítulo 23.💄

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De regreso

Sonríe bonita, que se necesita de mucha locura para aguantar tanta mierda. -David Sant.



Alessandro

Quise tomarme mi tiempo para hacerles saber a esos tipos que nadie se puede meter conmigo, que no pueden burlar mi seguridad, no pueden solo salir como si nada y que yo no haga nada al respecto. Como sea, el motivo por el cual no me quede lo suficiente es porque hombres de la seguridad del aeropuerto en Roma acaban de capturar a un tipo que preguntaba por mí. Dice que es el comandante de la guardia suiza.

Leonardo Olivetti, si mal no recuerdo.

Desconozco el motivo por el cual requiere de mi presencia. Y si por mí fuera ni siquiera le daría la oportunidad de que me vea o de que me hable, pero ese sexto sentido que nunca me falla me dice que es importante y que todo este drama se puede terminar. O empezar.

El helicóptero detiene sus hélices a pocos minutos de haber aterrizado. Orlando, como siempre, se toma la molestia de abrir la puerta para bajar del vehículo. Gianna justo viene detrás de mí después de ayudarla a bajar.

La expresión que tiene en el rostro me sigue poniendo incómodo, no sé si está enojada o decepcionada. Solo sé que odio verla así.

Joder.

Odio a mi mente en estos momentos, quizá no fue una buena idea el decirle que se quede conmigo durante una semana en Nápoles. Odio que cada segundo me llegue mensajes por parte de Enzo con capturas de pantalla con conversaciones que tienen entre los dos. Donde en cada día puedo notar como ella confía ciegamente en mi hermano, diciéndole lo mal que se siente por Matteo, de que no quiere herirme, pero que es necesario para que ella tenga lo que quiera.

Aún no sabe que es lo que quiere, pero yo sí, solo quiere poder.

Bueno ya me lo dijo hace menos de una hora, y debo admitir que me quedé sin palabras, todo lo que yo pensaba resulto ser cierto y ella me lo dijo como si fuese de lo más normal. Además de que ya sabe que es lo que yo quiero con ella.

Ya mi paranoia ha desaparecido, ya mis pensamientos me aseguran que ella en realidad se ha puesto de mi parte y ya sé el motivo por el cual lo está, y aunque ella me dice que no iría tras Matteo, sé que no es así, no cuando pregunta en cada momento que tiene oportunidad preguntar por el estado de ese bastardo.

El admitir que me gusta ha complicado las cosas. Claro, no se lo he dicho a ella, pero hablarlo con mi hermano me hizo mierda la cabeza y ahora estoy demasiado confundido que hasta pienso que ella finge interés solo para que yo no le arruine la vida.

Ya no le creo nada de lo que dice.

Debo dejar esos pensamientos a un lado, solo dejaré que haga lo que quiera y ya no darle importancia a cada movimiento que hace.

—¿Qué hacemos aquí? —la siento ponerse a mi lado para entrelazar sus dedos con los míos.

Créele. Ella hace esto porque sabe que tú le haces bien. Que es lo correcto para que ella tenga el poder que quiere. Yo se lo voy a dar si ella permanece a mi lado porque me ama.

Amor, una palabra muy fuerte y muy repentina para solo meses de conocernos.

—Un tipo pregunta por mí. Y vamos a ver qué quiere. Y creo que lo conoces. Leonardo Olivetti.

Nella Mafia © | ITALIA 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora