Hunters Of Eternal Olympus

Capítulo 2:

—Alguien llegó —Lucy aparece repentinamente al lado de Norman causando su miedo, su temor en esa enorme oscuridad.

—¡AH! —tan pronto como Norman grita de la sorpresa, agita el sartén que ya tenía en mano, logrando darle un fuerte golpe en la cabeza de Lucy sin saber de quién es esa silueta.

Eso duele.

—¡AY! —exclama la chica llevando una mano a su cabeza la cual duele más de lo imaginado. La luz vuelve con más intensidad causando que Norman note quien es esa persona—. Me golpeaste... —la chica retira su mano de su cabeza viendo su mano la cual tiene sangre; sin tardar lleva la mirada hacia él mostrándose muy molesta—. ¡Me golpeaste con un sartén! ¡Y A UNA MUJER!

—¿Eres mujer? —pregunta sarcásticamente haciendo enfurecer a Lucy, mientras sostiene una sonrisa burlesca en su rostro.

—¿Eres mujer? —le repara utilizando una voz aguda—. Obviamente, maldito ciego del demonio. ¿Tantos años tienes para no ver nada? —observa a sus costados con sigilo.

—Con esa capa de ancianita que usas ni siquiera se sabe lo que eres —pronuncia él sin importancia, hasta que Lucy toma una cacerola para darle en la cabeza de Norman, quedando ambos iguales en dolor.

—¿¡QUÉ TE PASA MALDITA LOCA!? —Lleva ambas manos a su cabeza— ¡AY!

—¿Qué es lo que sucede? —Rebeka llega en el momento más justo impidiendo esa matanza entre ambos.

Ambos rivales comenzaron a largar explicaciones, palabras sobre las palabras del otro, logrando así una comunicación inentendible para Rebeka y un dolor de oídos adicional. Ambos mueven sus manos en forma de explicación cosa que provoca arrepentimiento en ella.

—Se acercan —aparece repentinamente Yoshisune, mostrando una expresión seria y preocupante siendo la primera vez que muestra esa expresión.

—Bien, tú y yo iremos a ver qué hay en ese bosque —Norman señala a Yoshisune haciendo que ambos comiencen a caminar hacia la salida.

Ambos hombres salen del instituto siendo ya media noche, desde ese lugar se pueden apreciar una hermosa cantidad de estrellas más una enorme luna llena que ilumina un oscuro bosque. Entre ellos solo hay silencio al tener ambos, los sentidos alertas ante cualquier circunstancia, cada ruido y paso que dan es totalmente desconfiado ya que por alguna razón Norman no habría sentido ninguna alerta en su poderosa magia, a menos que esas criaturas ya estuviesen en el bosque.

«Si la magia no funcionó, debe ser porque esas criaturas ya habitan estás tierras. Sabia que su bajo valor me traería problema»

Piensa Norman al estar delante de Yoshisune, ya que es responsable de todas las vidas que lo acompañan. Sumergido en esos pensamientos, repentinamente se percata de unos fuertes sonidos de galopes, como si de una carrera de caballos se tratase. Ambos alertas, se quedan inmóvil esperando lo que sea que se esté acercando.

—Maldición...

†††

—¿Y ahora qué? —pregunta Lucy jugando con un vaso de vidrio al estar sentada cerca de la larga isla de una cocina americana.

—No lo soporto —Rebeka dice saliendo de sus pensamientos negativos y preocupación que los origina—, iremos con ellos.

Lucy queda en silencio al sentir como algo raro y casi doloroso recorre por sus venas, en su pecho se puede sentir esos latidos casi apresurados por una opresión que sorprendentemente aparece en un momento menos indicado. Su mandíbula se tensa bajo esa gastada capa que cubre todo de ella, ya que lo que menos quiere es que su apariencia traiga problemas.