Prólogo

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[9 años atrás]

            Con quince años decidí que era hora de confesar mi amor hacia Dylan Baker, me había costado mucho entender cuán enamorada estaba de él, entendí que mis sentimientos para con él eran muy diferentes a los que sentía por mis otros primos de corazón. Yo podía escuchar por horas hablar a Justin y Oliver acerca de chicas, me reía con ellos y los aconsejaba cada vez que podía, pero cuando Dylan siquiera hablaba de una chica sentía celos, no quería que se fijara en ninguna chica, quería que se fijara en mí.

            Así que juntando todo el valor que tenía me decidí por decirle cada uno de mis sentimientos a ese castaño de ojos azules. Lo cité en la plaza que nos juntábamos siempre, y cinco minutos antes de la hora acordada me encontraba sentada en el banco que siempre nos sentábamos. Los nervios que sentía recorrían todo mi cuerpo, estrujaba mis manos con nerviosismo mientras jugaba con mis pies balanceándolos de un lado a otro. Lo que iba a hacer me daba muchísimo miedo, sabía que no iba a romper mi amistad con Dylan si él me decía que mis sentimientos no eran correspondidos, pero sí mi corazón se iba a romper.

            -Hola Vida – me saludó como siempre, con ese apodo que solo él tenía para mí, mi nombre significaba vida y desde que lo habíamos descubierto él me llamaba así.

            -Hola Dyl – lo saludé con una sonrisa chiquita, él se acercó a mí y dejó un beso en mi mejilla que hizo que una manada de elefantes recorra mi estómago - ¿Cómo estás?

            -Bien – y me regaló esa sonrisa radiante de él que hacía que mi corazón latiera con demasiada rapidez - ¿tú? – y frunció su ceño, seguramente mis nervios se notaban a kilómetros.

            -Estoy bien – dije sin mirarlo, sentí su mirada penetrante en mi perfil, intentando descifrar que me pasaba.

            -Me estás mintiendo – se quejó - ¿Qué pasa vida? – me preguntó abrazándome por los hombros, haciendo que apoye mi cabeza en su pecho. Yo absorbí su olor y suspiré, separándome suavemente de él. Me acomodé en el banco de costado, sentada con mis piernas arriba del banco y lo miré.

            -Tengo que decirte algo – suspiré.

            -Eso fue lo que decía tu mensaje. Vamos Vida, ¿qué me tiene que decir? Sabes que puedes confiar en mí ¿no? – llevó un mechón de mi pelo hacia atrás de mi oreja y yo suspiré inconscientemente.

            -Lo sé – susurré – Estoy muy nerviosa, porque lo que te voy a decir es muy importante, y conociéndote sé que no te lo esperas, pero a ti nunca puedo ocultarte nada, hace mucho me estás preguntando que me sucede y considero que debo decírtelo – suspiré – No sé cómo vas a reaccionar, pero necesito que me prometas por el meñique que no le vas a contar a nadie esto y que nuestra amistad no va a cambiar.

            -Es muy tonto que me pidas que lo prometa por el meñique, sabes que siempre que me cuentas algo no se lo digo a nadie, y obvio que no va a cambiar nuestra amistad, ¡eres mi primita! – me dijo obvio sin ser consiente de cuanto dolió ese comentario, sentí la necesidad de mentirle y contarle cualquier otra cosa, pero estaba lo suficientemente segura de decirle como para arrepentirme.

            -Promételo.

            -Prometo no decirle a nadie y que no va a cambiar nuestra amistad – dijo en tono cansino mientras enlazaba su dedo meñique con el mío, él me había enseñado cuando era pequeña el significado de prometer algo por el meñique.

            -Bien, te lo voy a decir sin vueltas – le dije, si había una característica mía es que siempre iba de frente con la verdad y sin dar demasiadas vueltas, algo que en más de una oportunidad me había metido en problemas – Estoy enamorada de vos Dylan – le dije y ambos quedamos en silencio, mirándonos. Estoy segura que él pensaba que era una broma, y me estaba analizando, preguntándose cuando lanzaría mi carcajada, y juro que me dio ganas de hacerlo para que no rompa mi corazón, pero no lo hice, solo suspiré – No es una broma si eso te estás preguntando, lo he analizado muchísimo, al principio pensé que podría ser solamente atracción o que me confundía porque pasamos juntos, pero analicé toda la situación y soy consciente que no siento lo mismo por vos que por Justin y Oliver.

Las vueltas de la Vida [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora