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Nos encontrábamos en una clínica de prótesis. Según lo que nos contó Cinco, necesitamos saber a quién le pertenece la prótesis de ojo que él tiene, eso sí, nunca nos dijo cómo lo consiguió, igual me hago una idea que tiene que ver con lo que vivió en el futuro.

-Perdonen pero ya les dije a su hijo, no hay nada que pueda hacer-comenta el hombre detrás del escritorio.

-No puedo obtener el consentimiento sin tener el nombre-Cinco está muy molesto.

-No puedo decirles el nombre, no insista.

-¿Y que hay de MI consentimiento? - dice Klaus serio.

-¿Disculpe? - pregunta confundido Lance, según el tapete que hay en su escritorio.

-¿Quién le dio permiso de tocar a mi hijo? - ¿Qué?

-Yo no toqué a su hijo.

-¿ Y por qué tiene el labio roto?

-Pero si no tiene el labio roto... - de inmediato Klaus le propina un golpe a  su hermano, logrando que se le rompiera el labio.

-Qué mierda-dice confundido y sorprendido el hombre.

-¿Por qué mi esposa tiene el vestido roto? - antes de que me hiciera algo, lo paré.

-No te pases, querido-digo seria. Miro al hombre de la clínica- Esto haremos, Lance, puedo llamar a seguridad y contar que golpeaste a mi hijo e intentaste sobrepasarte conmigo.

-Pero eso no es real-dice con miedo.

-Y eso ellos no lo saben.

-Oh, paz en el mundo-Lee Klaus la inscripción de una bola de nieve-que lindo--comenta para después reventarla en su cabeza.- Eso dolió.

-Ustedes están locos!

-Ya me cansé - digo y me acerco al hombre. Toco su mano que es lo más cercano a mi y él se queda quieto de inmediato. - Ahora, irás a buscarnos el  nombre que necesitamos, ¿Si?

-De inmediato- dice en un semblante demasiado neutro para lo que sucedía.

-¿Qué le hiciste? - me susurra Cinco frunciendo el ceño.

-Control mental, dah.

-X-

Al final, ese ojo no le pertenecía a nadie, realmente, aún no lo creaban, así que decidimos irnos de ahí antes que preguntarán más sobre cómo conseguimos ese maldito ojo. Y digo conseguimos porque Cinco ya nos metió en esto.
Nos encontrábamos afuera del edificio. Klaus y yo sentados en la escalera y Cinco de pie.

-Bueno, no estuvo tan mal, ¿no?

-Actuaste de maravilla, hermanito, pero si le dejaran a mi estas cosas, todo sería más sencillo- digo elevando mis hombros.

-Eso no importa ahora-frunce el ceño Cinco. Si sigue así, se le formaran arrugas a muy temprana edad, aunque tenga 58 años. -Tú- me apunta--¿Desde cuándo puedes hacer tantas cosas?

-Al parecer si te perdiste de mucho-comenta burlón Cuatro.

-Querido, no me dicen bruja por nada. Ya sabes, telekinesis, telepatía, control mental, pirokinesis y también puedo levitar y flotar, pero esos últimos son desarrollados por la telekinesis.

-¿Por qué no lo dijiste antes?- dijo molesto y gritó.

-¿Mis 20 dólares? - pregunta Klaus.

-¿Se avecina el fin del mundo y tu solo piensan en drogarte?

-También tengo hambre--toca su estómago-me suenan las tripitas.

-Eres un idiota, todos son unos idiotas-gruñe y se tironea el cabello.

-Hey-reclamo, me acaba de decir idiota y eso que lo ayudé. Frunzo el ceño- No tienes porqué tratarnos así. No a mi.

-Gracias por el apoyo, hermana--se queja Cuatro- ya se porqué estás tan tenso

-¿Por qué? - pregunta Cinco, yo miro espectante.

-Debes estar caliente como tetera- lanzo una carcajada. Una imagen mental de cinco teniendo sexo cruza por mi mentó y lo miro asqueada. - tanto años solo te deben tener mal.

-Yo... No estuve solo- Cinco de sentó entre nosotros-estuve con alguien por 30 años.

-¡30 año!-se sorprendió Klaus- yo lo máximo que he durado son 3 semanas--miró al cielo pensativo- estaba cansado de buscar donde dormir.

-Eres un grosero, hermanito, espantaste a Cinco.- de había tele transportado a un auto dejándonos solos.

-¡Mis 20 dólares! -le gritó Klaus.

-Vamos, yo te invito a comer algo-me levanté y lo tomé de la mano para que empezáramos a caminar.

-Por eso eres mi hermana favorita, te preocupas de mi y de mis tripitas.

-X-

Habíamos vuelto a la Academia, supuestamente me juntaría con Diego hoy. Lo esperé por horas. Al darme cuenta que jamás llegaría decidí ir a buscarlo, solo para molestarme con él en persona. Lo bueno es que Diego suele ser fácil de rastrear, sólo hay que buscar el crimen más reciente y ahí estará.
Tenía razón.
Estaba en la balacera que hubo en una tienda comercial. Estaba lleno de policías pero me hice paso con un poco de control mental y movimientos desapercibidos. Diego se encontraba hablando con una detective sobre balística, cosas que entiendo sólo por ver tanto CSI: Miami. Me acerqué y carraspe.

-¿Disculpa, quien eres y que haces aquí? - Pregunta la mujer.

-Oh, soy Camille, soy... - Diego me interrumpe

-Mi hermana, es una Hargreeves-lo miré molesta, ¿Desde cuando me llama como su hermana?- y si, ¿ Qué haces aquí?

-Pensé en buscarte para ver si estabas bien, como nos íbamos a juntar hace horas, creí que algo malo te había pasado-pause y lo miré mal- pero está claro que estas de maravilla-sonreí falsamente-me largo de aquí.

Número dos ni intentó detenerme. No le importo y nunca le importé. Comencé a caminar en dirección a la academia umbrella. Paré a mitad de camino y me senté en la acera. Hacia frío y el vestido no ayudaba en mucho, tirita a y tenía la nariz roja, como el reno. Tenía toda la disposición de quedarme ahí tirada hasta que escuché unos pasos.

-¿Cinco? - El pequeño Hargreeves apareció con un ¿maniquí?, medio maniquí, en sus brazo.

-¿Qué haces aquí? - preguntó demandante. Estaba herido y claramente irritado, más del estado normal de Cinco.

-Nada. - me miró, me ignoró y siguió su rumbo. Me quedé sentada un rato más hasta que volvió.

-Vamos, hace frío y te vas a enfermar si sigues ahí - me tomó de la mano y nos tele transportó a la nuestro hogar.
Susurré un gracias y me encerré en mi habitación. Por lo menos alguien si se preocupaba por mi.

Me acosté y me dormí pensando que mañana sería otro día.

LOVE ME TONIGHT- the umbrella academyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora