δύο

2.2K 256 206
                                    

❈

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ESTAMOS a bordo del Viajero del Alba, un navío impresionante que ni siquiera nuestras ensoñaciones de imaginarnos un barco de Roswald hubieran rozado la realidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ESTAMOS a bordo del Viajero del Alba, un navío impresionante que ni siquiera nuestras ensoñaciones de imaginarnos un barco de Roswald hubieran rozado la realidad.

     Hemos logrado que nos den un camarote para las cinco. Es pequeño y a malas penas caben las hamacas en las que tenemos que dormir, pero al menos nos libramos de las miradas obscenas que nos pueden llegar a dedicar el resto de la tripulación. A pesar de que el rey Caspian ha asegurado que nadie se atrevería a tocarnos no puedo evitar preocuparme. Es una parte de mi personalidad, supongo.

     Tu hermana está bien, kabiba, cansada pero bien. Con sólo unas monedas de oro y su espada se subió a un barco que desembarcaba hasta esa terrible isla de esclavos.

     El sol y el vaivén del barco me provoca modorra, pero de un trago me bebo lo que quedaba de vino en un vaso que hace unos diez minutos me había ofrecido un minotauro. Estoy montando guardia mientras Ilaria y el resto de Guardianas descansan.

     Pero entonces mi empeño de velar el sueño de mis compañeros se esfuma al divisar un ratón. Mide unos treinta centímetros y es igual de rechoncho y adorable que aquel al que rescataste en uno de tus jardines, kabiba. Lleva una pluma roja adornando una de sus orejas, y un cinturón cruza de su hombro hasta su cintura donde guarda una espada diminuta.

     No lo puedo evitar, y olvido que estaba montando guardia y que la tripulación me estaría viendo. Me arrodillo para verle más de cerca y lo miro con adoración.

     —Eres real —lo susurro más para mi misma que para él, pero está claro que me ha escuchado. Los ratones se fueron cuando terminó la época dorada en Rosward, así que no me creía que tuviera el honor de volver a ver a otro en esta vida—. Es un honor estar ante usted, gran ratón.

     Me miró con confusión, kabiba, como si nunca se hubiera visto ante esta situación. Y el resto de la tripulación me miraba como si haber estado tanto rato al sol me hubiera afectado al cerebro. Sin embargo, ninguno se atrevió a decirme nada, hasta que la carcajada del rey Caspian cortó el silencio.

CROWN ➳ Caspian XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora