LOVE ME TONIGHT- the umbrella academy

012

Diego divisó a uno de los locos que nos secuestraron y no encontró mejor momento para seguirlo y poder vengar la muerte de su amiga, la chica que nos rescató con Klaus.

Bastante cansada del drama y las muerte, decidí no acompañarlos y me bajé en Griddy's para comer algo de calidad. 

-Buenos días Agnes- saludé a la trabajadora.

-Buenos días Camille, he pasado tiempo de la última vez que viniste- me responde con una cálida sonrisa- ¿Qué ordenaras? te veo un poco desmotivada, te traeré un buen vaso de chocolate caliente, invita la casa- me sonríe y se da vuelta a trabajar antes de que pudiera decirle algo.

Consumo una buena cantidad de azúcar y salgo del local algo más animada. Camino en dirección a la Mansión, ya no tenía nada más que hacer y quizás Kluas ya abría vuelto. 

Cuando llego encuentro con una situación bastante comprometedora.

-Siempre pensé que era papá el que me separaba, pero ahora que no está ustedes lo siguen haciendo...-mencionó triste Vanya .

Me acerqué a ella y veo que estaba acompañada. Un hombre algo escuálido y de no muy buena pinta.

-¿Qué está sucediendo aquí?- preguntó mirando a todos mis hermanos, solo faltaba Cinco, pero ese siempre anda desaparecido.

-Veo que a ti tampoco te invitaron- comenta número Siete.

-¿Invitarme a qué? ¿Qué pasa?

-Pasa que nuestros hermanos hicieron una reunión familiar y no nos tomaron en cuenta, como siempre lo hicieron conmigo- comenta venenosa.

-No, no es eso...-habla Allison pero la interrumpo.

-¿Entonces qué?- la miro seria y ella evade mi mirada.

-No te encontramos por ningún lado- dice Diego.

-Estaba en el mismo lugar donde me dejaste, ¿O acaso no eres lo suficientemente listo para recordar?- Diego hace el amago de moverse pero Luther lo detiene.- No, ya se- hago falsa felicidad por tener la respuesta correcta- Es que nunca les importé.

-Hermanita, no digas eso- me dice Kluas pero mi semblante serio no cambia.

-Díganme, ¿Cuál es mi color favorito?- todos desviaron la mirada, inclusive Vanya, el único que miraba era el chico extraño que acompañaba a mi hermana.- ¿En qué trabajo? ¿Cuál es mi dona favorita? ¿A que le tengo miedo?- no hicieron ningún comentario. Nadie sabía nada de mi.- Digan lo que sea, ¡MALDITA SEA!

-Dios, Camille, no hagas un berrinche por eso- para Luther. Las cosas comienzan a temblar.

-No, no es un berrinche. Pensé que lo era los primeros años, cuando me evitaban sin pensar, pero ya no lo es- las ventanas empezaron a vibrar por el movimiento- Siempre estuve para ustedes pero ustedes nunca estuvieron para mi, ¿Eso hacen los hermanos?

-Brujita, vamos, cálmate- dijo suavemente Klaus acercándose pero lo detuve en el aire.

-Estamos de cumpleaños el mismo día y aún así olvidaste saludarme. Ese día fui a sacarte de la comisaría, perdí mi propia fiesta de cumpleaños POR TI!- lo elevé un poco y lo dejé caer de golpe- Todos son unos idiotas!- grité y subí las escaleras con rapidez para encerrarme en mi habitación.

Y como siempre, nadie me siguió.

Dejé todo fluir, lloré todo lo que tenía que botar. Lloré por los idiotas de mis hermanos, de mi asquerosa vida y por Harry. Dios, cuanto lo extraño.