Amistad rota.

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Capítulo 24

Eddie

Y aquí estoy buscando trabajo otra vez en menos de un mes.

A veces no puedo creer mi mala suerte.

Me dirijo a comer algo, cuando mi celular suena así que me detengo para poder contestar.

Eddie: Hola cariño.

Alina: Eddie ¡¿Qué hiciste?!

Eddie: ¿De qué me hablas? ¿estas llorando?

Alina: Eddie ¿Por qué?

Eddie: ¿Qué porque qué? ¿de qué hablas? ¿Qué pasa?

Alina: Hay un video en internet de tu y yo teniendo...

Eddie: ¿Qué? ¿Cómo crees que yo haría algo así? Además, también salgo en él.

Alina: Ese es el punto, tu cara esta borrosa por lo que solo me veo yo.

Eddie: Yo no tuve nada que ver con eso, pero lo resolveré te lo prometo.

Cuelgo el celular y ya sé que hacer, iré con Josh él es hacker por lo que creo que puede ayudarme a por lo menos descubrir quien lo hizo. Aunque realmente no entiendo como paso porque Alina y yo nunca nos hemos grabado, ni hemos estado juntos en espacios públicos que nos haya grabado una cámara por accidente.

Estoy realmente confundido.

En cuanto llego a casa de Josh el guardia de la entrada me deja pasar inmediatamente ya que me conoce y sabe que no debe avisar o pedir permiso por mi llegada. Desde que entro a la casa comienzo a llamar a Josh, hasta que me responde.

Josh: ¡¡Estoy en la habitación de lavado!!

Cuando entro apresuradamente me fijo en un detalle que no había visto antes, hay una cámara en una esquina de la habitación.

Josh: ¿Qué pasa amigo?

Eddie: ¿Eso siempre ha estado ahí?

Le pregunto a Josh señalando la cámara.

Josh: Si ¿Por qué lo preguntas?

Quiero estar equivocado, en verdad no quiero que lo que estoy pensando sea cierto.

Eddie: Dime que no fuiste tu.

Josh: ¿Qué no fui yo que? ¿Quién subió el video de Alina? Lamento decepcionarte, pero sí yo lo hice.

Siento como la ira se activa en mi sistema y comienza a correr por mis venas, por lo que antes de darme cuenta de lo que hago ya le estampe un puñetazo a Josh en la cara y el me lo devuelve así que terminamos a los golpes.

Josh y yo estamos casi en igualdad de condiciones ya que casi siempre entrenamos juntos, de hecho, lo conocí cuando comencé a estudiar karate siendo un niño. Nuestro intercambio de puñetazos se torna más serio cuando Josh me da una patada en las costillas, yo me las arregle para hacerle una llave y lanzarlo al piso para colocarme encima de él y golpearlo repetidas veces hasta que me doy cuenta de lo que estoy haciendo y me detengo. Me recuesto de una pared y me deslizo hasta quedar sentado en el suelo, nunca había peleado con mi amigo ni de broma y ahora estamos ambos aquí sentados en el suelo yo con una ceja partida el labio también y con dolor de abdomen, mientras que Josh tiene un ojo morado y sangra por la nariz.

Eddie: ¿Por qué?

Veo a Josh levantarse para lavarse la cara y quitarse la sangre de ella.

Josh: Seguí tu consejo, "en la guerra y en el amor todo se vale" ¿no?

Tramposo DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora