Capitulo 6

32 9 0
                                    

Después de terminar de comprar, juguetes, comida, entre otras cosas al nuevo miembro de la familia recordaron que ellos aún no habían comido y que pensaron que probablemente la bandeja de comida de hace un rato ya debe haber desaparecido

-y entonces ¿qué vamos a comer? –Pregunta el castaño llevando la cama de Haru-

-pues ¿qué te parece hamburguesas? –responde con otra pregunta el ojiazul 

-Si me parece bien, tu ve pidiendo mientras cuidas a Haru y yo iré a guardar las cosas al auto ¿sí? –le dice el más bajo a su esposo dándole un beso en la mejilla para luego alejarse e ir al estacionamiento

-Ok amor –responde azabache viendo a su pareja alejarse para luego ver al perro- aish… eres tan lindo

Los minutos pasaron y Sam ya había terminado de guardar las cosas en la maletera del auto estaba terminando de ponerle el seguro cuando sintiendo un toque en su hombro izquierdo provocando un pequeño un susto en el ojigris pero se calmó al ver quien era

-oh hola Daniel… todo está bien?

-si… vi la entrevista de hoy… ¿entonces volviste con tu esposo? –pregunta un impaciente amigo mientras miraba por todos lados

-oh pues… si, así es, ¿no es grandioso? –dice el castaño viendo a su compañero extrañado por su comportamiento

-¿Por qué? Deberían haber terminado –dice aquel chico que ponía atención a las cámaras de aquel lugar para luego voltear a ver a la persona que amaba- y yo debería estar consolándote

-ok si… escucha, no estoy para esto ahora, estoy ocupado hablamos otro día ¿sí? –habla Sam ya con cierta incomodidad por su amigo- adiós Daniel –dice por ultimo para voltearse e irse por donde vino pero esas últimas palabras no fueron aceptas por aquella otra persona destrozada quien al darse cuenta de que no había ninguna otra alama rondando por aquel pasadizo agarro por detrás a su amor cubriendo su rostro con un pañuelo que contenía cloroformo

-quédate callado ¿quieres? –le susurra en la oreja aquel antiguo azabache que había cambiado su color de cabello a uno rojizo para no ser reconocido fácilmente por las cámaras, cuando noto que su víctima ya dejaba de forcejar y de tratar de gritar lo llevo con cuidado a una camioneta para minutos después irse con él al otro lugar que para este hombre seria su “nido de amor” con el más bajo

Este hombre se había dado cuenta que detrás de los otros autos una fémina había contemplado todo, no pudo reconocer al secuestrador pero si al secuestrado, aquella mujer subió las escaleras llegando al primer piso del centro comercial gritando para alertar a las personas en medio de eso pudo visualizar al esposo del castaño, quien tenía una mirada confundida cuando aquella mujer se acercó el

En el momento en que Jackson comprendió lo que había sucedido se dirigió a la comisaria junto a la testigo para levantar una denuncia y poner en marcha la búsqueda de su esposo

Por otro un ojigris estaba despertando por los rayos de sol que entraban por la ventana, las cuales algunas de ella estaban rotas, lo último que el recordaba era ver una mano colocándose sobre su rostro para después solo ver la oscuridad, ahora se encontraba en aquel horrible lugar, en cuanto intento ponerse de pie volvió a caer al suelo volteo a ver qué era lo que le impedía moverse y se dio cuenta de que sus manos estaban esposadas a un tubo de metal oxidado que estaba en una pared ya deteriorada por el pasar de los años, algo que también noto es que el paisaje que se veía por las ventanas no lo reconocía pero era mejor ver eso que aquel interior lleno de polvo y de moho debido a la humedad que lo acompañaba el sonido de unas gotas de agua cayendo de otro tubo y la sinfonía de pequeñas patas recorriendo el lugar o probablemente escarbando el suelo, el cual ya tenía varias grietas, el rechinido de una puerta interrumpió la vista del castaño, quien dejo de ver el paisaje del exterior para ver quien había entrado a la habitación

Después de la historia... ¿Viene el final?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora