• ANTE TODO •

Capitulo 4

Después de aquél incidente con el chico, Conway continúo con su vida como superintendente de Los Santos. Tal como le había mencionado a Gustabo, sentía que porfin estaba en el lugar correcto. Tenía a su familia de su lado. Incluso ese mismo día se dirigía al restaurante que había reservado hace 3 meses por su aniversario con su esposa. Había trabajado muy duro toda la semana para poder tener libre esa noche y todo el fin de semana para salir con su esposa e hijos. El podía tomar los días libres que quisiera pero no sería buen ejemplo para la malla.

Llegó 30 minutos antes al restaurante, confirmo su reservación y le entregó al mesero las flores para que las colocará en un florero antes de que su esposa llegase. Comenzó a mirar la carta para matar el tiempo, reviso su celular pero no tenía ningún mensaje. Esta noche tenía pinta de ser espectacular.

Ya habían pasado dos horas y su esposa no había llegado, tenía 30 minutos intentando comunicarse con ella o con sus hijos. Había leído algo de un choque, quizá el tráfico la había retrasado. Decidió esperar 30 minutos más, si ella no daba señales de vida la iría a buscar.

El destino muchas veces hace jugadas sorpresivas. Puedes cambiar tu estilo de vida, tu nombre, tu vestimenta, tu domicilio, tu trabajo. Pero cada acción ya está escrita y con ella toda tu vida. El sabía que había hecho cosas malas y se arrepentía pero la vida no perdona y el karma siempre llega. No importa que tan buena fachada de buena persona tengas. No te puedes librar.

Estaba por encender su auto para buscar a su esposa cuando su compañero Volkov le llamó.

-¿Qué ocurre? Estoy en mi noche libre.- Volkov se escuchaba algo raro -Joder habla ya, no tengo tiempo.

-Su esposa... debe de venír a su casa - el corazón de Conway se detuvo por un microsegundo. Encendió el auto y salió rumbo a su casa lo más rápido que pudo.

Al llegar se encontró con su peor pesadilla. Su casa estaba rodeada de policías, vecinos, ambulancias y más personas que no notó.

-Señor lo siento... - Salió a recibirlo Volkov y el lo empujó para correr dentro. Sintió como su mundo caía a sus pies cuando observo la siniestra escena montada en su salón. Todas las paredes estaban llenas de sangre, y por el suelo se veían casquillo de diferentes armas. Lo que más le afecto fue el encontrar el cuerpo de cada integrante de su familia dentro de una bolsa para cadáver.

-¿Que pasó?- Volkov trataba de buscar las palabras correctas

-¿Estás sordo o qué capullo? ¡Les hice una maldita pregunta!-

-Al parecer fue un atentado señor, los forenses encontraron algunas cosas grabadas en la piel y determinaron que tienen muertos desde las 4 PM-. Canway trataba de asimilar cada cosa.

-¿Robaron algo?-  Volkov negó.

-¡ME CAGO EN LA PUTAAAAA!- Toda la poca cordura que quedaba dentro de Conway había desaparecido. Muebles, libros, cuadros y trofeos volaban por toda la habitación. Conway parecía un huracán que acabaría con todo. Volkov no sabía que hacer. ¿Cómo ayudas a una persona que acaba de perder a toda su familia?.

De pronto fue sacado de sus pensamientos cuando el superintendente había sacado su arma para después colocarla dentro de su boca con la intención de disparar. Por inercia Volkov le disparó con el teaser dejándolo inconsciente.

- Llevaré a Conway a un lugar más tranquilo, los demás háganse cargo de todo y manténganme informado. No dejen pasar nada.- los demás asintieron y el se llevó al superintendente a su departamento. Debía descansar y lo más importante. Alguien tenía que cuidarlo.

Desde ese momento algo dentro de Conway se rompió pero a la par surgió una promesa. Una promesa por parte del ruso de dar todo por aquel hombre que ahora se encontraba llorando en su cama.

-Volkov-

-¿Si señor?-

-Ni una sola palabra de esto a la malla o le partiré la cara a porrasos- Volkov soltó una leve risa.

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