Horacio sintió molestia en sus ojos, alguien había dejado abierta la puta ventana de nuevo.
—Joder ¿cuantas veces estaremos con lo de la puta ventana?— comentó mientras abría lentamente los ojos.
Al tener la visión más clara se dio cuenta que no era su habitación, poco a poco los recuerdos de la noche anterior llegaban a su cabeza y se levantó asustado con dirección a la puerta.
—Maldición— giraba frenéticamente la perilla pero esta se encontraba con seguro— No de nuevo por favor...— las lágrimas amenazaban con salir. Cuando alguien del otro lado abrió la puerta, se trataba de Gustabo
—¿Tuviste un mal sueño bb?— preguntó acercándose a Horacio.
—No... Solo los tengo irritados— no muy convencido asintió
—Bien— le lanzó una bolsa— Te compré algo para que te pongas bonito, apúrate para ir a comer. Horacio tomó la bolsa y asintió.
Salió de la habitación, ya Gustabo lo esperaba afuera, se sorprendió al ver que portaba quella gorra verde y chamarra roja que le había regalado tiempo atrás.
—Pero que bien te queda, es muy tu estilo— Horacio asintió —Bien pues vamos, necesitamos buscar un lugar donde quedarnos— Horacio le miro triste y Gustabo lo notó.
—Se qué quieres decirme algo, sácalo— Horacio negó y comenzó a caminar pero fue tomado del brazo.
—¿Somos hermanos?— preguntó firme causando un nerviosismo en horacio.
—Lo somos— contesto lo más firme que pudo evitando la fría mirada de Gustabo.
—Pues los hermanos se cuentan todo, así que canta pajarito—
—Quiero volver a casa— habló bajando un poco su tono de voz, no quería hacer enojar a Gustabo.
—Pero ¿Qué dices Horacio? Estamos en casa— Horacio negó — ¿Recuerdas lo que decíamos cada vez que nos corrían de algún lugar?— permaneció en silencio— Que casa era donde estuviéramos los dos, que nosotros podríamos convertir cualquier lugar en un cálido hogar ¿Recuerdas?—
—Lo recuerdo... Pero— Gustabo suspiro
—No me digas que prefieres a la oficial esa, podría ponerme algo celoso—
—Para nada, solo que voy a extrañar esos rumbos— Horacio quería terminar con el tema, no sabía la razón pero sentía que algo en Gustabo había cambiado, se veía una persona demasiado oscura.
—¿Entonces por qué regresar?— se acercó aun más.
—Mejor olvida lo que dije y vayamos por algo de comer— se libro del agarre de Gustabo e intento huir.
—¡No!— gritó golpeando la pared y haciendo que Horacio se detuviera— ¿Acaso no logras ver qué todo esto es por ti Horacio? Cada maldito minuto que pasaba trataba de idear como buscarte. ¿Eso es poco para ti?— Horacio negó aún estático. —¡Entonces por qué prefieres ir con ella a estar conmigo, tu hermano!—
-No es eso Gustabo, tranquilizate—
—¿Entonces por qué no quieres estar conmigo?— preguntó bajando un poco el tono de voz.
—Porque entraría a la escuela...— soltó haciendo reír a Gustabo
—¿A la escuela?— asintió —Por favor Horacio, gente como nosotros no tiene ningún futuro tomando ese camino, antes permití que asistieras porque tampoco quería que fueras un idiota, ahora ya no es nece...— Horacio apretó sus puños y se giró
—Estas equivocado, estudiar ayuda a conseguir un mejor futuro, y no terminar como— no terminó la oración.
—¿Como? ¿Como qué Horacio? ¿Como yo? Pues déjame decirte maldito malagradecido que todo lo es por ti, siempre fue por ti, desde aquel día que te subí en mi espalda jure que siempre te cuidaría y hasta hoy puedo decir que cumplí con mi palabra. Puede que deje pasar un tiempo pero nunca te perdí la pista y te juro Horacio que nunca la voy a perder.— Horacio no respondió nada, ahora mismo tenía un nudo de emociones en el estómago.
—Regresa a la habitación, pediré que te manden algo de comer— Horacio asintió y regreso sin cruzar mirada con Gustabo.
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• ANTE TODO •
Fanfiction-Escucheme bien Conway... El hombre del que habla es mi hermano. No voy a permitir que usted ni nadie le ponga una mano encima- -Abre los malditos ojos capullo, aquél hombre que tienes enfrente dejo de ser tu hermano hace mucho tiempo atras.- -Pue...