Veinte - El día después II

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            La noche llegó y yo no me separé de Kath y Dylan, Kath había llorado casi toda la tarde, supongo que estaba comenzando a sentir la ausencia de su madre, si bien nunca estuvo mucho con ella desde que nació, Kath había salido de Kiara, supongo que eso significaba algo para la pequeña niña. Con Dylan intentamos de todas las formas posibles mantenerla contenta, y al final del día logramos que deje de llorar.

En este momento nos encontrábamos con Dylan y Kath en la puerta de la casa de mis padres, sabíamos que éramos los últimos en llegar, así lo habíamos planeado, porque era obvio que todos iban a preguntar por la ausencia de Kiara.

-¿Estás listo? – le pregunté cuando metí mi llave en la cerradura.

-Supongo – suspiró.

-Todo va a salir bien – le aseguré con una sonrisa y abrí la puerta. Kath estaba en su sillita totalmente dormida, Dylan la llevaba en una de sus manos y con la otra tomó la mía, enviándome una corriente eléctrica que recorrió todo mi cuerpo, e inconscientemente lancé un suspiro – Buenas noches – saludé a todos cuando llegamos, soltándome suavemente del agarre de Dylan, para después ponerme a saludar a todos.

Mientras saludaba con apretados y largos abrazos a toda la familia, que tanto había extrañado, vi como Dylan depositó la sillita de Kath en el piso y comenzó a saludar uno por uno.

-¿Cómo estuvo Miami? ¡Estas bronceada! – papá Logan me tenía rodeada con uno de sus brazos mientras me analizaba – Y estas con unas enormes ojeras – frunció su ceño.

-Estuvo genial, fui todos los días a la playa, salí algunas noches con Iri y acompañe algunos días a Jus a la construcción – resumí.

-Me alegra que hayas pasado lindo muñeca – me dijo papá Austin dejando un beso en mi cabeza – Pero te extrañamos mucho – yo sonreí y me deshice de los brazos de papá Logan, para acercarme a él y abrazarlo con fuerzas.

-Y yo a ustedes.

-¿Y Kiara? ¿Dónde está? – preguntó tía Emily y yo me separé de los brazos de papá, para mirar a Dylan, quien bajó su mirada y suspiró. Yo me acerqué a él y le di mi mano, intentando darle fuerzas.

-Se fue – susurró y todos lo miraron sin entender, seguramente porque no lograron escucharlo, yo apreté su mano y él me miró negando.

-Dylan – le dije y él suspiró, se aclaró su garganta y comenzó a hablar nuevamente.

-Kiara nos abandonó – dijo más fuerte y toda la casa quedó en completo silencio, vi como todos se miraron entre ellos, intentando adivinar si habían escuchado bien, intentando saber el verdadero significado de sus palabras.

-Co... ¿Cómo? – preguntó tía Arianna. Dylan suspiró derrotado y se sentó en una silla, vi como llevó su mano a su pelo y lo despeinó sin omitir palabras, me miró y sus ojos estaban cargados de dolor y lágrimas. Yo solo lo miré y volví a apretar su mano, era él quien tenía que contar todo, y de paso desahogarse, no me correspondía a mí contar nada.

-Ayer Kiara me dijo que se iba a la casa de una de sus amigas, me quedé solo con Kath, pasaron las horas y nunca volvió. Cuando fui a acostar a Kath en su cunita encontré una carta de Kiara donde me decía que no podía con esto y que se iba – suspiró y limpió una solitaria lágrima en su mejilla – Intenté contactarla, pero no pude, nadie quiso decirme donde está. Así que ahora somos solo nosotros dos – susurró lo último mirando la sillita donde Kath dormía sin saber lo que pasaba a su alrededor.

Vi como tía Emily llevó sus manos a su boca, impresionada. Todos estaban en completo silencio, intentando entender lo que Dylan les había dicho, nadie se movía, sinceramente no sabía siquiera si respiraban.

-Vos me lo dijiste Ev – dijo papá Logan en un susurro – Vos sabías que esto podía pasar – volvió a decir y yo negué con la cabeza, haciéndole saber que no era momento de hablar de eso.

-¿Por qué no nos llamaste hijo? – preguntó tío Liam parándose de su lugar para acercarse a su hijo y abrazarlo.

-Solo necesitaba a Evie – dijo dejándose abrazar por su padre, mientras me miraba.

-No estás solo en esto hijo – le aseguró su madre – Todos nosotros estamos para apoyarte y ayudarte ¿sí? No estás solo – volvió a repetir y lo abrazó con fuerzas, yo solté la mano de Dylan y caminé hacia mis padres.

-Tú lo sabías – volvió a decirme papá Logan en un susurro, yo solo alcé mis hombros.

-¿Cómo que lo sabía? – preguntó papá Austin, también susurrando.

-Hace un tiempo, Evie me pidió que hable con Kiara, porque ella notaba que no estaba entusiasmada con el embarazo – dijo Dylan, separándose de su madre, contestando a la pregunta de papi – Fue por eso que estuvimos peleados por unos días, porque ella me dijo una verdad que yo no quería escuchar – su voz derrotada rompió mi corazón.

-Eso ahora no es importante, ya pasó – dije luego de acomodar mi garganta para bajar el nudo que tenía allí – Lo importante ahora es que sepas que todos nosotros estamos para ustedes dos, y que a esa niña no le va a faltar nada – le regalé una pequeña sonrisa que él devolvió.

-Siempre tan perceptiva muñeca – susurró tío Liam y suspiró – Ev tiene razón. Pueden mudarse a casa, nosotros vamos a estar feliz de tenerlos allí, así podemos ayudarte.

-Yo me pediré unos días en el trabajo, así estoy con ustedes – le aseguró tía Emily con una enorme sonrisa.

-No – negó Dylan con la cabeza – Nos vamos a quedar en casa, compré esa casa para ella, para que crezca allí, así que no nos vamos a mudar, pero de todas formas se los agradezco.

-Amor, no digo que se muden de forma definitiva, pero al menos durante los primeros meses, son los más difíciles y estando solo va a ser más difícil – intentó convencerlo su madre.

-No ma, no quiero que se adapte a la casa de ustedes y después llevarla a otro ambiente. Tampoco quiero yo acostumbrarme a contar con la ayuda de ustedes y después estar solo – volvió a negar Dylan.

-Yo puedo mudarme con ustedes dos para ayudarte, al menos unas semanas – dije y luego me mordí la lengua con fuerzas mientras me daba la cabeza contra la pared en mi mente, ¿por qué hablé sin pensar? ¿Por qué era tan masoquista? Sabía que iba a terminar muy lastimada por hacer esto.

-¿En serio? – me preguntó Dylan con una radiante sonrisa, y yo asentí con mi cabeza, no podía negarme cuando había sonreído con sinceridad por primera vez desde que se había ido Kiara. Sentí la mirada de papá Logan y no quise mirarlo, seguro me estaba mirando con reproche.

-Gracias Vida – me dijo mientras me abrazaba con fuerzas, yo rodeé su cintura con mis brazos y suspire de forma inaudible, ya estaba comenzando a sentir las repercusiones de esto en mi corazón.

-Gracias muñeca – me dijo mi tía Emily cuando me separé de los brazos de Dylan, para después abrazarme ella.

-Cualquier cosa que necesiten saben que pueden contar con todos nosotros – le dijo tía Arianna a Dylan y lo abrazó. Después todos abrazaron a Dylan y le dijeron palabras de aliento.

Mientrasyo me senté en el sillón, pensando en lo que había dicho, pensando en lo queiba a pasar por hablar sin pensar, ahora conviviría con Dylan y ayudaría acriar a su hija. ¿Por qué no pensaba antes de hablar? ¿Por qué siempre corría asocorrerlo cuando no hacía más que lastimarme a mí misma?

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Perdooooon por haber desaparecido tanto, es que arranqué un nuevo emprendimiento y entre eso y la facultad me consumen casi todo mi tiempo. Espero les guste el capítulo. Gracias por leer!!

Las vueltas de la Vida [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora