Cinco - Amigos

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            Caminaba enlenteciendo lo más posible mis pasos, había quedado en merendar en nuestro café preferido con Dylan, y eran pocas las ganas que tenía de ir, pero sabía perfectamente que no podía dilatar más la situación, sabía que más tarde o más temprano debía enfrentarme a Dylan.

Suspiré juntando valor y abrí la puerta para poder adentrarme en la cafetería, enseguida lo vi con su radiante sonrisa mientras me saludaba con la mano, yo le sonreí y caminé con pasos pausados hacia él.

-Hola Vida hermosa, ¿cómo estás? – Se paró y me abrazó con fuerzas – Te extrañé – me susurró y yo suspiré, esto no colaboraba ni un poquito en mi dolor.

-¿Todo bien Dyl? – Le pregunté una vez que nos separamos y me senté en mi lugar - ¿cómo les fue en Miami?

-Todo bien, nos fue espectacular, el lugar donde vamos a hacer el hotel es un sueño – me contó feliz y yo sonreí.

-¡Que genial! ¿Cuándo lo terminan? Ya quiero vacacionar ahí – dije emocionada.

-Vida, ni lo hemos comenzado – me dijo burlón y yo le saqué la lengua. Nos quedamos en silencio por unos minutos, silencio que interrumpió el mozo, después de hacer nuestro pedido junté otro poco más de coraje y suspiré.

-¿Cómo está Kiara? – Enseguida el rostro de Dylan se iluminó con una enorme sonrisa.

-Está bien, ya fuimos a nuestra primera consulta al ginecólogo.

-¿Y cómo está el bebé? ¿De cuánto está? – pregunté con fingido entusiasmo, por suerte se me da bien eso de fingir, no en vano hacía diez años venía sufriendo en silencio.

-Está muy bien, tiene nueve semanas de embarazo, mira la ecografía, no se ve nada, pero escuchamos el corazón – me contó irradiando felicidad mientras me pasaba el celular, yo sonreí por su emoción y me dediqué a mirar el celular y como él había dicho no se veía nada.

-Me alegro que estés tan feliz y formando tu familia – le dije tomando su mano entre las mías.

-Gracias Ev, es muy importante para mí que nos apoye – me sonrió con ternura y yo asentí – Eres la mejor amiga del mundo - ¿cómo continuaba ahora? Fingiendo, como siempre, le sonreí.

-Siempre los voy a apoyar – y dolió un montón decir eso, odiaba tener que ser tan fuerte, quería estar de nuevo entre los brazos de mis padres - ¿Ya saben que van a hacer?

-Ella se va a ir a vivir a mi apartamento mientras pensamos bien que hacer, quiero cuidar de ella durante todo el embarazo, me costó un poco convencerla, pero al final terminó aceptando.

-No seas muy intenso con ella, te va a dejar – le dije risueña, muriendo por ser Kiara, y sintiéndome horriblemente mal por lo egoísta que me sentía.

-Retiro lo dicho, eres muy mala amiga – me dijo fingiendo estar ofendido y yo reí - ¿Y tú? ¿No tienes nada para contarme? ¿Ningún chico?

-Absolutamente nada – dije negando con la cabeza y el bufó.

-No te creo.

-Es tú problema, no el mío.

-Venga Ev, sé que algo tienes, o al menos tenías, estás rara – bufó.

-Son cosas tuyas, hace mucho que no salgo con nadie, ni siquiera un polvo, creo que tengo telas de araña en mí...

-¡Evie! – Dijo escandalizado – no quiero saber tanto, ¡por Dios! – yo reí de su cara de indignación.

-Tu preguntaste – dije restándole importancia.

-No sobre tu vida sexual, sino que sobre tu corazón – aclaró.

-Oh, no entendí tu pregunta entonces – dije fingiendo inocencia, mientras él negaba con su cabeza - ¿Cuándo le van a decir del embarazo a la familia?

-El viernes – noté los nervios que sentía y sonreí enternecida.

-¿Por qué te pones nervioso? Sabes que todos van a estar felices por la llegada de un nuevo integrante a esta loca familia.

-Todos esperaban que Oli sea el primero en traer un pequeño a la familia.

-¿Y? Eso no tiene nada que ver, sabes que la tía Emily se va a volver loca de amor.

-¿Dices? – me preguntó inseguro.

-Por supuesto Dyl, no seas tonto, todos van a estar extremadamente felices, de verdad – le aseguré y él me sonrió un poco más tranquilo.

-Vas a estar ahí, ¿no?

-Como si tuviera opción – dije fastidiada, y aunque él supuso que estaba bromeando, era real, era la primera vez que me pesaba tanto ir a una comida familiar.

-Gracias muñe – me sonrió y yo le devolví la sonrisa.

-¿Kiara está feliz con el embarazo?

-Lo está, le está costando hacerse la idea de que va a ser madre, claramente ninguno de los dos lo buscó, dice que es muy joven para serlo, pero de a poco lo va aceptando – me aseguró.

-Dyl, de verdad no la presiones mucho con el embarazo, dale su espacio y también su espacio para expresarse, sobre todo si le está costando entender que está embarazada.

-Lo sé, de todas formas ella me dijo que está feliz y yo la veo feliz – me aseguró y yo asentí con la cabeza.

-No digo lo contrario, solo que sé lo intenso que puedes llegar a ser, por eso te lo digo, es un simple consejo.

-Gracias, siempre me hace bien hablar contigo para que pongas mis pies sobre la tierra.

-Deja de agradecer, para eso estamos los amigos – dije guiñándole un ojo, siempre me sabía tan amarga mi boca cada vez que utilizaba esa palabra con él.

-¿Cómo te lleva Tania? – me preguntó risueño y yo bufé.

-Acabaste de romper esta hermosa atmósfera de paz – él rió de mí y yo me sentí aún más molesta, Karen no paraba de hacerme la vida imposible y mi paciencia se estaba acabando cada vez más.

-¿Qué hizo ahora? – y mordió su labio para no reírse de mí.

-Hace lo que quiere, realmente lo que quiere, le dije que tiene una última oportunidad, el viernes tiene que dejarme el diseño de un libro de historia y si no cumple voy a tener que despedirla, siento que me toma el pelo todo el tiempo, no me respeta.

-¿Por qué dices que no te respeta? – me preguntó frunciendo su ceño.

-Porque jamás hace un diseño como yo le pido, me los entrega todos fuera de fecha o en el límite. John siempre termina ayudándola o haciéndole su trabajo, él cree que no me doy cuenta, pero John tiene su marca registrada – dije riendo.

-Vida todos te deben respeto, todas las personas en este mundo ¿entiendes? Y si realmente no te respeta, despídela, no puedes trabajar con alguien así, porque la empresa no busca a ese tipo de personas y sobre todo porque tú solo te mereces respeto.

-Gracias Dyl – le sonreí de costado.

El resto de la tarde pasamos riendo y recordando algunas historias de cuando éramos pequeños, olvidándonos de Kiara y ese bebé que llegaría en pocos meses, olvidándonos del mundo, siendo solo nosotros dos.

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Holaaaa acá les traje otro capítulo, sé que es corto, por eso antes del miércoles subiré otro capítulo. Espero les guste!

Las vueltas de la Vida [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora