Capítulo 24:

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En dedicación al creador del personaje: Norman Wayland. Dedicado a Máximo Rivera por su esfuerzo...

Sus ojos se abren al sentir la calidez del sol en sus rostros, el amanecer se hace presente entre esos inmensos arboles de algún bosque, que alberga en la memoria de uno de los integrantes del instituto 10. Poco a poco, sus dedos de la mano, comienzan a tomar movilidad en cada uno de ellos, sus ceños se fruncen al chocar con la inesperada claridad, un gemido se suelta silencioso al despertar. La movilidad de sus cuerpos es tomada, y Rebeka es la primera en llevar una mano a su cabeza al mismo momento en que se sienta en esas verdes y mojadas hierbas.

—Duele… —murmura al notar que está rodeada de árboles de enormes y variadas estaturas.

A su lado derecho se puede notar como Zero es el siguiente en que repite su acción, luego de un minuto se une Abby y Yoshisune, para luego de treinta segundos más, Lucia, sea la que se comience a quejar.

—Ay… —alarga la palabra con pereza al sentarse mientras lleva ambas manos a su espalda—. Creo que caí sobre una piedra —se queja llevándose las miradas de sus compañeros—. ¿Qué miran?

—Voltea —Yoshisune señala detrás de la espalda de ella.

Su mirada, con lentitud, va dirigiéndose hacia detrás de ella al igual que su cabeza va girando tan lento como su mirada. Su mirada miel se posa en ese pequeño cuerpo de cabellos castaño claro que se encuentran revueltos y desprolijos, una respiración acelerada se puede notar en ese pequeño cuerpo cubierto por unas prendas muy conocidas, solo que éstas tienen el tamaño acorde del niño; las mejillas rojas resaltan en el blanquecino rostro, sus labios entreabiertos se encuentran secos y quebrajados, mientras que sus ojos aún están cerrados.

—¿Quién es? —Abby pregunta haciendo que los demás salgan de sus pensamientos.

—Es Norman —todos, excepto Abby, hablan al mismo momento.

—¿Qué escándalo es ese? —la suave, terciopelada, y ronca voz de Norman, se hace presente en los oídos de sus estudiantes.

—AWWW… —Abby y Rebeka alargan esa palabra en expresión de ternura mientras Yoshisune, Zero y Lucia esbozan una sonrisa.

—Un mini Norman —Zero larga causando unas carcajadas, hasta incluso en Lucy.

—Idiotas —el niño se coloca de pie mostrando molestia en sus ojos azules.

—Eres muy pequeñito, pareces un niño de cinco años —Lucia se acerca más a él con una sonrisa burlesca en su rostro—. Me tienta golpearte.

—Eres una- —las palabras de Norman son detenidas al recibir un zape en su pequeña cabeza, provocando que caiga al suelo con mucha facilidad.

—¡LUCIA! —gritan al unísono al regañar a la causante.

—No resistí a la tentación —suelta una pequeña risita, siéndole muy extraña en los demás—. Supongo que así se sintió Eva.

—Me las pagaras —agrega el mini líder al colocarse de pie—. Escuchen con atención  —dice con dificultad—, pase lo que pase, no tienen que encontrarse conmigo de ésta dimensión. Si lo hacen podría causar una catástrofe existencial, además de demencia al alterar los recuerdos. Solo son espectadores, no hagan nada —detiene sus palabras al tomar aire—. Cuando terminen mis recuerdos… volveré a la normalidad —cierra sus pequeños ojos azulados cayendo en sus recuerdos.

—¿¡Ves lo que haces Lucia!? ¡Rompiste a Norman! —Yoshisune dice molesto.

—¡NO PUEDE SER, LO ROMPIÓ! —Abby exclama con temor.

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