Los ladridos de un can hicieron que el mayor de aquella habitación empiece a abrir los ojos, sintiendo un leve dolor de cabeza, su mente estaba en blanco, mirando el techo trataba de recordar en que momento había regresado casa y en qué momento se quedó dormido… ¿regresar a casa? Ni siquiera recordaba que había salido, mira de reojo unas manos sobre su abdomen, aquella extremidad era extraña ante sus ojos o tal vez jamás se había detenido a ver las manos de su esposo, giró la cabeza para preguntar qué había pasado pero no pudo soltar ninguna palabra, sus ojos se abrieron más de lo normal, cerro otra vez los ojos deseando que aquel rostro que veía frente de él sea la persona que amaba, que aquellos cabellos rubios sea un nuevo estilo para un nuevo video y no aquel manager que decía ser su amigo pero aquel deseo no se cumplió, su “mejor amigo” estaba a su lado completamente desnudo durmiendo tranquilamente como si no hubiera cometido ningún error
-Mierda…no, ¡no!, ¡NO!, ¡MIERDA NO!
Hace tres horas…
El ojiverde bajaba las escaleras mientras se colocaba la corbata, aún tenía algo de tiempo así que podía ir a comprar las flores en la florería que a ambos les gustaba, estaba a punto de llamar a su esposo hasta que escucho el timbre, extrañado se acercó y después de mirar por el picaporte abrió la puerta
-¿Santiago?, ¿Qué haces aquí?
-Me dejaron plantado –ríe entrando a la casa sin ser invitado- y creí que lo mejor sería venir aquí y empezar nuestra reunión
-Bueno la verdad es que yo ya me iba, el concierto empezara pronto y Sam lo iniciara
-Solo será un rato, terminaremos rápido –dirigiéndose a la sala sentándose en el sofá – te parece beber algo, yo quiero vino
-Está bien, terminemos esto antes para que me pueda ir, traeré el vino –se dirige a la cocina revisando en los cajones buscando algún vino que sea pequeño para terminarlo rápido, poda decirle que podían hablarlo sin beber pero eso significaría gastar tiempo peleando por eso y así nunca saldría de la casa-.
-Sera rápido, no son muchas cosas de las que debemos hablar –dice acercándose al plato de comida de Haru para tirarla debajo de uno de los sillones individuales-.
-Aquí esta –colocando las copas sobre la mesa-.
-Oye creo que tu perro ya se acabó su comida, sí que debe tener hambre
-¿De verdad? –Confundido acercándose al plato del cachorro- es verdad, iré a llenarla –toma el plato y regresa con Santiago entregándole la botella de vino- ve llenando las copas, yo ahora regreso –se dirige a la cocina-.
-Está bien –sonríe colocando antes un polvo blanco sobre una de las copas para después agregarle el vino, en cuando que ambas cosas se habían juntado guardo aquel sobre con el polvo y sigue sirviendo el vino en la otra copa
-¡Aquí tienes pequeño! –regresando a la sala para dejar el plato de comida en su lugar y luego ir con Santiago sentándose frente a el- ahora si terminemos con esto
-Primero bebe un poco, estás muy alterado –sonríe entregándole la copa que contenía aquel ingrediente extraño-.
Con solo un sorbo el rubio sabía que al fin tendría a su amor platónico en sus manos, al fin podía demostrar que si quería algo lo tenía y que no importaba lo que debía hacer para conseguirlo
Actualidad
Aquel ojiverde traicionero abre los ojos asustado por los gritos que escuchaba, estaba en un sueño donde todo salía tranquilo, para él, era una falta de respeto que aquel sueño sea arruino por aquellos ruidos
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Después de la historia... ¿Viene el final?
RandomLa historia de una pareja casada que empieza a tener problemas, tales hasta llegar al borde del divorcio ¿Podrá el amor salvarlos de aquella decisión?