Capitulo 27

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En cuanto esos ojos de color gris se abrieron se encontró con sus dos amigos, ambos se veían muy preocupados, giro su cabeza con confusión tratando de recordar lo que había ocurrido, al voltear se encontró con aquella tristes paredes blancas, un suero conectado a su brazo izquierdo, al bajar la cabeza se dio cuenta que ya estaba con una de esas batas que tanto odiaba, ¿Cuánto tiempo había estado inconsciente?, regresó su vista a sus compañeros de trabajo para después intentar levantarse y quitarse las que cosas que le había colocado pero fue detenido casi al instante por sus amigos, sabían que en cuanto despertara iba a intentar escapar

-¡Suéltenme! ¡Quiero irme a casa!

-¡Quédate quieto! ¿Estás loco o qué? Te desmayaste y no reaccionabas

-¡No quiero estar aquí!

-¡Me importa una mierda! ¡Ahora cálmate! –Exige el mayor mientras sostenía al castaño de los hombros-.

-¿quieren callarse? Este es un hospital... Michael, nos van a botar si no te calmas y tu Sam, si no te calmas voy a hacer que sedan –amenaza aquel chico con pecas viendo como ambas personas se empezaban a calmar y dejar de forcejear- gracias... el doctor vendrá en un rato así que compórtense

-Que venga ya para que me deje salir de una vez... -suspira volviendo a recostar su cuerpo sobre la cama-.

-En cuanto vea tu historial médico dudo que te deje ir fácilmente

-Ya estoy bien, no necesito que me den un sermón 

-No estarías aquí si comieras como es debido, prometiste que te alimentarias mejor pero al parecer ha vuelto romper esa promesa... -no termino de hablar porque un sonido detrás de la puerta lo haba interrumpido-.

-A fin, ya llego el doctor, ahora cállate y abre la puerta

-Te juro que en cuanto te recuperes te golpeare –advierte el de ojos marrones para dirigirse la puerta y abrir- Sam... creo que tendrás que esperar un poco más al doctor –habla mientras se hacía a un lado dejando entrar a un azabache-.

-Si es Nahuel bótalo de aquí antes de que yo mismo lo haga –habla mientras trataba de alcanzar su celular que estaba en el sofá que se encontraba en el lado derecho de la camilla-.

-Hola Sam –habla ojiazul mientras se ponía frente a la cama de hospital junto a un can llamando la atención de aquella persona que estaba enferma-.

-¿Quién de...? ¿Quién te dijo que estaba aquí? –pregunta mirándolo de reojo mientras acercaba su mano ahora al cachorro que quería saludarlo-.

-Yo lo hice –habla Noah mientras le extendía el celular- si es cierto que la presencia de Jackson te tranquiliza lo mejor es que este aquí

-¿Quién te dijo que necesito calmarme?

-La mirada aterradora que pones ahora lo sugiere –comenta Michael acercándose con una leve sonrisa en sus labios-.

-Ya veo... -susurra para después levantar su cuerpo y empezar a golpear a su amigo con su almohada- ¡yo me largo de aquí! ¡Déjenme en paz! –empieza a gritar tratando de soltarse de los brazos de Noah, los cual le impedían levantarse por completo-.

-Sam me iré si te quedas quieto pero antes de eso quiero saber lo que dirá el doctor –indica acercándose al ya nombrado viendo como este volvía a echarse sobre la cama escapando de sus manos-.

-Bien... que venga ya el doctor entonces...

-Yo iré a buscarlo –termina de sujetar a Sam para después salir de la habitación e ir en busca del médico 

Varios minutos pasaron y nadie era capaz de soltar una palabra en aquella habitación, Sam trataba de poner toda su atención en Haru, no quería ni ver ni sentir el aroma de Jackson, Jackson tenía sus vista sobre los dos primeros, mas sobre su ex pareja, recorría cada parte de su cuerpo con su vista, sus manos le picaban, necesitaba abrazarlo pero sabía que no era el mejor momento ahora, sabía que Sam estaba tenso por su presencia, no quería ponerlo peor, por otro lado Michael solo era un espectador, le daba algo de gracia la escena que veía pero era mejor tratar de aguantar la risa o tendría que volver a soportar los golpes de su amigo; el silencio al fin fue interrumpido cuando la puerta se abrió y dejo mostrar a un peli naranja y a un hombre de una mayor de edad con mechones grises en su cabello

Después de la historia... ¿Viene el final?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora