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Volví a subir a mi habitación, necesitaba descansar mi mente. Es imposible no pensar en toda la infancia que viví aquí. Cuándo jugábamos a las escondidas o cuando hacíamos fiestas clandestinas cuando papá se encontraba de viaje. Me gustaba tener una actividad que hacer con cada uno de ellos. No quiero aparentar una santa ni nada de eso, pero sé que era que tu familia no te quisiera, por los menos ellos no conocieron a sus padres biológicos, no era tanto el dolor. En cambio, yo había formado un lazo con mi mamá y aún así me regaló, son cosas que quedan pegadas en tu corazón y que son muy difíciles de quitar.

Año 1994

-¡Mamá! Por favor, no lo volveré a hacer, lo juro!- suplicaba mientras lloraba. Sabía lo que significaba todo esto. Los había escuchado hablar sobre mi a escondidas, bueno, mi madre lo hacía, mi padre no guardaba el repudio que sentía por mi-por favor, no me abandones, no me dejes, ¡Mamá!

-Hija, por favor, es por tu bien, aquí te enseñarán a manejar todo esto, yo no puedo- me miraba con pena mientras acariciaba mi mejilla con sus manos.

Papá me tomó con fuerza del brazo y me sacó del auto dejándome frente de la gran puerta de la Academia Umbrella-Maldito monstruo, tuvimos que hacer esto desde que naciste, ahora hazle el favor a tu madre y a mi y aléjate de nuestras vida- me suelta con fuerza mientras escupe las palabras. Rápidamente entra al auto y escapan. 

Los miro hasta que el auto desaparece. No me queda otra que golpear la puerta y rogar que me admitieran, porque si no, no sabría a donde ir. Limpié las lagrimas que quedaban en mis ojitos y suspiré. Toqué y una bella mujer abrió la puerta.

-Hola querida, ¿Qué sucede?-Me pregunta con una sonrisa. Wow, es muy linda y amable.

-¿Esta es la Academia Umbrella, verdad?- ella asiente- Soy Camille, mis padres me abandonaron porque soy diferente.

-Oh querida, pasa- me miro con tristeza e hizo espacio entre la madera y ella para que entrara. tomé mi mochila con las pocas pertenencias que tengo y me adentré. El lugar era inmenso, tenía muchas decoraciones.-Espérame aquí, ahora vuelvo.

Tenía miedo. Estaba sola en un lugar desconocido con una extrañeza que no sabía manejar.

-Soy Reginald Hargreeves, el dueño de la Academia, muéstrame que puedes hacer y no me hagas perder el tiempo- El hombre que llegó era alto, usaba traje y un monóculo en su ojo izquierdo. Hablaba de una forma muy autoritaria y golpeada. Me asustaba un poco, pero sabía que si no lo impresionaba no me dejaría quedarme.

Asentí con la cabeza. Lo miré fijamente y levanté mi brazo derecho intentando sacar más poder y controlarlo con mayor facilidad, así lo hacían en las películas. Me concentré lo que más pude, por dentro rogaba que se levantara, aunque sea unos centímetros, y así fue. El hombre se levantó un metro del suelo, lentamente lo bajé, no vaya a ser que se me caiga y lo eche a perder todo.

-Maravilloso, hay un gran potencial en ti, puedes quedarte. Desde hoy serás Número Ocho- Me miró, se giró a la mujer- Grace, trae a los demás para presentarla. Ellos serán tus hermanos desde ahora en adelante.

Sonreí, siempre quise tener hermano.

Ahora

Un ruido me hizo salir de los recuerdos. "I think we're alone now" Resonaba por toda la Academia. Sabía perfectamente de donde venía, Luther amaba esa canción, todos lo hacíamos, menos Cinco, siempre fue más arisco. Inevitablemente me levanté para bailar, si nadie me ve no hay pecado.

Y como nada en esta familia es normal, una extraña luz proveniente de fuera interrumpió todo. Todos salimos al patio trasero para investigar y ahí, una pequeña grieta azul se presentaba al medio de todo, siendo el dueño de tal catástrofe.

-¡No se acerquen!- Grita Allison.

Me acerco más a la anomalía, algo en ella se me hace familiar. Diego me jala del brazo acercándome a él.

-Tranquilo, cuchillos, estoy bien- intento calmarlo.

-Parece una anomalía temporal-dice Luther- eso o un mini agujero negro.

-Existe una gran diferencia entre ellos- Dice Diego sin soltarme.

-¡A un lado!- llega gritando Klaus cargando un extintor. Lo aplicó en la anomalía, pero como no funcionó lo lanzó dentro.

-¿Y eso para qué?- Pregunta Allison.

-¿Tienes una mejor idea?

Más rayos aparecieron.

-Todos cúbranse detrás de mi- exclamó Luther moviéndose al frente.

-¡Si! Detras de nosotros- Diego en soltó para ponerse a la par de Uno. Su rivalidad era tan grande que no podían dejarla en ningún momento, que molesto.

-¡Yo voto por correr!-Exclamó Klaus.

-Estoy contigo hermano!-le dije pero Diego no dejó que me moviera.

Y de la gruta empezó a salir un señor de unos 60 años que, al atravesar y caer, se volvió un niño.

-¿Alguien más está viendo al pequeño Número Cinco o es idea mia?-Dijo Klaus, todos quedamos shoqueados. Nuestro hermano desaparecido por 17 años estaba frente nuestro luciendo igual que la última vez que lo vimos.

Cinco se miró-Mierda.



LOVE ME TONIGHT- the umbrella academyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora