Capítulo 28:

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Sus recuerdos son la cosa más oculta que pueda tener en su memoria. Palabras, rostros, nombres y acciones podrían hacer que ese grupo se dividiese de la forma más rápida. ¿Quién quiere que los demás sepan todo de uno mismo? Nadie. Los recuerdos son los que se guardan para uno mismo, y ella, no había establecido una verdadera confianza para revelarlo todo.

—No lo haré —Lucia se murmura para si misma mientras su cuerpo se transforma en como era en su niñez.

El corto cabello blanco de ella comienza a crecer de manera inesperada, llegándole hasta los pies mientras que sus alas aparecen de manera muy diminuta a las que ya poseía, los ojos mieles pierden su brillo al sentir derrota ante esos recuerdos. La remera y pantalón blanco se achican acorde su estatura, dejando ver a una delgada niña.

—Déjate llevar —Norman le dice con una sonrisa al tratar de indagar en esos recuerdos de esa extraña chica—. Duérmete —le susurra en su oído recibiendo la mirada sin vida de esa niña, provocando un sentimiento extraño dentro de él.

—Lucia… —Rebeka se acerca a ella, la cual se encuentra en silencio—. Todos tenemos secretos, sin embargo, hemos dejado que nuestro grupo los sepa. Es vergonzoso que sepan tu pasado, pero es lo que eres y no debes avergonzarte. Nosotros te apoyaremos.

—Es cierto —Abby dice con una sonrisa—. No fue fácil para mí, y agradezco que no me preguntaran nada —ríe levemente.

—Te apoyamos —Yoshisune se acerca a ella con una enorme sonrisa.

—No te reprocharemos nada, mi lady —Zero agrega al posar su mano en el hombro de ella.

—No me interesa, no permitiré recordar esos momentos —Lucia se esfuerza por tratar de mantener esos ojos abiertos mientras camina de un lado a otro.

—¡Que terca! —Norman grita esperando esos recuerdos con ansias.

—No lo haré. No lo haré. No lo haré… —un bostezo se hace presente causando que sus ojos se cierren y no vuelvan abrir ante ese bostezo mientras aún se mantiene de pie.

—Se durmió…—Yoshisune dice al verla que ya ha caído al suelo.

—No, sigo despierta —ella responde sorprendiéndolos.

—Mientras te resistas será peor —Norman agrega al llevar ambas manos a su cintura.

—No me… impor-

El silencio es escuchado, sus respiraciones son las únicas que se encuentran en susurro mientras ese blanco lugar es remplazado por una total oscuridad, de repente un destello se hace presente en ese negro y oscuro lugar. Los espectadores quedan atentos a esa luz, por lo que Zero toma a Lucia entre sus brazos para alejarse junto con los de su grupo, ya que si interfiere podrían causar algún daño psicológico.

La niña se hace presente, se coloca de pie al haber estado sentada en esas enormes rocas que poco a poco deja ver un paisaje apocalíptico que pertenece al mismo infierno. El cabello de la niña brilla en esa oscuridad, así como el de esa brillante luz que no deja ver su rostro. Inesperadamente un personaje aparece en esa escena, un hombre alto con alas enormes cubiertas de piel comienza a intimidar al resto de los seres que aparecen a su alrededor.

Las miradas ajenas irradian un sentimiento negativo hacia ellos, la niña es observada con ojos llenos de odio, traición y sin duda algunas de rencor al ser de otra sangre que no pertenezca a ellos. La niña muestra que convive en ese reino de las tinieblas mientras su padre le trata de enseñar a volar, pero sus pequeñas alas no la dejan.

—Lucia —el padre de ella habla con voz intimidante al estar enfrente de un apuesto y serio hombre—, el es mi medio hermano, se llama Dante Evans y ocupa el puesto de Hades.

Hunters Of Eternal OlympusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora