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Me llevó algunos días el poder tomar la decisión, ya que no era fácil poder enfrentarme a él para decirle la verdad pero si en algo tenía razón Ignacio, era en que lo mejor era decirle la verdad a Alejandro y que el tomara la decisión

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Me llevó algunos días el poder tomar la decisión, ya que no era fácil poder enfrentarme a él para decirle la verdad pero si en algo tenía razón Ignacio, era en que lo mejor era decirle la verdad a Alejandro y que el tomara la decisión.

Por lo que hable con Lucy y ella me dijo que me iba a ayudar en todo lo que fuera necesario y eso incluía quedarme en su casa el fin de semana. Ignacio insistió en traerme hasta acá, pero esto era algo que debía resolver sola, por lo que le pido que mejor se quedara en casa y que si lo necesitaba no duraría en buscarlo.

Lucy llamó a Alejandro un par de veces, pero solo obtuvimos la misma respuesta, silenció ya que no se dignó a contentar, así que luego de llamarle al trabajo en donde me indicaron que ya había salido y de verificar con los chicos que ya había regresado tome un uber y me dirigi a su apartamento.

Y en este momento me encuentro frente a la puerta dudando en si llamar a la puerta a no, la verdad es que tengo miedo, no solo por saber su reacción  o la que no pueda ya que puede que decida no abrir, los chicos acaban de darme un abrazo cada uno para darme ánimos y me han dicho que van a estar ahí para mi, como los amigos que son.

Toque la puerta y después del tercer toque escuché sus pasos acercarse a ella y el clic del picaporte, segundos después la puerta se abrió y la cara de sorpresa de Alejandro apareció.

—¿Podemos hablar?

—Claro...

Abrió la puerta y me dejó pasar, yo apreté las manos en mi bolso mientras me dirigía hacia la sala, seguida de él y tras observar el lugar que estaba un poco desacomodado me senté en el sofá, inmediatamente un gato pintado se sentó en mi regazo.

Alejandro se acercó tomó al gato y lo puso en el suelo.

—Es mapache, lo adopté hace poco. ¿Quierés algo de beber?

Negué con la cabeza estaba tan nervioso y con náuseas.

—Te escuchó —dijo en tono frío.

—Pensé que después de lo que sucedio entre nosotros las cosas iban a cambiar, al menos íbamos a intentar recuper la relación, pero no supe nada de ti después de eso.

—Nuestra relación murió en el momento que decidiste irte, Aubrey no creo que pueda con esto, por eso preferí no intentarlo.

—Comprendo, con ello me confirmas que ya no ninguna oportunidad.

—Así es, te quiero pero no puedo con ello.

—Esta bien, de todas formas no estoy aquí para pedirle que vuelvas, solo quiero que eso quedara claro —guarde silencio unos minutos —Alejandro creo que recuerdas lo que sucedio el día de la boda de los chicos.

—Si y lo lamentó, no debió suceder.

—Ya no hay forma de cambiar lo que sucedió y mucho las consecuencias por ello.

—¿consecuencias?

—Alejandro, desde que termine contigo deje las plantillas anticonceptivas y tu ese día no usaste nada, entenderás las consecuencias de eso.

Lo vi fruncir el ceño.

—Me estás tratando de decir que estás?...

—Embarazada, si eso es lo que intento decir.

Saqué del bolso un sobre con el resultado de la prueba que me hice en el médico y se la di, Alejandro quien aún me miraba perplejo la tomó abrio el sobre y extendió el papel para leerlo. No puedo describir muy bien la reacción de su rostro, pero algo era claro aquello noticia no le agradaba.

—Me enteré hace dos semanas y ya que  tu no contestas ni las llamadas ni los mensajes supuse que lo mejor sería venir y decírtelo personalmente. Lo siento y créeme no fue fácil para mí recibir la noticia, esto es algo que me va cambiar la vida,

Lo vi asentir mientras seguia observando el documento sin poder creer lo que estaba viendo y luego de varios minutos de incómodo silencio me puse de pie.

—Creo que necesitas asimilar la noticia, me marchó.

No dijo nada, ni me observo y yo salí se su apartamento con una extraña sensación en el cuerpo, lo primero que hice fue tocar la puerta de los chicos.

—¿Qué sucedió? —indagó Drew.

—No dijo nada.

—Dale tiempo, necesita asimilar la noticia.

—Supongo que si.
Su abrazo me bastó para derramar las lágrimas que había estado reteniendo desde que observé el rostro de Alejandro al darle la noticia.
Cuando ya me calme me marché a casa se Lucy en donde después de otro de esos abrazos confortables lloré.

—Todo va estar bien, Ale es un idiota y se va tomar su tiempo para asimilar la noticia.

—No, no lo creo Lu, si hubieras visto su cara, estaba aterrado.

—Lau también, lo recuerdas.

—Si, pero el reacciono minutos después, Alejandro no. De igual forma ya había decidido tener a mi bebé sin él o con él.

—Eso es lo más importante y sabes que va tener un montón de tíos que lo va querer muchísimo al igual que mis peques, por cierto ya sabemos que son.

—De verdad?

—Si, un niño y una niña.

—Vaya que emoción.

—Si que lo es, ya empecé a comprar ropita para ambos, y pronto podremos ir juntas a comprar.

—Eso si que me agrada.

Pase el resto del fin de semana con Lucy y donde ir de compras no demoró mucho ya que al dia siguiente y para animarme me llevo al centro comercial en donde le dio su primer regalo a mi bebé.

Habían pasado dos semanas desde entonces y hasta el momento había tenido la misma respuesta de Alejandro de los últimos meses. Silencio.

Ese chico es un ¿¡IDIOTA!? [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora