Capitulo 29.- "¡Jodida bipolaridad!"

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El juego entre nosotros, en sí, acabo hace más de una hora, y ese es el tiempo exacto desde que no se de Alex.

Si estuviera completamente sobria, lo hubiera buscado para saber del porqué de su desaparición tan repentina, pero estoy pasándola demasiado bien para preocuparme por alguien que debe estar seguramente bien. Le quito la botella de ron que tiene Thiago entre las manos, y me doy un trago largo. Al principio me quemaba como los mil demonios, pero después de un tiempo bebiéndolo, ya es más soportable.

Anne canta o mejor dicho grita las letras de una canción latina que es muy pegadiza, y que me gusta bastante, yo no tardó mucho en secundarla.

Como dos posesas alocadas cantamos la canción de "Tusa".

Ya no hay adultos a la vista, todos se fueron antes de las una de la madrugada, y por lo mismo es que tenemos tanto descontrol en la pequeña fiesta improvisada que tenemos. Visualizo a las dos estiradas de Zoé y Leslie, a lo lejos sentadas en una sillas y con copas en sus manos; unas auténticas pijas.

Mark y Dylan se unen poco después, el segundo va directo hacia donde está la pelirroja y le abraza la cintura atrayéndola hacia él, Mark en cambio se lleva su vaso de cristal hacia su boca y bebe de un solo trago todo el contenido, todo esto lo hace con su mirada super penetrante puesta en mí, y pues no me culpen. Mark es condenadamente hermoso, tanto sus músculos bien proporcionados, como su rostro delicadamente pincelado; ya soy toda una poeta.

"No creas, el alcohol tiene mucho que ver"

Oh querida Dorothy ya te estaba extrañando a ti, y a tus opiniones que nadie ha pedido.

"Siempre estoy aquí, pero me he tomado unas vacaciones, porque soportarte todos los días, en verdad da jaqueca"

Ja Ja tu siempre tan graciosa.

Como decía, es claro que no puedo omitir la belleza de Mark, que, aunque no supera la de Alex, es completamente aceptable. Realmente todos en esta familia son condenadamente hermosos, tienen unos genes muy buenos.

Desvío mi mirada avergonzada y Mark me regala una sonrisa de lo más divertida, ya que todo este tiempo que le estaba echando porras a él y a la familia en general, lo estaba observando, y no de la forma más casual, ¡serás estúpida Savannah!

Una idea de lo más loca pasa por mi cabeza, y sé que mañana voy a arrepentirme. Me acerco donde están Anne y Dylan conversando tranquilamente y sin pensárselo mucho y sin medir mis palabras, suelto la pregunta.

__ ¿Dónde está Alexander? -los dos se voltea hacia mí con expresiones diferentes que me hacen encogerme en mi lugar, Anne con una cara divertida, y la de Dylan está entre divertida y lo otro no lo puedo descifrar.

__ Está en su habitación. - no pasó desapercibida la manera en la que ambos me miran cuando le agradezco a Dylan, y emprendo camino hacia adentro de la casa. Definitivamente el alcohol tiene mucha influencia en mí, porque ni en mis más remotos sueños haría esto estando sobria.

Subo los escalones hasta la última planta, intentando no comerme el suelo y llevarme todos los dientes en el transcurso. La planta en donde se encuentran nuestras habitaciones esta desolada, no es raro para mí, ya que Alex casi siempre sale, y al estar solo nuestras habitaciones en este pasillo, esto siempre es así de desierto, ya estoy más que acostumbrada.

Me planto delante de la puerta prohibida, y pego mis nudillos a la madera de la puerta, dando pequeños pero fuertes toques, y que creen; no recibo respuesta, como la chica atrevida que soy cuando estoy tomada, entro sin darle tantas vueltas.

Solo Tuya©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora