Capitulo 11

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Mientras un azabache disfrutaba el aroma que esparcía el cuerpo de su pareja el castaño se disponía a decir las reglas del juego

-¿Estás jugando? Porque si es así yo también puedo hacerlo querido

-No me molestaría –murmura aun cerca de su cuello dejando una leve mordida en este-.

-Eres un tramposo –dice soltando un suspiro mientras le quitaba el acceso de su cuello a su esposo para poder ver la reacciones de su rostro que tanto le encantaba ver, acerca su mano hacia el pecho del contario bajándolo lentamente hasta llegar a su pantalón, una vez desabrochada aquella prenda se dispone acariciar aquel bulto que dejaba ver la tela del bóxer, mordió su labio ocultando un sonrisa triunfante al ver aquel brillo de lujuria tenía el mayor-.

-Bien amor, juguemos así –comenta con diversión para cargar al ojigris y llevarlo hasta la cama, una vez ahí con cuidado lo coloca sobre esta y se posiciona encima del menor-.

-Ja… ambos sabemos quién va a perder –suelta una sonrisa ladina y colocando un pequeño sobre los labios del hombre que amaba

Aquel pequeño beso se tornó lujurioso con el pasar de los segundos, un azabache mordiendo labio inferior del contrario consiguiendo un espacio para meter su lengua y dar una batalla contra la del menor, el menor quitándole las prendas sin separarse del otro, en cuanto la falta de aire hizo su aparición ambos se separaron dejando un fino hilo de saliva entre ellos, una pequeña risa se escuchó del más bajo quien oculto su rostro sonrojado en el cuello de su esposo y empezando a dejar besos en aquella zona que tanto extrañaba

-Yo aún recuerdo todos tus puntos débiles –comenta aprovechando la distracción de su esposo para toma sus pequeñas manos y poniéndolas detrás de la cabeza del dueño de estas, una vez que aquella vista había sido grabada en su memoria decidió volver a su acción anterior, dejar besos y mordidas en su cuello disfrutando como el cuerpo su presa se estremecía con cada pequeño contacto de ambos

-Que injusto eres, no puedo moverme –susurra tratando de controlar su respiración mientras alzaba uno sus pies tocando suavemente el miembro de su esposo notando que crecía y endurecía con el pasar de los segundos- Y eso que solo te había besado –ríe escuchando aquel jadeo de su pareja-.

-Es el punto pequeño –dice fingiendo no escuchar la broma de su esposo pero dispuesto a vengarse bajando sus besos a su pecho ya descubierto-.

-No te atrevas Jackson –advierte mordiendo sus labios tratando de no soltar ningún sonido-.

-¿Por qué? Es divertido tenerte a mi merced  de este modo –ríe viendo de reojo las reacciones del rostro de su esposo para luego seguir con su trabajo de esparcir sus besos con suavidad-.

-Te matare mañana por la mañana –amenaza mientras movía sus pies contra la cama-. ¡Deja de besar ahí! –habla entre jadeos en cuanto el mayor había tocado una zona sensible para el-.

-¿Dónde? ¿Aquí? –Pregunta con burla ignorando sus amenazas y dejando mas besos en aquella zona-.

-Aah~…Jackson hablo enserio, suelta mis manos –exige tratando de mover de sus manos- me las a pagar pervertido 

-Tú querías jugar ¿no? Agradece que no te esposé a la cama –habla soltando una carcajada regresando sus besos a los labios del contrario- oh vamos, deja de quejarte y disfruta un poco aunque sea

-Claro que lo disfruto –habla correspondiendo sus besos- pero no puedo creer que sea capaz de hacerme eso

-Tengo un par de esposas nuevas… y un lindo esposo con lindas muñecas para utilizarlas –sonríe de lado dejando besos en el cuello, ya sensible, del menor provocando más jadeos de este-.

Después de la historia... ¿Viene el final?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora