Ese chico es un ¿¡IDIOTA!? [Borrador]

26

Luego de visitar muchos apartamentos al fin me decidí por uno que era tal como lo queria. Era tipo estudio apenas perfecto para mi sola y con el plus de que era amueblado.
Por lo que hoy me encuentro terminando de acomodar mis cosas.

Mañana comienzo mi nuevo empleo y debo admitir que decidí mudarme a último momento ya que esperaba poder hablar con Alejandro y estaba dispuesta a dejar todo por él, pero luego de unas llamadas y unos cuantos mensajes no obtuve ninguna respuesta, por lo que decidí seguir adelante con mi vida. No es nada fácil, y duele, duele demasiado, pero no pienso detener mi futuro por un tozudo e idiota como él, osea no entiendo que le costaba entenderme un poquito, no es que yo quisiera que dejáramos la relación solo quería que viera la oportunidad que yo estaba teniendo. Pero él decidió no escucharme.

***

Me había acostumbrado a no escuchar la alarma al menos por unos quince días, que habían sido los que tuve libres, pero hoy era mi primer dia de trabajo por lo que desperte apenas empezó a sonar y salí de la cama dispuesta a empezar un nuevo día, por lo que despues de darme una ducha rápida, vestirme y aplicarme mucho corrector para eliminar los rastros de que había estado llorando hasta quedarme dormida, me dirigí a mi nuevo empleo.
Debía tomar solo un autobús para llegar a el, y mientras iba en el mi celular vibró y vi que tenía una llamada de Lu.

—Buenos días!!! —chillo Lucy al otro lado del parlante.

—Sabias que es una falta de respeto dejar sorda a tus amigas desde temprano.

—No exageres, no te he dejado sorda. Por cierto que tal tu primera noche allá.

—Lo normal, llorar hasta quedarme dormida.

—Oh Au, ya no deberías de llorar, menos por ese idiota.

Sonrei, Lucy había estado dándome ánimos desde que John me recibió en su casa después de que Alejandro me termino, había llegado cuando los chicos la llamaron e incluso le aporreo la puerta a Alejandro para decirle un par de cosas, y por lo que se hasta el momento esta enojada con él

—¿Has hablando con él?

—No. Ni pienso hacerlo, pero no llame para hablar de él. ¿Como te siente?

—La verdad. Me siento demasiado ansiosa, y nerviosa al ser mi primer dia.

—Ya verás que todo irá bien.

—Eso esperó. ¿Y cómo están los cacahuetes?

—Siguen dandole dolor de cabeza a su papá, ya sabes por mis antojos.

Me eché a reír la lista de antojos raros de Lucy aumentaban cada día.

—¿Esta vez que fue?

—Nada fuera de lo normal, es solo que queria donas a las tres de la mañana y era un poco imposible conseguirlas, aun así Lau se fue a la pastelería a ver si le vendían.

—¿Lo logró?

—Si el pobre llegó a las 6 de la mañana con mis donas y yo que las veo y me mandan al baño.

—De verdad que esos enanos están dando molestando un poquito, Lu te dejo, ya pronto me bajo del autobús.

—Esta bien, me cuentas que tal te fue en el primer dia.

—Claro, besos.

Me bajé en la siguiente parada y camine la poco distancia que separada a la empresa, era la segunda vez que venía, ya que la primera había sido para la entrevista, al llegar a la recepción y darle ni nombre a la muchacha que estaba ahí me indicó que subiera al segundo piso, que era donde estaba el área de recursos humanos. Ahí me estaba esperando el señor Scott quien era mi jefe de área.

—Buenos días señorita Sandoval.

Salude y el me indicó que tomara asiento y me dio una charla más detallada de lo que sería mu trabajo, de las obligaciones que tenía y todo respecto a mi puesto, luego me dio un contrato para que lo firmara cuando ya estuvo todo listo me dio un recorrido por él lugar terminando en un gran habitación con al menos veinte personas, que era en donde estaban los cubículos en donde yo iba a estar.
Luego de que el señor Scott me mos presentara a todo me llevo a un espacio vacío y le indicó que ese era mi sitio, luego me dio una carpeta con el trabajo que debía desarrollar, algo sencillo por ser él primer dia.

Mientras estaba concentrada leyendo las indicaciones un chico se acercó a mi. El cual me habían presentado como Ignacio.

—Hola, creo que ya sabes mi nombre pero soy Ignacio, aquí me llaman nacho   un gusto, y quería decirte que puedes contar conmigo o cualquiera de los compañeros todos son muy simpáticos excepto Lucia que es la más seria —me señaló una señora de unos 40 años y esta protestó —Ya verás te llevarás bien con todos.

—Muchas gracias y espero que sea así, esto es un poco nuevo para mi.

Ignacio me regaló una sonrisa de medio lado destacando su atractivo.

—Para lo que necesites aquí estamos.

Escuche un "estas tu" y todos se echaron a reír e Ignacio regreso a su cubículo y yo empecé con mi trabajo.

Había sido un dia de lo más diferente, había tenido un buen primer dia de trabajo y me había olvidado de Alejandro, mis compañeros de trabajo se la pasaban contando chistes y gastando bromas a ratos y a la hora del almuerzo me habían recomendado varios restaurantes ya que yo no había llevado nada para comer, a la salida me  dirigí a la oficina del señor Scott, el cual me entregó el gafete de la empresa y me pregunto por mi día, luego me marché a casa.

Y aquella noche no lloré tanto por la ausencia de Alejandro, luego de dejar preparado algo para comer y darme un baño las lágrimas apenas llegaron y había logrado dormirme sin llorar.