Ese chico es un ¿¡IDIOTA!? [Borrador]

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Llevaba aproximadamente cuatros meses sin visitar a los chicos y a ni antigua cuidad, y aunque los echaba de menos había preferido no hacerlo y eso trataban de hacerlo, aunque todos juntos solo lo hicieron para celebrar el cumpleaños de Lucy.

Uno que si me había estado visitando muy seguida era Josh, ya que una fecha muy importante para el y Drew se aproxima y yo había sido parte de todo, y este era el motivo por el que viajaba a visitarlos.

Desde un mes antes de mi cambio de cuidad había estado ayudando a Josh con ideas sobre la proposición y unos días después de que me trasladara Josh le pidió matrimonio a Drew y este aceptó, hasta yo hubiera dicho que si con una cena, velas, rosas y vino bajo la luna en una terraza.

—¿Estás lista?

—Si, tomó el celular y nos vamos.

Ignacio se había ofrecido a llevarme a la terminal de buses. Él había sido invitado pero debido a que su madre cumplía años no podría asistir.

—Segura que vas a estar bien?

—Si, lo voy a estar, no te preocupes por ello.

La noche anterior habíamos hablado sobre Alejandro, los chicos ya me habían advertido que él iba a estar ahí y sentí un poco de tristeza en pesar que lo iba a ver y lo más seguro es que me ignoraria, por lo que Ignacio había tratado de animarme y se que hubiera dado lo que fuera para acompañarme.

Llegamos a la terminal y estuvo junto a mi hasta que era mi turno de subir al autobús.

—Cuídate, disfruta y prometeme que me hablaras por cualquier cosa.

—Lo haré y deja de preocuparte todo va estar bien.

****

Lau junto a Lucy me llegaron a recoger a la terminar en donde luego de pasar a su apartamento a dejar mis cosas y darme un retoque en el maquillaje y cambiarme nos dirigimos al juzgado en donde se iba a efectuar la boda civil, de ahí nos trasladaremos hacia un salón que los chicos habían alquilado. Al llegar los saludé con un beso y un abrazo. Ambos estaban nerviosos y guapísimos, Drew vestía un traje en blanco y Josh en negro. Si había algo que siempre me había gustado de ellos era su forma de vestir.

La boda fue sencilla y yo como cómplice de todo había sido la madrina, junto a un hermano de Josh quien lo había apoyado siempre.

Cuando salimos del lugar me sentía observada y me di cuenta que aquellos ojos que no habían dejado de seguirme eran los de Alejandro, había llegado minutos después de que la ceremonia diera inicio y no me había dado cuenta de ello, lo observé y desvió la vista, se veía guapísimo, su cabello era más largo de lo que recordaba y vestía de forma semi informal.

No vi más a Alejandro hasta que estuvimos en el salón, en donde nos recibió un exquisito almuerzo, cuando nuevamente subí la mirada y Noté que me observaba al otro lado del salón.

—No piensa sentarse aquí? —le pregunté a Lucy ya que sabia que estaba en la misma mesa.

—Supongo que sí —se encogió de hombro —ya sabes como es.

No quise darle más importancia y seguimos con la charla que teníamos minutos después lo vi sentarse al otro extremo de la mesa y entabla conversaciones con uno de los vecinos.

Luego del almuerzo llegó el brindis por los novios seguido de esto llegó el baile, disfruté bailar con Drew, Josh y Lau —que me piso algunas veces — y con algun otro chico que me invito a hacerlo. Cuando ya estaba agotada me senté y observé una mano frente a mi.

—¿Puedo bailar contigo?

Me quedé sin palabras al ver a Alejandro frente a mi, sacudió la cabeza para reaccionar y el lo tomó como una negativa.

—¿No?

—Si, si puedes.

Le tomé la mano que me tendió y pude sentir en mi cuerpo una descarga eléctrica, que aumentó cuando llegamos al centro del salón y nuestros cuerpos se aproximaron.

—Estas hermosa —el suave susurró me estremeció.

—Gra-gracias.

—Y hueles de maravilla —sentí el roce de su nariz en mi cuello y mi cuerpo reaccionó —extrañaba ese aroma.

—Alejandro, para.

—No puedo, te extraño —un suave beso  se posó en mi cuello y aquello fue mi perdición, le solté las manos y corrí para alejarme de él.
Llevaba meses sin tener ningún contacto sexual más que con mi juguete y para que negarlo aún lo deseaba. Me detuve en un callejón que hacía el salón de una bodega y respiré profundo, ahí apenas se escuchaban las melodías de la música y los paso de alguien que al aproximarse me asustaron.
Era él.

Alejandro se acercó a mi y me abrazó con fuerza.
—He sido un idiota.

Y con aquellas palabras me rendí, nuestras bocas se buscaron sedientas la una con la otras y nuestro cuerpos hablaban por sí solo en cada suspiro, jadeo y gemido. La manos de Alejandro se posaron en mi trasero, mi vestido subió hasta las caderas y mis piernas se enrredaron en su cintura cuando con besos tentadores exploro mi cuello y mis pechos. La sensación de plenitud inundó mi cuerpo cuando Alejandro sacó sus mienbro y con un sutil movimiento hizo a un lado mis bragas y me penetró con una placentera embestida que me hizo gemir con fuerza y que el callo con sus boca.
No hicimos el amor, no podíamos, nos deseamos nuestros cuerpos llevaban meses deseando y en aquel momento nada importó, ni siquiera el lugar en donde estábamos solo éramos conscientes de las sensaciones.
Llegue al orgasmo con un fuerte gemido y mi mente quedó en blanco, apoye mi cabeza en el hombro de él y supe que había acabado cuando su cuerpo tembló y luego se quedó muy quieto, me besó el cuello y me bajó despacio.

—Soy un idiota y te amo.
Se acomodó la ropa y me ayudó a mi a hacer lo mismo, regresamos en silencio al salón y no fuimos capaces de dirigirnos la palabras después de eso.

Nos marchamos minutos después de que Josh y Drew se despidieron para ir de luna de miel y busque a Alejandro y ya no estaba.

Había perdido la cabeza aquella tarde y solo esperaba no arrepentirme.