Capítulo 16. 💄

474 21 2
                                    

Ira

Llega el momento en que tus demonios piden un infierno más grande. -Anónimo.



Gianna

Las botellas rotas ahora son parte del piso. No solo botellas están hechas trisas, también varios adornos que yo misma escogí con solo dieciocho años. Todo lo que está elaborado de vidrio en mi oficina ahora ya solo son fragmentos en el piso.

Aun con todo el desastre que hice no logro saciar mi ira. Juro que, si ahora mismo solo quiero arrancarle la cabeza a Alessandro, quiero gritarle en la cara y decirle cuanto lo odio, aunque no sea cierto

Lo peor de toda esta situación es que sabía que esto iba a pasar, sabía que tarde o temprano iban a meterse con Matteo, que en algún momento todo se saldría de mis manos. Estaba advertida y no hice nada al respecto.

Joder, soy tan estúpida.

—¡¿Qué?! —grito en el momento que la puerta se abre de golpe. Papá me mira preocupado, incluso asustado.

—¿Qué pasa? —puedo notar la preocupación en su voz.

Justo detrás de él ya puedo ver a Bianca entrar con la misma expresión que mi padre. Joder, ahora tengo que darles explicaciones de lo que pasa, con una respuesta obvio por parte de ambos. Te lo dije.

—Voy a matar a Alessandro —digo furiosa— no tiene derecho a meterse en mis asuntos.

—¿Qué hizo? —pregunta mamá mientras se acerca a mi escritorio tratando de evitar los cristales rotos del piso.

—Ese hijo de puta tiene a Matteo. Lo está torturando. Él...

—Está haciendo el trabajo sucio por ti, cariño —vuelve a decir mamá. Joder, ya sabía su respuesta.

—No tiene porqué meterse en mis asuntos. Yo tengo que arreglar mi situación con Matteo.

—No has sido rápida —ahora habla papá—. Seguramente se metió donde no debió.

Mierda, esto también es culpa de Matteo, metiéndose a sabiendas de que lo van a matar. Pero, que puedo decir, es su maldito trabajo.

—¿Estás defiendo a Russo? —me acerco a él.

—Sabías que pasaría, Gianna. Debías terminar y olvidarte de él, el día que Alessandro se convirtió en tu prometido. Matteo está trayendo tu ruina. —Papá enojado sale del lugar y cierra la puerta.

—Ve a Nápoles —dice mamá— enfréntalo.

—No —me siento en mi silla— no pienso tratar con un animal como él. Voy a matarlo si lo veo.

—¿Y qué harás? ¿Ir tras Marino? —siento, parece burlase.

—Con tal de joder a Alessandro voy a estar con él hasta el final de sus días.

—Esa es mi niña —mamá acaricia mi cabello—. Eres la reina, haz tus propias reglas. Solo te advierto que pienses bien en tus acciones. Ya sabes de lo que es capaz Alessandro.

Me sonríe una vez más y también sale no sin antes llamara a Pia para que limpie mi desastre que acabo de provocar.

¿Por qué de la nada ese comportamiento de mamá?

Nella Mafia © | ITALIA 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora