Capítulo 21

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La noche ya había llegado y el concierto había iniciado, cantante tras cantante paso por el escenario saludando a sus fans y luciéndose lo mejor que podían frente a ellas, así fue hasta que ya llego el momento de un castaño, con mirada perdida veía como colocaban el piano en la plataforma y por primera vez dudaba en si presentarse o no.

-Debí insistir con quedarme a Inglaterra…

-Sabes que todas formas no te hubieran hecho caso, esto es un negocio para ellos y en algunas cosas tú no puedes llevarles la contraria además… ¿no crees que al fin podrás terminar con esto?

-Jamás podré hacerlo Michael y lo sabes, no podré olvidar lo sentí y lo que siento por Jackson como tampoco lograré mirar a Nahuel como una verdadera pareja –habla con su mejor amigo sin saber que detrás de ellos aquella persona que había nombrado estaba detrás de ellos- ya tengo que salir, vete de aquí –se acercó a la plataforma y a medida que elevaba hacia el escenario principal sentía sus manos sudar y un escalofrío por todo su cuerpo, los nervios que siempre sentía en cada presentación no se comparaban a los que sentía en aquel momento-.

El lugar se llenó de un profundo silencio que fue interrumpido por el sonido de las teclas, los fans, los reflectores y las cámaras eran testigos de aquella palabras que se escuchaban junto a la melodía que soltaba aquel instrumento, cada persona que era capaz de escuchar aquella canción podría tener en su mente dos cosas, el recuerdo de un viejo amor que quería olvidar y la pregunta hacia el compositor que estaba frente, que era “¿aún no lo olvidas, verdad?”, se escuchaba como el cantante hablaba de cada detalle de la persona que aun amaba y de cómo se sentía la vida junto a él, se escuchaba sus ruegos, que pedían que al día siguiente, que al despertar, todo haya sido un mal sueño, sus preguntas del porqué había terminado de esta terminado de esta manera y por último el pedido de que si su antiguo compañero de vida se sentía igual de triste, si sentía en la soledad, si sufría como el, que hiciera el esfuerzo de olvidarlo, era un deseo de su corazón porque creía que al menos eso le ayudaría con el peso que llevaba consigo.

Las personas de aquel lugar no eran los únicos que sufrían con el pasar de la canción, la gente que estaba detrás de una computadora, laptop o celular también lo hacían, en especial uno, Jackson Clarke, en aquel sofá se desahogaba mientras veía a su pequeño lucirse en el escenario, mientras lo escuchaba tocaba su anillo y acariciaba al can que ladraba y movía la cola en forma de alegría al escuchar la voz de uno de sus dueños

-¿Deseas que te olvide?, no lo hare, nunca lo hice, me niego desde el primer momento en el que te vi…

Después de tanto tiempo volvía a llorar, los primeros días en que había alejado de Sam no podía soportar en la casa, la habitación en donde dormían, el sillón en donde veían sus películas, incluso la cocina le traía algún recuerdo de su amado y esos recuerdos que en aquel tiempo felices ahora eran como cuchillas que lo atacaban sin previo aviso, pidió a su padre que le ayudara a conseguir otro lugar donde vivir, invento cualquier excusa para salir lo más rápido de ahí, ni siquiera fue capaz de sacar algo de ropa, dejo la casa intacta, trato de volver iniciar su vida pero sin darse cuenta tenia atado a su tobillo el fantasma de su antigua relación
En su mente siempre recorría un recuerdo de los primeros meses que estaba casado, en uno de sus proyectos le habían pedido que creara una canción que hablara sobre una ruptura, por varios días no había podido escribirla, tampoco quería pedirle ayuda a su esposo ya que sabía que estaba ocupado en otras cosas pero al pensar en su pareja y en algún problema que podía pasar en el futuro que destruyera su relación logro formar un nudo en garganta y corazón, con esos sentimientos de angustia, impotencia y pena logro escribir aquella canción y sin saber describió con exactitud las cosas por las que pasaba
La canción había terminado, hubo un minuto en silenciado, las pantallas enfocaban al castaño, quien tenía la cabeza hacia arriba tratando de no cerrar los ojos a pesar de que aquellos le picaban no quería que lo vieran soltar aquellas lagrimas que creía que podría controlar, sus fans empezaron a aplaudir y a felicitarlo, entre halagos y neblina falsa desapareció del escenario. Una vez que llego junto a sus compañeros, tomo un poco agua y se limpió el rostro mientras respiraba hondo, en medio proceso de relajación un chico de ojos negros abrió la puerta del camerino iniciando un escándalo sin importar quien estuviera ahí.

Después de la historia... ¿Viene el final?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora