Capítulo 29:

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—Pásame 2,5 ml de mercurio y 1,2 ml de cesio —el señor Wayland habla con seriedad al tomar los signos vitales de la paciente que aún está inconsciente sobre esa camilla de experimentos.

—Sí —Norman se acerca con rapidez hacia esos estantes donde se encuentra con miles de líquidos.

Él toma cada frasco que le parece conocido al tratar de disimular que sus pensamientos están tomando el control de esa cabeza, al solo pensar que haya tenido el poder de detener sus recuerdos logra sacar la preocupación en él, y más aún al estar ayudando a personas ficticias que causaron un problema en Lucia. Moviendo su cabeza de lado a lado, toma dos jeringa de 10 ml para luego tomar las medidas pedidas.

—Aquí están —Norman le entrega esas jeringas a su padre causando que el señor Wayland desconfíe de esas sustancias, por lo que comienza a tomar sus detalles.

—Norman, mejor ve con tus estudiantes —el anciano apuesto dice con neutralidad al largar esas jeringas sobre una mesa de metal.

—Te soy de ayuda.

—Eres de ayuda si quieres matarla. Esas no son las sustancias que te pedí, es genética mutada para asesinar —explica haciendo que Norman dirija la mirada hacia Lucia.

—Trátala bien —es lo único que dice su hijo al salir de esa habitación llena de elementos de vidrio que contienen líquidos únicos.

El señor Wayland se coloca su larga bata blanca junto con esos elemento que ayudan a su protección al manipular sustancias peligrosas para él. Sus manos se mueven con profesionalismo al inyectarle varios líquidos ya que no es un humano, sino una híbrida. En otra parte, Norman, entra a la habitación sin su alumna menos preferida, pero con la cabeza llena de pensamientos negativos y preocupación que no afectan a sus expresiones.

—¿Cómo está Lucia? ¿¡Cómo se encuentra!? —Rebeka pregunta alterada al acercarse a Norman, el cual los mira con neutralidad.

—Responde, por favor —Zero es el siguiente en hablar.

—Esta siendo revisada por mi padre —responde al observar a cada uno de esos rostros preocupados—, avisará cuando esté consciente o encuentre el problema —al terminar sus palabras se percata de que deprime más al grupo, y eso no es bueno en este momento—. No se preocupen, hierba mala nunca muere.

—No entiendo como puedes decir eso —Zero pasa por su lado al salir de la habitación.

—Ha estado maldiciendo durante todas estas horas —con esas palabras de Rebeka logra que Norman se percate de que ha pasado mucho tiempo con ella—. La aprecia demasiado.

—Terminará despedazado —dice al cerrar sus manos en puños ya que esas palabras de “aprecio” no le simpatizan viniendo de Zero.

—¿Qué? —Rebeka pregunta al no entenderle.

—Que terminara llorando, después de todo Lucia no es una mujer fácil —suspira con pesadez—. ¡Presten atención! Desde hoy ocuparemos el tiempo en cosas sencillas, siempre y cuando estén dentro de este castillo. Cuando Lucia se recupere volveremos al instituto.

—Entendemos —agrega Yoshisune al recostarse en su cama con desánimo—. Iré a dormir, después de todo recordar y estar a punto de morir quitaron mis energías.

—Yo daré una vuelta —Abby habla al caminar hacia la salida.

—Bien, trataré de ordenar este lugar —Rebeka da media vuelta y se dirige al baño.

El líder camina con rapidez por esos anchos pasillos al tratar de llegar a la habitación de su ángel guardián, detiene su paso al estar enfrente de unas enormes puertas marrones, la cual golpea delicadamente para terminar ser abiertas por su dueño. Norman pasa por su lado con rigidez mientras Alex cierra la puerta a sus espaldas.

Hunters Of Eternal OlympusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora