Ámame [fragmentos oscuros]

{16} Asuntos padrales

Alexa.

Luego de horas por fin terminamos, llevamos a la mayoría con su familia y a las otras a sitios seguros donde tuvieran libertad de decidir qué hacer de ahora en adelante, he hecho tantos viajes que con mucho esfuerzo puedo mantenerme de pie.

— ¿Te sientes bien?— pregunta Drake al volver del último viaje.

— Estoy agotada es todo.— digo bajo, mi cuerpo está apunto de apagarse, gaste mucha fuerza.

Quisiera decir que cuando estoy a punto de derrumbarme Drake me sostiene evitando que caiga, pero esto no es una película de Disney y al final termino cayendo al suelo y Drake conteniendo la risa. Cuando se da cuenta que no estoy jugando y mis ojos empiezan a cerrarse por cansancio me levanta del suelo, estoy al borde de la inconsciencia cuando lo escucho hablar.

— Como le digas a alguien de esto le robo la espada a Demián y no la acabas.— amenaza.

— Cállate.— murmuro cansada.

— Voy enserio.

— Claro ya entendí, llévame a la habitación más alejada de él por favor— digo muy bajo y casi arrastrando las palabras, siento mis ojos cerrarse poco a poco.

Drake.

¡Ja! ¡Ilusa! Hasta cree que le haré caso, la llevo a la habitación frente a la de Demián.

Lo sé, soy pura maldad

La acuesto en la cama y salgo de ahí, siento que olvido algo... ¡mierda el niño! Voy a la habitación de Demián y lo veo sentado en la cama con la corcha en la boca.

¡Que asco! Creo que esa corcha se había mojado con pis. Se la quito de la boca y lo llevo a la cocina, ya se paso la hora de su biberón, se lo preparo y hago que lo tome. Lo recuesto en mi hombro y le doy palmaditas en la espalda, siento algo húmedo en mi hombro y resbalando por mi espalda.

— ¡Joder!

***

Van un par de días en los que Alexa me reclama por haberla puesto en la habitación frente a la de Demián, intento cambiarse pero soy más inteligente y cerré todas las habitaciones con llave y les puse una mini barrera para qué tampoco pueda transportarse a ellas, todo fríamente calculado para lograr su desesperación. Por otra parte Demián ya está mejor, según lo que veo ya no está molesto sino más bien arrepentido, ya paso a la otra fase de sus ataques donde se lamenta no poder controlarse y terminar dañando a las personas en este caso la víctima fue Alexa, él no le dirige palabra por qué de seguro piensa que ella terminará por golpearlo o rechazarlo, ella de vez en cuando lo mira esperando que se acerque, no creo que ella esté tan molesta con él.

A diferencia de ellos yo no me preocupo por asuntos sentimentales pero si por asuntos padrales

Que he dicho

Bien ignorando lo último, yo me he tenido que aguantar al niño los últimos días por que Demián aún no lo ha llevado a la casa hogar y yo por pendejo debo aguantarme al mocoso, los silencios incómodos en los desayunos y los insultos por parte de Alexa.

Demián.

No sé qué hacer, tampoco sé qué decirle, en los últimos días me convencí a mi mismo que Alexa no es como ella, me empeño en creer eso. ¿Pero ahora que? ¿Que se supone que le diga? Debe estar molesta conmigo y está en todo su derecho, he evitado a toda costa mirarla, lo más seguro es que me dé una mirada de desprecio como mínimo, hice mal pero no puedo ver eso en sus ojos.

Suelo ir a la montaña más cercana a pensar o hablar con mamá, mediante meditaciones de vez en cuando logro comunicarme con ella, suele ser cuando tengo problemas, ella me aconseja y me calma, era la mujer más hermosa que pude conocer, su sonrisa lo era todo, su voz siempre me relajaba y sus manos acariciando las mías para mi era como si un ángel me tocara, la extraño tanto.

Paso algunas horas más ahí, regreso a casa cuando ya oscurece, como siempre la siento a ella, últimamente siento su olor impregnado en todos los rincones de la casa, casi puedo verla sentada en el sofá leyendo y escucharla en el patio trasero entrenando, desde que llego eso es lo que hace, a veces la observo asegurándome de que no me sienta, es tan hermosa.

Dejo mi mente de lado y subo a mi habitación, miro su puerta y suspiro. A odiado a Drake desde que llegó por ponerla en esa, sonrió imaginándola enojada y diciéndole a mi hermano hasta de lo que va a morir, hasta así se ve preciosa, sus cejas fruncidas y labios moviéndose rápido y soltando insultos hacia Drake.

Entro a mi habitación y me ducho, me pongo solo unos pantalones de pijama y me acuesto. Me quedo dormido aún con esos ojos que tanto me gustan en mi cabeza.