Seis - Embarazados

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            Hoy era viernes, y eso significaba cena familiar, esta vez era en la casa de los tíos Arianna y Mark, ya estábamos todos reunidos y Dylan había llevado a Kiara, iban a anunciarles a todos acerca de su embarazo.

-Vida dale, cuéntame – dijo Dylan empujándome con su hombro para molestarme.

-Que te den – le dije mientras le enseñaba mi dedo del medio, él rió y sentí como a su lado Kiara también reía.

-Ya déjala amor, ella puede salir con quien quiera – dijo Kiara sonriéndome, yo le devolví la sonrisa, aunque era una falsa, no me salía el sonreírle de manera sincera.

-Yo solo quiero saber si alguien le rompió el corazón a mi primita – dijo mientras rodeaba con uno de sus brazos mis hombros, yo hice una mueca y me dejé abrazar. Hacía un tiempo que Dylan me decía que mis ojos habían perdido mi brillo, que estaban apagados, que yo misma estaba apagada, aseguraba que alguien me había roto el corazón y quería saber a quién tenía que golpear. Si él supiera que el culpable era él...

-Nadie rompió mi corazón idiota – le dije para golpear su estómago con mi codo y liberarme de su abrazo.

-Agresiva – me dijo mientras yo alzaba un hombro y me levantaba de donde estaba para ir junto con las tías y papá Logan.

-Tienes que dejarla en paz – escuché como lo regañó Kiara.

-Es que sé que algo le pasa, no me gusta que me oculte cosas – dijo bufando, y yo solo pude suspirar.

Mientras estábamos cenando pude notar los nervios que sentía Dylan, él buscó mi mirada y cuando nuestros ojos se conectaron le sonreí para tranquilizarlo mientras modulaba un tranquilo, él me sonrió agradecido y yo le hice una seña, indicándole que era hora, era hora de romper aún más mi pequeño corazón, si es que seguía existiendo.

-Hay algo que les quiero contar – dijo Dylan parándose y todos esperaron en silencio, él miró a Kiara y le tendió su mano para que ella también se pare – Kiara está embarazada, vamos a ser papás – dijo sonriendo y se escuchó un enorme silencio en la sala para después escuchar el grito de la tía Emily.

Necesitaba salir corriendo de esa sala, necesitaba ir a mi departamento y llorar como lo venía haciendo todas estas noches, estaba dolida, sentía como cada vez me costaba más respirar, sentía como mi corazón se rompía un poco más con el pasar del tiempo. Mire la sala una vez más y todos estaban turnándose para abrazar a los futuros papás, yo aproveché eso y salí hacia el jardín de la casa por un poco de aire, necesitaba estar en soledad, necesitaba una buena excusa para salir de esa casa cuanto antes y como si fuera una señal divina, John me llamó.

-Hola – saludé - ¿Pasó algo? – pregunté frunciendo mi ceño, sabía que él se había quedado haciendo su trabajo en la oficina, así que supuse que me llamaba por algo de la empresa, aparte de que no teníamos ninguna relación más de lo profesional.

-Hola Evie, sí, hubo un pequeño problema – dijo y escuché como suspiró – Necesito que vengas a la empresa – me dijo con voz penosa y yo sonreí, necesitaba salir de esa casa, y eso me había venido como anillo al dedo.

-Tranquilo, en veinte minutos estoy ahí – le dije y corté la comunicación.

Volví a entrar a la sala y miré como todos charlaban animadamente sobre la llegada del nuevo integrante a la familia, miré a papá Logan que tenía la vista fija en mí, él era el único de la familia que sabía mis sentimientos hacia Dylan, con su mirada lo único que hizo es que el nudo en mi garganta incrementara cada vez más, había sumado dos más dos y había entendido a la perfección mi cambio de actitud.

Las vueltas de la Vida [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora