Tramposo Destino

No me dejes.

Capítulo 32

Alina

Tuve que salir temprano para venir a la obra porque al parecer los trabajadores están muy relajados, así que vine para supervisar que cada quien esté haciendo su trabajo para que este hotel se pueda inaugurar en dos meses máximo.

Estaba hablando con uno de los albañiles cuando mi celular comienza a sonar, pensé que podría ser Eddie, pero resulto ser William.

Alina: Hola, William.

William: Hola, Al ¿Qué tal estas?

Alina: Bien, tal y como me viste en la mañana al desayunar. ¿Pasa algo?

William: Solo quería saber si estabas o has hablado con Eddie, no ha llegado al estudio y ya el fotógrafo debe irse.

Alina: No, no he hablado con él desde anoche.

William: Si te contactas con el dile que ya no venga, pero que pase por mi oficina para reprogramar la sesión o que por lo menos me llame.

Alina: Bien, en cuanto hablemos se lo diré.

William: Gracias.

Alina: Por nada.

William cuelga por lo que aprovecho para llamar a Eddie, algo tuvo que haber pasado para que no llegara a su trabajo. Pero no me contesta, su celular no está apagado, pero no contesta.

Que extraño.

Así que otra vez recurro a Víctor para saber si él si sabe algo.

Víctor: Alina ¡Que sorpresa!

Alina: Víctor ¿has visto o hablado con Eddie hoy?

Víctor: No, pero debería estar trabajando ¿no?

Alina: William me hablo para decirme que no llego a su sesión de hoy.

Víctor: Que extraño, intentare comunicarme con él para ver qué pasa.

Alina: Cuando sepas algo llamame inmediatamente por favor.

Víctor: Cuenta con eso.

¿Dónde estás Eddie?

...

Cristian

Me encuentro haciendo mis maletas para volver a Italia, ya que mi única razón para quedarme no me quiere aquí, lo mejor es que me vaya. Además, no se me puede asociar con lo que va a pasar.

Cuando termino de cerrar mi maleta mi celular comienza a sonar.

Cristian: Dame buenas noticias Diaval.

Diaval: Su mensaje fue entregado tal y como pidió.

Cristian: No hubo testigos ¿cierto?

Diaval: No, nadie nos vio.

Cristian: Recibirás tu pago esta misma tarde.

Diaval: Un placer hacer negocios con usted señor Bianchi.

Te advertí que no sabias con quien te estabas metiendo pequeño bastardo.

...

Eddie

Me aliste a tiempo para llegar al estudio temprano y no retrasar la sesión. Cuando estoy listo tomos mis llaves y sago de mi apartamento, al salir a la calle hay un hombre alto y canoso recostado de mi auto.

Eddie: Señor ese es mi auto y necesito que se mueva para sacarlo por favor.

- ¿Cuál? Este