Capítulo 15: "Tranquila, solo es sangre..."

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Habían pasado más o menos dos años desde la última vez que hablé con Louis Pratt. Sabía que su negocio había tenido éxito. Pero no me volvió a llamar, ni yo a él. ¿Por qué? Simplemente, pensé que estaba ocupado rehaciendo su vida. Por esto es que su llamada me desconcertó un poco. ¿Por qué llamarme a éstas alturas de la vida?

-¿Louis?-atendí y me subí al taxi.

-____, querida, ha pasado mucho tiempo. ¿No?-respondió.

-Desde luego-reí-. ¿Qué tal va la joyería?

-¡De maravilla!-exclamó contento-. Y exactamente por eso te llamaba. Gracias a tu ayuda, he salido adelante y quiero recompensartelo.

-¿Cómo crees? Ya me has pagado la deuda. No me debes nada, en serio.

Era cierto, ya había pagado. No había necesidad de que me "pagara".

-Estoy en la empresa de tu madre, hablé con ella y me dijo que tú llegarías dentro de poco. Así que te estoy esperando en tu oficina.

-¡Perfecto entonces! Llego en unos 10 minutos-respondí-.

-Aquí espero-dijo y colgó.

El taxista me llevó al edificio. Pagué y agradecí. El señor me dijo que era muy amable. Nada que ver con las personas de la "clase alta". Volví a agradecer y me fui. Entré, subí hasta mi piso y cuando el elevador abrió sus puertas, lo primero que vi fue a Charlotte dando vueltas. Quería saber en qué andaba.

-¿Qué haces?-pregunté sin más.

Se sobresaltó.

-¡Ah! ____, ¿por qué no había llegado? Tiene varios pendientes-masculló-. Además alguien ha venido a verla. Apresurese.

-Oh, ya recordé... Perdón, Char. Prometo ser más responsable. Mándame todo a mi mail-dije y entré a mi oficina.

-¡Louis!-exclamé-.

-___, te ves tan adorable como siempre.

-¿Qué te trae por acá?-pregunté.

-Como te dije por teléfono, te quiero pagar por toda tu amabilidad. Y por eso te he traído esto-mencionó y sacó una cajita azul.

-Ay, no tenías que molestarte-dije.

Me senté en mi escritorio y tomé la cajita de sus manos con gentileza. A simple vista, era una caja pequeña, de color azul. No pensaba mucho. La abrí. Era un precioso broche de oro blanco. Adornado con unos diamantes de distintos tamaños y formas.

-¡Es precioso!-chillé.

-Pero claro que lo es, es de mi línea súper exclusiva de broches. No la he lanzado, pero quiero que tengas el primer broche que diseñé.

-Dios, muchas gracias-repetí y me acerqué a él para darle un abrazo.

Me acordé de mis amigos.

-Quiero siete más-dije tranquilamente.

Sus ojos denotaban curiosidad.

-¿Para para qué tantos?-preguntó.

-Tengo a 7 personas que sé que los van a usar.

Recordé la carta. Esa persona seguramente sabía que yo iba a ir con los chicos al evento del sábado. Aunque este plan fuera horrible, iba a poner dispositivos GPS en los broches. Sí, muy mal, ¿eh? Pero no tenía opción. Mejor prevenir que lamentar.

[[Fin de Flashback]]

¡Sí, el broche! Espero funcione. En unos momentos caería una notificación a mi teléfono y al de los chicos. Dejando las coordenadas de este lugar.

Una Amistad de Casualidad ||BTS y ___||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora