Capitulo 14

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Horacio y segismundo se encontraban en el auto sin rumbo fijo. ¿A dónde iban?. Horacio no tenía ni idea. Ya era bastante noche y lo único que veía era el camino de la carretera siendo alumbrado por las luces del coche. El ambiente se sentía tenso, desde que subieron al auto ninguno había mencionado algún palabra.

Segismundo miraba cada cierto tiempo a Horacio, estaba sorprendido. Era la primera vez que le gritaba de esa manera. Se le notaba la preocupación pero resaltaba más el esfuerzo que hacía por no derrumbarse.

Pasados unos minutos llegaron a un pequeño conjunto de casas ya abandonadas. Segismundo detuvo el auto frente a la casa más pequeña y en peores condiciones.

-Es aquí, baja- Horacio asintió y asi lo hizo. -Ten- le lanzó una linterna.

-¿Dónde estamos?- preguntó curioso mirando el horrible lugar.

-Ahora verás- camino hacia la entrada y Horacio le siguió. Al abrir la puerta, una par de ratas corrieron entre sus pies, causando un poco de asco al menor. Segismundo encendió su linterna y entró.

-Ten cuidado por dónde pisas, este lugar tiene años sin ser visitado- Horacio asintió y comenzó a caminar detrás mientras se abría paso entre toda la suciedad y desorden.

Ambos chicos llegaron a una pequeña habitación que tenía varios dibujos pésimamente hechos, colgados en las paredes, también se observaban algunos juegues y peluches. Horacio miraba todo, no entendía nada pero algo en ese lugar, fuera del olor a viejo y sucio, se sentía familiar.

-Yo conozco a Gustabo desde hace varios años, prácticamente desde que nació. Su madre y la mía eran muy amigas. Ella me contó que cuando yo tenía pocos años de nacido, llegó una mujer demasiado hermosa a la espera de su primer hijo. Desgraciadamente el padre del niño había muerto y ella no tenía otra opción que vivir aquí - Tomo un dibujo del suelo en el que parecía, había dos niños - Antes de que naciera el pequeño, la mujer se enamoró de un motociclista que solía venir a este lugar. Ellos duraron poco tiempo como pareja y se casaron para que su hijo tuviese un padre.- Horacio escuchaba atento el relato- Con el paso de los años, la madre del chico enfermó y el quedó solo con su padre-hizo unas comillas con los dedos al decir lo último.

-¿Ese chico era Gustabo?- segismundo asintió

- El hombre siempre fue un vago, se iba por días y regresaba cuando no le quedaba nada, el sabía que la madre de Gustabo le esperaría con los brazos abiertos sin importar el mal trato que tenía con ella...- comenzó a hablar molesto -Gustabo nunca lo quiso pero soportaba todo porque para el, ese hombre era su padre.- siguió mirando los dibujos- Al momento de quedar con el, Gustabo comenzó a cambiar. Tenía una actitud demasiada extraña. Se comportaba como otra persona- Horacio seguía atento- En una ocasión quise hablar con el, preguntar que ocurría y eso. Me dijo que tenía miedo, que alguien le pedía hacer cosas que no quería, que algo dentro de él le asustaba.-

-¿Por qué no dijiste nada a tu madre?- el levantó los hombros

-Era muy chico, creí que solo lo decía porque no quería a su padre - Horacio no respondió nada. - Todos conocíamos la situación en la que se encontraba, cada habitante le mandaba comida y veía por el cuando su padre le dejaba, trataban de sacarlo de su casa pero le dejaba encerrado y amenazado. Además daba miedo, nadie quería problemas con ese hombre. Un día cuando mi madre me mandó a dejarle comida le encontré con la cara pintada y lleno de sangre. El me dijo que solo estaba jugando, que era pintura y no sangré, todo parte de su acto.

-¿Y que hiciste?- preguntó curioso

-Nada, le creí. Tu y yo sabemos lo bueno que es Gustabo para jugar con tu mente.- Horacio asintió -Ese día no le tome más importancia y continúe con mi rutina normal. Fue hasta la noche que todo cobró sentido. Me encontraba ya en la cama cuando alguien llamo por la ventana, al mirar me sorprendió ver a Gustabo con los ojos hinchados de tanto llorar. El me hacía señas para que saliera y así lo hice, después me pidió ir por Rogelio y nos llevo a los dos a su casa, al entrar todo apestaba.

-¿Gustabo mató a su padre?- preguntó curioso y Segis asintió

-Al entrar lo primero que vimos fue un gran charco de sangre, y junto a eso un rastro que iba hasta la cocina...- se acercó a la ventana y la abrió dejando entrar un poco de aire y la luz de la luna. - Como sabes todos éramos apenas unos niños, mi primo era el mayor con 12 años, lo mejor que pensamos fue huir para que no le hicieran nada a Gustabo.-

-Tu tenías una familia... ¿Por qué?- Segismundo sonrió

-Yo amo a Gustabo, desde muy pequeño siempre me interesó y el cariño que le tengo es demásiado grande- Horacio quedó en silencio ¿Ese qué clase de amor era? -Juntos llegamos a la ciudad donde ustedes se conocieron, los primeros días nos refugiamos debajo del puente del parque, Rogelio era el único que salía para evitar que algo le pasará a Gustabo, el seguía mal. - Segismundo levantó su playera mostrando una cicatriz pequeña.

-¿Qué te paso?- Segis suspiro y la volvió a tapar.

-Un día quise que Gustabo me contara bien lo que había ocurrido, todo el relato estaba bien hasta que llegó el momento donde me diría que pasó con él... Sus ojos cambiaron a una mirada fría y tenebrosa, tomo una botella y la rompió para después cortarme... Me amenazó diciendo que si me atrevía a mencionar eso el me mataría..._

-¿Eso era pogo?-

-Si, digamos que es una segunda personalidad que tiene Gustabo, sale cuando el se ve afectado y con miedo... No se realmente que lo provocó pero es de cuidado, es un Gustabo completamente desconocido, es alguien que siempre está a la defensiva y no se la pensara dos veces para eliminarte si te conviertes en un limitante.-

-¿Qué ocurrió con pogo después de eso...?- Preguntó curioso Horacio

-Pasados los días trate de no provocarlo y simplemente ya no volvió a salir, había ocasiones donde hablaba solo o actuaba raro, pero solo lo ignoramos. Después el se hizo amigo de un pequeño grupo de niños que nos aceptaron y todo quedó olvidado. Hasta ahora- Horacio se quedó analizando cada palabra, quería encontrar alguna solución pero todo era muy confuso.

-¿A dónde crees que Gustabo fue?- Si la última vez que pogo salió el mató a su padre, temía por lo que tuviese planeado ahora.

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