Hunters Of Eternal Olympus

Capítulo 3:

—Ho-hola, soy A-abby Yoshida —se presenta sintiendo temor ante esas raras personas— so-soy un... ah... Un ángel caído... —oculta su pesar tras una leve sonrisa al igual que oculta su dolor de tener solo una de sus alas.

—Mucho gusto, soy Yoshisune Genji y soy un Kitsuné —sonríe él mostrando amabilidad a esa persona quien desde el primer momento sintió apego.

—Mi nombre es Norman Wayland, líder principal del instituto —agrega con amabilidad sosteniendo la seriedad por su diplomacia—. Te doy la bienvenida personalmente a nuestro hogar. Antes de todo quiero saber si te quedas a formar parte de nuestro grupo. Tengo papeleo que hacer.

—Sería un honor —dice la nueva integrante sintiendo que a pesar de todo, pudo conseguir cuidados.

—Bien, en ese caso comenzaré a hacer los chequeos y etcétera —el líder añade con neutralidad.

Los cuatro comenzaron a hablar y conocerse entre ellos mismos, hasta incluso preguntaron sobre la vida de Abby quien con indirectas les dio a entender que sería mejor aguardar un tiempo para su terrible situación. Sin importar, continuaron con sus charlas hasta que ambas puertas enormes de ese lugar se abren dejando ver a una integrante bañada en sangre.

La sorpresa retumba en todos y más en la nueva persona quién con temor observa desde lejos sin poder sostener la mirada por demasiado tiempo. Lucia actúa normalmente ante esas personas teniendo ocultos sus propios pensamientos ya que sin poder evitarlo podrían ser leídos por una persona indeseada. El silencio provoca un ambiente tenso, incómodo y hasta incluso mortal.

—Lucy... ¿Es-estás bien? —pregunta Rebeka con preocupación ya que esa sangrpe aún seguía fresca y de cierta manera provoca algo en ella.

—Sí, estoy bien —responde con su acostumbrada neutralidad— ¿Quién es el ángel caído? —pregunta sorprendiendo a la nueva chica y a sus compañeros por esa información.

—Es Abby, Abby Yoshida —se adelanta Yoshisune con una enorme sonrisa y una leve risa viendo a la nueva joven—, es muy tímida.

—Mu-mucho gus-gusto —tartamudea con timidez sumándole temor por esa espantosa cantidad de sangre en su cuerpo.

—El gusto es mío —añade ella pasando una mano por su cabeza dejando una mancha de sangre en esa zona—. Me iré a cambiar, no tolero este horrible olor.

—¿Horrible? Pfff —Norman ríe sarcásticamente— Estabas loca por ese olor, ahora te repugna.

—Psh, no es asunto tuyo —con sequedad agrega dirigiendo la mirada a la nueva quien solo mira el suelo— ¿Le temes a la sangre?

—Por algo me desterraron... DIGO... —se comienza a poner nerviosa— N-no me mo-molesta.

Repentinamente Lucy achina sus ojos y Norman tras ver que ella lo hace sospechando algo. En silencio Lucy desaparece dejando a esos cuatro en silencio, unos pensando en que le sucedió y otros pensando en qué sucederá en un futuro.

—No le hagas caso, siempre fue mal humorada —Yoshisune agrega con media sonrisa—. Por cierto, ¿qué les pasó a tus alas?

—Yo... Ehm... Pues... Fu-fueron cortadas y me es imposible sanar...

—Pueden crecer —añade Rebeka con curiosidad.