Hunters Of Eternal Olympus

Capítulo 18:

Los pasos de Norman avanzan con lentitud hacia esas pulidas puertas de maderas que resaltan en ese enorme castillo moderno, que brilla a las orillas del mar; un hermoso pastizal lo rodea dejando ver que en su frente hay una enorme fuente y un camino asfaltado para los visitantes, los cuales solo pueden ser personas de alta clase, institutos y familia. Una joven muchacha abre la puerta dejando paso a los invitados al interior del palacio.

Rebeka es la primera en bajar en silencio, detrás baja Lucy, Zero, Abby y Yoshisune. Los seis se reúnen en esas puertas para entrar con respeto y cabeza en alto. La joven sirvienta los invita a pasar y los guía con lentitud ha una habitación donde toman asiento en un largo sofá de color blanco, pudiendo notar que la decoración es muy refinada, llena de elegancia y gracia, además de poseer toques de modernidad.

—Buenas tardes, instituto Hunters of Eternal Olympus... Es largo. —Una señora de avanzada edad, delgada como modelo y de cabello suelto se acerca a los invitados con su traje color marfil—. Sean bienvenidos.

—Muchas gracias —agrega Norman al colocarse de pie, y los demás tras él ya que ni siquiera saben que hacer.

—Dígame su nombre, señor —la mujer toma asiento detrás de un escritorio.

—Norman Wayland, para servirle —añade de un suspiro al notar unos ojos enormes en la señora—. Sí, cuarto hijo de los Wayland —agrega confirmando la duda y sorpresa de la mujer, sin saber que los demás (a excepción de Rebeka) también se encuentran sorprendidos.

—Bienvenido, mi señor —ella habla con más respeto al tener que trabajar para su nuevo jefe—. Soy la secretaria Emma Wald, la encargada de responder sus preguntas y de guiarlos a cada lugar a tiempo. Primero me tomaré la libertad de añadir, que en un día como hoy, el baile de comienzo de victoria se dará esta noche en el gran salón, desde el baile se tomaran en cuenta tres días de actividades matutinas junto con la familia Wayland, en persona. Al finalizar los tres días, se dará un baile de despedida y cada quien partirá a su residencia. ¿Alguna pregunta?

—Con eso bastará, muchas gracias. Solo háganos el favor de guiarnos hacia las habitaciones, señorita Wald —él añade con su acostumbrada neutralidad sin ser poco caballeroso.

La señora, con una sonrisa de oreja a oreja, camina por unos pasillos decorados finamente en sus paredes y adornados por armaduras plateadas en sus orillas además de armamento que seguramente solo son de decoración.

Los seis detienen sus pasos donde la señora lo hace manteniendo una sonrisa, ella abre una puerta de madera blanca dejando ver una habitación grande con tres camas a la derecha y a la izquierda de esta, un enorme ventanal que casi hace desaparecer la pared frontal, hay una puerta en el extremo de la pared izquierda y otra en la derecha, mientras en medio se encuentra una pequeña mesa y sillones a su alrededor.

Es una típica habitación de millonarios.

—Aquí será la habitación de su equipo. Les sugiero que se den un baño y luego se vistan con las prendas que se encuentran en la puerta derecha, allí verán que cada prenda posee su nombre.

»Dentro de unos treinta minutos enviarán el almuerzo a la habitación. Los buscaré dentro de una hora para comenzar la primera actividad —añade la señora con amabilidad.

—¿No comienzan mañana las actividades? —Norman pregunta algo confundido.

—Las actividades al aire libre —ella sonríe para cerrar la puerta y desaparecer.

—No está tan mal… —Zero añade con un bostezo mientras deja su espada sobre una de las camas.

—¡El armario! ¡El armario es un sueño! —Rebeka estalla de felicidad al estar dentro de la puerta derecha.