Derek Hale has a Boyfriend [Sterek]©M-ᴘʀᴇɢ

Capítulo 18

— ¿Derek de qué hablaba esa mujer? ¿Porqué dijo que soy un zorro? — Preguntó Stiles, mirando al moreno que guardaba silencio desde que habían salido de la casa de aquella mujer, y conducía de regreso al loft. — Derek. — Presionó, el chico. Sin mucha paciencia. Necesitaba respuestas, todo era demasiado confuso ahora.

— No lo sé, stiles. — Respondió el moreno con voz ronca, volteando a verlo por primera vez desde que habían ingresado al auto. — Es lo que trató de averiguar. — Agregó. Quedándose otra vez en silencio y volviendo su vista al frente. Casi de manera automática.

No podía darles respuestas cuando ni siquiera él lo entendía, porque de un momento a otro todo había cambiado, su olor era diferente a como siempre lo había sentido, ahora no olía solo melocotones, también podía sentirse la espesa esencia del bosque en él, y algo más que no sabía como explicarlo, pero si lo miraba atentamente podía notar los cambios que antes habían pasado desaparecidos por sus ojos, sus rasgos más afinados y hasta su mirada no era la misma.

¿Cómo había podido dejarlo pasar? Tan poca atención le estaba prestando que ni siquiera se percató de su nuevo olor. Era el peor de los compañeros.

Necesitaba arreglar eso.

Lo ayudaría y juntos buscarían las respuestas, aunque su instinto le decía que no sería fácil, había mucho más que descubrir. Stiles no sería tarea fácil.

Aparcó el Camaro en su edificio y ambos bajaron del auto en completo silencio y así se dirigieron a las escaleras. Stiles no le miraba directamente, de vez en cuando subía los ojos del suelo para mirarlo de reojo pero rápidamente retiraba la mirada nervioso.

Al entrar al loft notaron que la manada aún no había llegado. Mejor así. Tendrían tiempo para hablar a solas antes de contarle todo a los betas.

Stiles fue al sofá en medio del salón y se dejó caer sobre este con un aire desanimado, se descalzó y luego se acomodó sobre el cuero del sofá, apoyando su espalda del respaldo y sus piernas flexionadas hacia su pecho. Derek se sentó junto a él y sin decir una palabra lo atrajo hacia a su pecho y lo rodeó con sus brazos cálidamente. Mientras apoyaba la cabeza sobre la coronilla del castaño, escuchándolo suspirar lentamente.

No necesitaban decirse lo que ya pensaban, el tacto era más que suficiente para hacerle saber a Stiles que el moreno lo apoyaba y estaba con él en cualquier situación.

— ¿A qué huelo? — Inquirió Stiles. Rompiendo el silencio.

Derek alzó una ceja, soltando un suspiro.

— A bosque y azufre. — Contestó el morocho. Apartando un poco a Stiles de su pecho para poder verlo a la cara. Mientras le decía: — Pero ahora tu olor es más atrayente, es más dulce y más adictivo que antes.

— ¿Te gusta? — Preguntó temeroso. Stiles. Mordiéndose la mejilla interior.

Derek asintió, mostrando su perfecta dentadura.