Capitulo 13

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Horacio bajo las escaleras corriendo, no sabía si pedir ayuda o solo quedarse a esperar. En su mente solo tenía una palabra. Pogo. Se sentó en la cocina mientras trataba de recordar dónde había escuchado eso antes.

—Joder...— de pronto un rápido recuerdo apareció

Ambos niños entraban a una pequeña tienda de juguetes viejos, era su primera Navidad juntos y Gustabo quería comprarle algo a Horacio.

—Busca lo que más te guste — Horacio asintió y corrió por toda la tienda.

—¡Gustabo mira!— gritó mientras señalaba un pequeño llavero con un unicornio morado.

—Pues es bastante bonito ¿No es muy pequeño?— preguntó pues conocía a su hermano, a él le gustaban las cosas demasiado llamativas.

—Lo es, pero es bastante bonito, además míralo, está a lado de ese payaso que da miedo. Debemos salvarlo— Gustabo soltó una risa

—¿Te parecen feos los payasos?— Horacio negó

—Me dan miedo, nunca sabes quién está detrás del maquillaje, puede ser alguien malo —

—Pero también pueden ser buenos—

—¿Conoces algún payaso bueno? La mayoría de las películas son malos y diabolicos

—Claro que lo conozco, se llama Pogo— dijo serio

—¿Pogo?— preguntó confundido —Es nombre de payaso malo— Gustabo negó

—Pogo es amigo mío, el me cuida y ahora te cuidara a ti— Horacio sonrió —Anda, vamos por tu unicornio— Horacio asintió y fue con el encargado.

Horacio llevo su mano a su cuello y saco la pequeña cadena de la que colgaba un pequeño unicornio morado y lo apretó.

—¿Pero quién en realidad es Pogo? — susurró

Mientras tanto Gustabo y Segismundo mantenían una interesante plática en la habitación de ambos hermanos.

—¿Puedo hablar con Gus? — preguntó en el tono más calmado que pudo

—No se de qué hablas Segismundo— comentó en un tono risueño Gustabo

—Sabes de lo que hablo Pogo, solo pido unos minutos, Quiero saber cómo está —

—El está bien Segismundo, ahora que Pogo está aquí. Tu no pudiste cuidarlo, yo si— Gustabo se levantó

—¿A dónde vas?—

—Pogo no rinde explicaciones— abrió la puerta y salio. Segismundo solo quedó en silencio, Pogo era alguien de cuidado, un movimiento en falso y te convertirás en su enemigo.

Horacio escucho la puerta abrirse y corrió a las escaleras encontrándose a Gustabo bajando.

—Gustabo— le gritó y Gustabo sonrió

—Horacio, Horacio. Siempre un miedoso. A Pogo le molesta, tienes que ser más fuerte o no podré protegerte. Me pide cuidarte pero me tienes miedos — Horacio se quedó en silencio mirando a su hermano confundido — En fin la hipotenusa— siguió su camino abriendo la puerta.

—¿A adónde vas?— Horacio le tomó del brazo

—Pogo tiene que terminar algo que dejó pendiente, Pogo vuelve después — se safo del agarre de Horacio y sonrió

—Voy contigo— negó —No me importa si no me quieres contigo, voy a ir.—

Gustabo se giro y le miro molesto. Horacio al notar eso comenzó a caminar lentamente para atrás y Gustabo se acercaba a el.

—Escúchame bien Horacio, tú ni nadie le dice a pogo que hacer, si sigues vivo es por Gustabo ¿No?, Deja de ser un grano en el culo y aprende a ser más hombre. Lo único que haces es provocar molestia y preocupación. Eso jode muchísimo a pogo.— Horacio le miraba sorprendido, no entendía que ocurría y el porque su hermano le habla de tal forma. Sentía como sus ojos poco a poco se humedecía.

—¿Qué te está ocurriendo Gustabo? Tu no eres asi— el odio en la mirada de Gustabo se intensificó

—Tu que vas a saber de mí, maldito miedoso. — respondió seco para después girarse para salir pero Horacio le detuvo de nuevo.

—Te dije que iría contigo— Gustabo estaba por darle un golpe cuando fue detenido por segismundo.

—Ya basta— Gustabo le miro molesto

—Váyanse a la berga— respondió molesto y se fue. Dejando a los dos chicos bastante preocupados.

—Segis— hablo Horacio son un tono de voz bajo. —¿Qué ocurre con Gustabo?— Segismundo suspiro.

—No es el momento—

—¿CÓMO QUE NO ES EL MOMENTO?— gritó molesto —Fui apuntado con un arma  por mi hermano y hace unos segundos casi me da un golpe. No me digas que no es el momento.— Segis le miro triste

—Bien pero primero necesito que veas algo—

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