Capítulo 28

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Luego de un rato el auto se detuvo frente a un hotel que no estaba tan lejos pero tampoco tan cerca de la casa del castaño, iban a ir directamente hacia a aquel lugar pero sabían que ambos tendrían problemas si el casi hermano de uno de ellos se enteraba que uno de ellos ayudo a escapar al otro

-Gracias por dejarme aquí

-No hay problema, no quiero que Michael me mate ahora

-No tiene razón para hacerlo –habla mientras abría la puerta del auto- lo haría si nos acostáramos de la nada

-Me matarías tu primero si hago algo de eso

-Que yo sepa ahora no te estoy deteniendo –le guiña el ojo y se baja del auto- adiós Haru –sonríe despidiéndose del can quien veía como su otro dueño agachaba la cabeza mientras se mordía el labio inferior como si tratara de controlarse- duerme bien Jackson –ríe cerrando la puerta del auto para luego entrar al hotel-.

Pasaron al menos unos 40 minutos y el mayor de la relación ya había llegado a su casa, se echó sobre su cama esbozando una gran sonrisa, desde hace mucho tiempo no sentía algo igual, estaba tan sumergido en aquella felicidad que el sonido de su celular le dio un ligero susto, tomo el celular con tranquilidad para revisar quien le había escrito, era un mensaje de Sam, suponía que era un mensaje de buenas noches y así fue pero había algo más, la verdad es que esas palabras fue lo último en que se fijó ya que por unos segundos se quedó viendo aquella foto, de su ahora novio, donde estaba al borde la cama solo vistiendo la sudadera que tenía mientras que unas gotas de agua aún se veían sobre el cabello del menor; soltó una risilla recordando aquellos tiempos donde el mismo contacto le mandaba fotos así para molestarlo, pero como antes había dicho ya no era el mismo Jackson de la universidad, ya no le iba a reclamar por hacerlo sufrir de esa forma, en vez de eso se desabrocho el pantalón, bajo aquella prenda y se tomó una foto mostrando su masculinidad por debajo de la tela del bóxer 

-Admito que me sorprendió que me respondieras de la misma forma

-Te dije que cambie, ¿no?

-Tal vez hayas cambiado un poco pero aun así sé que tienes varias debilidades cariño, ¿quieres ver de que hablo?

-Te leo amor…  -escribe dejando su celular tratando de calmarse pero la poca calma se fue en cuanto el timbre de su celular sonando indicándole las nuevas fotos que le había llegado, fotos que mostraban partes del cuerpo de su pareja que tanto extrañaba acariciar

Así fue como empezó una batalla de imágenes, una guerra por ver quien cedía y decía que necesitaba más que un simple beso, lo que un chico de ojos grises no sabía es que mientras se tomaba su tiempo para tomar bien las fotos o deteniéndose a contemplar las fotos del otro, un azabache había aprovechado esos segundos para tomar diferentes fotos de forma rápida para después arreglar su ropa,  salir de su habitación y posteriormente de la casa; mientas Sam creía que Jackson estaba sufriendo en su habitación este ya estaba muy cerca de aquel hotel así que sabiendo que tenía todo a su favor quiso hacerle una broma al más bajo para ver qué es lo que haría

-Bueno amor que conste que tú me retaste, saldré de mi casa e iré para allá

-Ay que ternurita vendrá para acá…espera… viene para acá… no, no, no, no, yo quiero vivir –habla bajando de la cama para empezar a colocarse su ropa mientras soltaba algunas risas, ya sea por nervios o porque le parecía gracioso el imaginarse la cara que pondría Jackson al ver que ya no estaría ahí, al terminar de cambiarse salió de la habitación y entrar al ascensor revisando su celular con tranquilidad pues sabía que tardaría al menos un rato en que pareja llegara a este lugar, una vez llego al primer piso se dirigió al recepcionista para entregar su llave-.

Después de la historia... ¿Viene el final?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora