• ANTE TODO •

Capitulo 18

Gustabo observaba entre los árboles como su hermano era metido a la patrulla, quería ayudarlo pero pogo controlaba la situación y por ningún motivo se lo permitiría.

—Maldita sea horacio— maldijo para después huir del lugar.

Estaba seguro que Horacio era un blandengue que diría toda la verdad, así que él tenía que huir antes de ser encontrado.

Sabía que ese día segismundo se iría y esa era su oportunidad, corrió entre la lluvia hasta su hogar. Al parecer no todo era una mierda, al abrir la puerta se encontró con la mirada sorprendida de Segismundo.

—¿Gustabo?— menciono sorprendido

—Con b de bueno— segismundo sonrió y le abrazo

—Joder Gustabo, estábamos todos preocupados por ti. ¿Horacio ya sabe que volviste? Tenemos que decirle el...— Fue interrumpido

—Me lo encontre junto con su amiguito, parecían muy felices así que no quise interrumpir— Segismundo sonrió y asintió

—Se que no debería decirte esto ahora pero joder que en la banda son unos pesados. Estoy de salida a los santos, debido a tu ausencia tuvimos algunos problemas y quieren vernos— Gustabo sonrió

—Pues que le hacemos ¿No?, Vamos ya. Regresando hablo con Horacio— segismundo  asintió. Miro unos segundos a su amigo y su mirada alegre cambio por completo.

—Gustabo— le dijo en tono serio

—¿ajá?—

—¿Por que traes ropa tan colorida?— Quería mencionar la sangre en esta pero estaba el riesgo de que siguiera siendo pogo.

—Es una celebración Segismundo, volví— él asintió y se hizo a un lado de la puerta.

—Aun quedan unos minutos, ve a cambiarte y te espero aquí— Gustabo negó.

—Vamonos ahora, ya tendré tiempo de cambiarme— Segismundo no dijo nada más y asintió. Sabía que algo estaba mal pero no quería arriesgarse ahora.

Ambos subieron a la camioneta con dirección a los santos. Tras unas horas de camino, Gustabo se había quedado dormido, mientras Segismundo miraba su móvil tratando de localizar a Horacio.

Mientras tanto Horacio dormía tranquilamente en una de las oficinas de la comisaría, la alumna había logrado tranquilizarlo un poco y a la par que su superior le permitiera manejar el caso, aunque a él no le gustase la idea debía aceptar, ella era la única capaz de hablar con Horacio.

Ella hablaba con la madre del chico asesinado, previamente había hablado con el padre pero aún había algo que el no entendía.

—Me gustaría hablar sobre la relación que tenía su hijo y su ex pareja— la señora se tensó.

—Mi hijo siempre fue un gran muchacho, buenas calificaciones, estudio en los mejores colegios pero en uno de sus empleos de verano conoció a Sam... Ese tipo no perdió su oportunidad y confundió a mi hijo con un amor falso...— La alumna la interrumpió

—¿Por qué dice que era un amor falso?—

—Dios hizo al hombre y a la mujer para que fueran uno, su creación fueron Adán y Eva no  Adán e Ivan. Claramente confundió a mi hijo para poder obtener algo de nuestro dinero y al ver qué no le apoyamos lo mató— La alumna apuntaba todo.

—¿Cómo murió su hijo?— La mujer se quedó unos minutos recordando o mejor dicho, pensando en que decir.

—Le dispararon y después se desangro— La chica bajo su libreta y le miró confundida

—Su esposo me dijo que murió a causa de un disparo y un golpe en la cabeza— La señora se tensó al oír eso.

—Es difícil recordar esos sucesos, lo que una madre quiere es olvidar lo sucedido— Nuevamente comenzó a escribir, ella había mentido, el padre solo dijo que le habían disparado.

—¿Que agencia llevo el reporte de la muerte y la sentencia? Me ayudaría para verificar algunos de los datos— Nuevamente la mujer se puso nerviosa

—No veo la importancia de molestar la memoria de mi hijo—

—Nuevamente le explicó señora, Horacio parece proteger al asesino, necesito cualquier detalle para poder partir de algún punto—

—Ya le dije que debe ser Gustabo, ese malandro le disparó a mi hijo y huyó con su hermano—

—¿Me está diciendo que el mató a su hijo?—

—Yo estoy diciendo que ambos chicos con unos inestables que tienen que arrestar—

—Bien creo que será todo por hoy, le avisaremos si tenemos alguna pista de Horacio o Gustabo—

La alumna fue a la oficina del comisario, había escuchado que habían llamado a servicio social para llevarse a Horacio y ella quería impedirlo.

Tocó levemente la puerta y después de escuchar un grueso "Adelante", entró

—¿Qué necesitas Ortíz?— Aquel hombre era el terror de la comisaría, cualquier alumno estaría atemorizado de hacer lo que ella quería lograr, ir en contra de una orden.

—No pueden llevarse a Horacio, aún no sabemos si tiene familia o algo, ni siquiera pasó el tiempo límite para hacer la búsqueda— el comisario le interrumpió

—Tiene un padre muerto y otro en la cárcel, el y su hermano tiene más de 1 año de desaparecidos. ¿Crees que ese chico tiene un lugar donde vivir?— Ella quedó unos segundos en silencio

—Eso aún no lo sabemos, su hermano aún no aparece y...— El comisario le lanzó dos carpetas a la mesa

—El archivo del chico, no es necesario buscar en donde es obvio que no tendremos nada. El mantener a ese joven aquí solo lo hará sentir más mal de lo que debe estar, dio su declaración y con eso nos basta.— Ella negó tomando las carpetas.

—Dejeme llevarme a Horacio unos días, soy la única que pudo establecer un tipo de comunicación y tengo ganada su confianza— el comisario pensó unos segundos y finalmente asintió

—Puede hacerlo pero no quiero fallas, al primer punto sin salida el chico se va a un orfanato y usted se va del cuerpo— ella frunció el seño confundida

—¿Qué dice?— el sonrió

—Le estoy dando la oportunidad de demostrar que puede hacer más que un buen café en el comedor, haga bien su trabajo y será subida de rango, falle y se va del cuerpo. Es facil— ella asintió y salió de despacho con las dos carpetas a buscar a Horacio.