Capítulo 37:

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Esos árboles se mecen en descontrol, en medio de la oscuridad, en busca de ese sol que nunca aparecerá por la sola razón de no ser digno de una luz magistral, por esos pecados que ha de pagar, por esas reglas que solas no se han de curar. Esa oscuridad, ese descontrol, esa arboleda solo se encuentra dentro de ese frágil cuerpo, sin poder ser controlado.

Risas siniestras, acciones malévolas, pensamientos destructivos y el vicio de la muerte, se encuentran en él. Sin remedio ni cura, se deja ver que la oscuridad junto con la maldad han consumido todo su ser, por ese dolor que no supo deshacer. Ese verdadero ser de un Cazador, ha desaparecido completamente, ha sido aniquilado por un dolor, por el dolor de la pérdida de una esposa e hijo sin nacer.

—¿Crees que me veo hermoso con este traje blanco? —Leonel pregunta al verse en un espejo de cuerpo completo, admirando ese uniforme similar al de Norman, solo que este es blanco. Blanco que resalta en el negro, por ser el líder de los Cazadores. Un líder totalmente desquiciado.

—Se ve muy guapo, mi señor —un joven de rostro y cuerpo cubierto, de ojos sin un color muestran lo opaco que puede llegar a ser una mirada, sin una pupila que admirar, sin un brillo que elogiar. Una mirada ausente es lo que hace que parezca un verdadero cadáver.

—Muy guapo —Rebeka entra a la tienda donde se encuentra Leonel gozando de la vestimenta. Se podría decir que ella es la más reluciente entre todos, con su constante sonrisa.

—Señores, es el momento de partir. Todo el armamento y guerreros están preparados —Abby aparece con una seriedad extrema, con unos ojos de brillo abandonado como las dos damas.

—Mis hermosuras. Desde el comienzo he confiado en ustedes —Leonel deja un beso en la mejilla de Abby, a excepción de Rebeka, quien besa con fervor—. Es el mejor día de mi vida.

Ellas dos montan un corcel de color negro, dejando ver una vestimenta totalmente diferente a la que siempre poseían. Abby y Rebeka traen puesto un top negro sujeto a su delgado cuello, mientras que unos pantalones ajustados del mismo color cubren sus piernas. Así como esa chaqueta de una tela fina que sirve más de moda que de protección.

El joven solo lleva ese atuendo que él mismo ha confeccionado. Todas las prendas cubren su cuerpo de negro, menos su rostro donde solo se observan sus ojos y frente, ya que una máscara blanca cubre la mitad de su cara.

La marcha hacia el futuro de los humanos ha comenzado. El comienzo del fin, ha de comenzar.

†††

En el palacio del único grupo existentes de seres originales, se encuentran gran variedad de grupos. Los niños juegan su corto tiempo de descanso antes de entrar a la batalla por ordenes de los superiores de Norman. Los adultos se dividen en varias actividades antes de arriesgar sus vidas y morir como héroes sin ser reconocidos. Los ancianos solo dejan recuerdos salir de su largo tiempo en tierra, mientras ellos ya aceptan su futuro y su lugar en la guerra.

En el piso de arriba, donde el grupo masculino ha acabado totalmente con las bebidas alcohólicas y que lamentablemente no han podido llegar a hundir esas penas en el alcohol. Se puede encontrar con un grupo dormido entre lágrimas, sueños y pesadillas de un pasado no olvidado, y mucho menos superado.

Zero se encuentra durmiendo sobre la cama al estar abrazado a Yoshisune, quien también se aferra a Zero con cariño de hermandad. Colton se encuentra tumbado en el suelo mientras sujeta la pierna de Johann, y él chupa el dedo de la mano de Zane quien ni se ha dado por enterado. Taisen solo se mantiene durmiendo sobre un mueble. Magnus duerme teniendo el abdomen de Jesse como almohada. Alex es el que duerme con una leve sonrisa al tener su mano entrelazada en los cabellos de Norman, quien ha llorado en silencio por esos miles de años pasados por sus innumerables vidas pasadas.

Hunters Of Eternal OlympusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora