Secuestrado

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Y allí estaba, frente a la gran Mansión de los Malfoy. Llevaba unos 5 minutos en la reja de entrada observandola desde fuera, era tan imponente aquella casa, y los recuerdos que tenia de ella que con solo recordarlos se le erizaba la piel.

-Venga Harry tu puedes, aquí en la reja no vas ha hacer nada.- Y así, dandose ánimos a si mismo atravesó la reja.

Al entrar se extraño, creia que los Malfoy tenían más protecciones pero al atravesar solo tubo que quitar un par de hechizos bastante simples. Llego a la puerta y se armo de valor para picar el timbre.

Espero unos minutos pero nadie contestaba así que volvió a picar. Nada. No pasaba nada, aquello extraño mucho al pelinegro así que abrió la puerta directamente. Al entrar vio como la casa tenía poca iluminación, las ventanas tenían las cortinas extendidas y no se veia ninguna fuente de luz.

-¡¿Hola?! Señora Malfoy. -Pero nada, no oia a nadie, y fue ahí donde un miedo le recorrio todo el cuerpo, ¿Donde estarían los Malfoy? ¿Se abrían ido?, descarto la segunda opción, porque si se hubieran ido, hubieran sido noticia en el profeta.

-¿Malfoy?- No escuchaba a nadie y se dirigió a buscar por la casa.

Miro en el comedor, la cocina, el salón, algunos dormitorios, pero nada. Todas las pertenencias estaban en su sitio, pero de los dueños ni rastro. Se dirigió al jardín pero justo entonces vio una habitación en la que no había entrado, abrió la puerta y tras ella se encontro con la inmensa biblioteca Malfoy. Como no lo había pensado, como no había entrado en aquel lugar antes y en aquel momento fue cuando la vió.

Al verla se puso totalmente pálido y fue rápidamente con ella. Narcissa Malfoy se encontraba en el sofà recostada y por el estado en el que se podía apreciar a simple vista no parecía ni la mitad de como estaba antes.

-Por Merlín.- Aquella mujer estaba más delgada que antes, más pálida, con unas enormes ojeras y parecía que había estado llorando. Harry la cogió en brazos y se dio cuenta que incluso una pluma pesaba más que ella, así que se dirigió a la habitación de la mujer y la tumbo en la cama.

Rápidamente se apareció en su apartamento, cogió todo lo de medicinas y objetos que necesitará y volvió a la mansión. La reviso y comprobó que se encontraba en un estado depresivo, estaba desnutrida y eso le proboco que se desmayara, no entendia como aquella mujer llego a aquel estado, pero lo que si tenia claro era que lo averiguaría. Tampoco tenia noticias de donde se encontraba su hijo, sabía que Malfoy amaba a su madre y no la dejaría nunca así. Finalmente acabo de revisarla y le mando una carta a Severus.

Severus después de la guerra también fue juzgado y Harry testifico a su favor y enseño todos sus recuerdos, lo que causo que el hombre quedara totalmente libre. Snape ayudo a Harry con pociones para su carrera, luego se fue a vivir a una casa en el prado y se dedico a ser pocionista. Aunque le pareció extraño que el hombre no se fuera con los Malfoy ya que Draco era su ahijado, y Narcissa y él eran buenos amigos, pero tampoco le cuestiono.

Envio la carta con urgencia diciendole de que viniera, y luego se sento en el sillón al lado de la cama a esperar que despertara. Estaba algo nervioso, parecía que no había ni rastro del rubio por allí, y empezó a pensar en lo peor, así que decidió ocupar su mente en otras cosas.

Al cabo de más o menos 2 horas la mujer despertó, Harry no se había movido del sitio pero si había puesto una mesa al lado para poder estudiar mientras tanto. Escucho como la mujer se empezaba a mover y levanto su vista de los libros.

-...¿Que hago aquí?- y entonces vio que se encontraba en su habitación, y además acompañada-¿Señor Potter?

-Hola Señora Malfoy, ¿como se encuentra?- Harry quería saber si aquella mujer le iba a decir la verdad o no.

-Bien, ¿pero que hace usted aquí?- Y como Harry suponía la mujer no le dijo la verdad

-Vera, ayer me acorde de usted y Draco, y de que hacia tiempo que no sabía nada de vosotros. Así que decidí pasarme, y la encontre desmayada en la biblioteca- al decir eso la mujer se sintió algo avergonzada- Entonces la traje a su cuarto y comprobé su estado, y se que no esta bien. Digame ¿Que le ha pasado?

Ella dudo, no sabía si devia contarselo, pero ¿quien mejor que el gran Harry Potter para confiar?

-Veras lo que ha pasado es....- y no pudo acaba la frase porque la puerta principal se abrió de golpe y se cerro igual. Narcissa estaba muy asustada, no sabía quien acababa de entrar, pero al mirar al chico al lado suyo, vio que el estaba tranquilo. Y entonces vio quien era.

-Hola Severus, has tardado algo más de lo que esperaba. -Dijo el azabache

-Como quieres que llegue más rápido Harry- y entonces la vio- Por Merlín, Narcissa ¿que te ha pasado?- pregunto con una angustia notable en la voz.

-Hola Severus, pues ahora mismo se lo iba a contar a Potter- el aludido asintió con la cabeza invitandola a continuar....

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A: Hola, como prometí hoy publico capítulo.

H: *tose interrumpiendo* Un poco tarde te acordastes ¿no?

A: *Le mira de manera despectiva* Lo he subido hoy y ya esta. *él otro rueda los ojos* Como os decía, aquí tenéis el capítulo, el viernes publicaré el siguiente a lo mejor, pero no prometo nada.

H: Bueno lectores alguien se tiene que ir a estudiar y corregir *dice mirandola* A si que no vamos ya. Chao.

A: Adiós mis lectores.

~Se despide la escritora de Hogwarts ~