Diecinueve - El día después

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            Esa noche no dormimos mucho, Kath estaba molesta y se despertó muchas veces en la noche, y cada vez que se despertaba los dos saltábamos de la cama. A la mañana siguiente tanto Dylan como yo teníamos nuestras caras adornadas por dos enormes ojeras, Dylan también tenía sus ojos rojos e hinchados de tanto que había llorado.

-¿Qué voy a hacer Ev? – me preguntó con hilo de voz, mientras me miraba darle el biberón a su hija.

-Vas a seguir con tu vida y vas a tener que ser fuerte por tu hija, porque ella te necesita, depende de vos. Si quieres puedes tomarte el día para poder lidiar con tu dolor, y yo me quedo con Kath, pero después vas a tener que estar firme y fuerte para tu hija – Dylan me miró y sonrió un poquito.

-Gracias, pero me quedaré con ella. Su madre la abandonó, no quiero que piense que su padre también lo hizo.

-Eres un gran padre Dyl – le dije sonriéndole orgullosa mientras me sentaba a su lado – Kath va a ser una niña muy feliz, te lo prometo – él apoyó su cabeza en mi hombro y acarició la mejilla de su hija – ¿Intestaste comunicarte con ella? – Dylan suspiró y se separó de mi hombro.

-La llamé, llamé a su familia, a sus amigas, a todos – volvió a suspirar – Ella no me contesta, me manda directo a buzón de voz. Su familia me dijo que ellos no sabían nada de ella, pero que estaban de acuerdo con su decisión, después de todo nunca estuvieron muy de acuerdo con el embarazo de Kiara. Y sus amigas ni siquiera me responden, así que no he logrado comunicarme con ella.

-¿Quieres salir a buscarla? Yo me quedo con Kath – le propuse, no quería que Kath crezca sin su madre, yo sabía lo que era que tus padres te abandonen, aunque a decir verdad tal vez era lo mejor.

-¿Y dónde iría a buscarla Ev? – me preguntó con sus ojitos cargados de dolor.

-No sé, tal vez puedes ir a la casa de alguna amiga o no sé – Dylan solo negó con la cabeza.

-Nadie me va a decir dónde se fue, y sinceramente ahora mismo no sé si quiero encontrarla – suspiró – No sé qué hacer Evie, no sé – dijo derrotado y mi corazón se apretó en mi pecho, me dolía mucho verlo así, me dolía que Kath crezca sin su mamá.

-¿Por qué no empezamos por contarle a nuestra familia? Necesitas el apoyo de todos Dy, eres padre soltero de una niña recién nacida, nos necesitas a todos – dejé una caricia en su mejilla y después me paré de mi lugar, para poder sacarle el aire a Katherine.

-¿Cómo voy a contarles esto? – me preguntó con angustia y ¿culpa?

-Dy, tu sabes que nada de lo que está sucediendo es tu culpa ¿no?

-Tú me advertiste que ella se estaba dejando llevar por mi felicidad, me lo advertiste, me pediste que hable con ella y yo solo me enojé contigo cuando tú tenías razón, todo este tiempo tenías razón – sus ojos se cargaron de lágrimas y yo me acerqué a él para abrazarlo con una mano, pues en la otra tenía a Kath.

-Dylan mírame – dije una vez que nos separamos – No es tu culpa, nada de lo que está sucediendo es tu culpa. Kiara decidió abandonarlos, decidió no ser madre y dejarte con esta responsabilidad a ti solito. Ella es la cobarde, ella es la culpable de que esta niña crezca sin su mamá. Tú de lo único que vas a ser culpable va a ser de darle amor, mucho amor. Yo sé que a Kath, a lado tuyo no le va a faltar nada, así que no te sientas culpable por nada, porque no tienes la culpa de absolutamente nada – Dylan me miró por unos segundos para después rodearme con sus brazos, yo llevé mi brazos libre a su cintura y lo apreté con cuidado contra mi cuerpo, intentando no aplastar a Katherine – Tienes que decirles a todos Dy, los necesitas – le susurré.

-Lo sé – suspiró y se separó de nosotras.

-¿Quieres que escriba en el grupo para que hagamos reunión familiar? – le pregunté con una sonrisa chiquita, él asintió con la cabeza y volvió a sentarse – Bien, acuesto a la bella durmiente y escribo, mientras tanto podrías darte una ducha, apestas – le dije divertida y él me miró alzando una ceja.

-Gracias por tu sinceridad – me dijo irónico y yo reí, haciendo que él sonría solo un poco – Gracias por todo Ev – ambos caminamos hasta el dormitorio de Dylan donde estaba la cuna de Katherine.

-Tienes que dejar de agradecerme por todo si no quieres que te golpee, somos amigos Dylan, primos, familia, ¡por supuesto que voy a estar para vos! Así como va a estar toda la familia – le sonreí y lo empujé hacia el baño – ahora ve a ducharte mientras le escribo a la familia y apronto un rico almuerzo.

-Ya voy pesada – le pegué en su nuca por llamarme así y él rió mientras entraba al baño.

Tenía un revoltijo de sentimientos dentro que me estaba costando mucho mantener a raya. Sentía demasiada impotencia, no podía entender cómo una madre podía abandonar a su hijo, dejarlo a la deriva, alguien que había salido de ella, que lo había creado con tanto amor. Estaba realmente enojada con Kiara por haberlos abandonado, por no haber peleado un poco por su familia, enojada conmigo por no haber insistido más en mi charla con Kiara. Sentía dolor porque Kath iba a crecer sin una mamá, y yo sabía perfectamente lo que era que te abandonen tus propios padres, si bien ellos habían muerto, me habían abandonado aun manteniéndome en su propio hogar. Por suerte Kath va a crecer rodeada de gente que la ama, y si bien no va a tener a su madre, va a tener una madrina que la va a mimar siempre.

-Ey, ¿qué cocinas? – Dylan llegó a mi lado y yo salté en mi lugar, estaba tan compenetrada en mis pensamientos que no lo sentí llegar.

-Me asustaste – dije llevándome una mano a mi pecho – Strogonoff de pollo.

-Mi favorito – me sonrió y yo asentí, sonriéndole también.

-Esta noche nos juntamos todos en casa de mis padres – le dije y él asintió con su cabeza – papá me regañó por tu culpa – lo acusé.

-¿Por qué te regañó el tío Logan? – él sabía que hablaba de mi papá Logan porque para diferenciarlos le decía papá a papá Logan y papi a papá Austin.

-Porque no avisé que llegué – él rió un poco y se sentó a verme cocinar.

-¿Sabes? Mientras me duchaba pensé en todo lo que está pasando – suspiró – Sé que va a ser difícil, pero como vos dijiste, tengo una enorme familia que estoy seguro me va a apoyar. No sé cómo voy a hacer para ser padre de una niña recién nacida, pero sé que voy a salir adelante, y sé que mi hija va a ser feliz y no le va a faltar nada.

-Por supuesto que va a ser feliz Dy, te tiene a vos y a una loca familia que está muerta de amor por esa bebé – le sonreí tiernamente y él se quedó mirándome fijamente - ¿Por qué me miras así?

-No sé qué hubiera hecho ayer sin vos Vida, realmente. Sé que no quieres que te agradezca más, pero realmente estoy muy agradecido por todo lo que hiciste por nosotros dos. Volaste del otro lado de Estado Unidos para ayudarme, para contenerme, eres realmente la mejor amiga del mundo – me sonrió y se levantó de su lugar para darme un apretado abrazo, yo solo suspiré preguntándome cuándo iba a dejar de dolerme que me llame amiga, y lo abracé.

-Siempre voy a estar – le susurré.

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Holaaaa acá volviiii, siento mucho haber desaparecido así, es que comencé un nuevo emprendimiento que me está consumiendo mucho tiempo, y a su vez la facultad está matándome, pero aquí estoy de nuevo.

Espero les guste, gracias por leer, comentar y darle "me gusta".

Un beso grandeeee

Las vueltas de la Vida [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora