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¡Odio ese maldito celular!

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¡Odio ese maldito celular!

Arrastro la mano por la cama hasta encontrar mi celular, llevo un rato vibrando y yo ignorandolo.

¿Quien llama con tanta insistencia?

Cuando por fin lo localizó y revisó la pantalla veo que tengo 10 llamadas de Alejandro, ¡solo el podía ser tan intenso!, reviso la hora y veo que son las 12 medio día, es sábado y siento que mi cabeza va explotar.

Uno de los compañeros del curso ganó un viaje para ir a una capacitación por unos meses al extranjero y ayer mis compañeros decidieron hacerle una pequeña despedida, usualmente los viernes me voy a casa de Alejandro. Debido a la celebración le prometí que iría hoy apenas me despertará, Alejandro odia que yo beba, aún así lo hago, es algo que me gusta hacer de vez en cuando, llegue a las 3 de la mañana y siento que aún no eh dormido.

El celular vuelve a vibrar y veo que es Alejandro, contesto.

—¿Por que no contestas?
Automáticamente pongo el altavoz, juro que mi cabeza va explotar en cualquier momento.

—¡Aubrey! ¿estás ahí?

—Si y podrías bajarle dos rayitas, me duele la cabeza.

—¿A que horas llegaste anoche?, ¿por que no te viniste para mi casa?

—Te envié un mensaje cuando llegue, y quedamos que iría hoy.

—Puedo apostar que aún estás en tu cama.

Pongo los ojos en blanco.

—Si lo estoy.

Lo escucho suspirar.

—¿Iras a mi casa?

Con que era eso, hace unos días le había dicho que lo más seguro era que este fin de semana no nos veríamos.

   —Si, me baño, tomo algo para el dolor, intento comer y me voy para allá.

  —Esta bien, por cierto llego un poco más tarde, le cubrire unas horas a Max, para eso te llamaba. 

  —No te preocupes, ahí estaré cuando llegues para que me prepares uno de tus deliciosos emparedados.

   Ale sonríe, me dice que me quiere y luego corta.

  Hago todo el esfuerzo del mundo para levantarme de la cama y me doy un relajante baño. Luego de un par de ibuprofeno, un café cargado me dirigo al apartamento de Alejandro.

Hace un poco más de un mes Ale me había dado llaves del apartamento, con eso de que usualmente me quedo sola los sábado, por lo cual no tengo ningún problema al entrar, saludo a una de sus vecinas, y subo al segundo piso que es donde esta el apartamento de Alejandro.

Al llegar ahi, observo la silueta de un chico que está frente a la puerta de Alejandro, por un segundo pensé que era el, pero al verlo bien me di cuenta que no, este parecía que hacia mucho ejercicio ya que tenia una espalda ancha y brazos muy marcados.

Ese chico es un ¿¡IDIOTA!? [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora