Hunters Of Eternal Olympus

Capítulo 15:

—¿Qué quieres de beber, Lucy? —Rebeka posa su brazo sobre los hombros pequeños de Lucia al ser de baja estatura.

—Quiero un marti-

«Ten cuidado con un Shinigami» 

Esas palabras llegan a su cabeza haciendo que esa sonrisa que mantenía en su rostro, desaparezca en menos de un segundo. Su expresión poco se nota bajo esa bufanda que cubre su boca, nariz y la mitad de sus mejillas, que se comienzan a tornar rojas por el alcohol. Su mirada pasa a su amiga Rebeka notando que el alcohol le está afectando demasiado, dirige su mirada hacia Yoshisune y Zero, los cuales bailan con unas normales un poco descubiertas en sus vestimenta.

«Maldición, esto solo me pasa a mí...»

—Ya no quiero nada… —añade en un suspiro pesado al hundir ambas manos dentro de su chaqueta de cuero—. Rebeka será mejor que volvamos al instituto.

—¿Volver? ¡ESTÁS LOCA! —grita largando una carcajada estruendosa al mismo momento en que recibe esa botella de vodka en sus manos—. ¡Gracias, muñeco! —añade con una leve sonrisa y un guiño de ojo que provoca una sonrisa seductora de parte del barman—. ¡Lo que pasa, Lucy, es que eres tan antipática que ni siquiera te das cuenta de que dañas a los demás! ¡Deja que nos divirtamos una vez en nuestras eternas vidas! —agrega demostrando que el alcohol ya fluye por sus venas.

—Mañana te arrepentirás de lo que dices —Lucia añade sin rencor alguno u ofensa, más bien lo dice en un pesado suspiro tratando de suponer lo de mañana.

Observando que Rebeka se encuentra tan alocada como los demás normales, deja ver como Yoshisune tiene experiencia en el consumo de sake, mientras Zero se modera en beber, cosa que le genera alivio a la muchacha. Con tranquilidad camina con cuidado entre las personas hasta llegar a las escaleras donde comienza a subir escalón por escalón hasta llegar al segundo piso, y al no escucharse la música tan alta, se dispone a cerrar sus ojos concentrándose en una aura especial. Algo especial.

Puede observar oscuridad, unas tres auras conocidas que irradian un color especial, lo demás son auras muy similares y pocos potentes por lo que sabe que son normales. Todo tranquilo hasta que algo provoca un respingo en ella, junto con una gran sorpresa que sería capaz de detener su corazón, sus ojos se abren pudiendo ver a un joven de aproximadamente 1,88 de altura, cabello reluciente por un gel que resalta su cabello castaño oscuro que se encuentra inmóvil, unos ojos cafés se encuentran observándola profundamente, un aroma a mar, a playa u océano llega a sus fosas nasales causando cierta tranquilidad.

—¿En busca de un acompañante? —él decide hablar utilizando una voz ronca, tranquila y seductora a la vez.

«Es él...» 

—No, gracias. Con su permiso —su mirada mostrando más que decisión decide caminar por su lado, sin saber que un agarre en su brazo se haría presente.

—No los pierdas de vista… —éste personaje murmura al mismo momento que su mano se arrastra con lentitud dejándola libre.

Lucia sin dirigir una mirada hacia él, opta por caminar con severidad hacia esos escalones para bajar con rapidez, pudiendo notar como la música causa que sus propios pensamientos se encuentran sin voz ya que esos parlantes tienen más potencia de sonido. Su mirada va directamente a esos tres amigos suyos, ya que los otros dos había podido observar que se marchaban; nada podía observar fuera de lo común.

—Yoshisune… —ella se acerca a ese zorro de apariencia humana que se encuentra bailando con una enorme sonrisa—, Yoshisune… —toma de su chaqueta para jalar un poco de ella, así pudiendo llamar su atención.