Duality 🎭 L Lawliet

🎭 IX: Junta de la muerte

[12 de Octubre]

– Ryuzaki, Aiber está al teléfono para hablar contigo.

– Pásamelo.

– Ryuzaki, creo que todavía no se fían de mí, pero he conseguido hablar con uno de los ocho haciéndome pasar por Coil. Volveré mañana a Japón.

– Como siempre, un buen trabajo, Aiber.

– Dentro de poco me estarán pidiendo ayuda y querrán que nos conozcamos en persona.

– ...Aiber, mostrarles tu cara supone un enorme riesgo. Por favor, ten mucho cuidado.

– Lo sé muy bien. Pero L, salvaste mi vida, no una vez, sino dos. E incluso ahora, si se te diese por contar lo que sabes de mí, me pasaría el resto de mi vida detrás de unos barrotes...Trabajar para ti me supone una vida mejor, así que correré ese riesgo. Además, sin un poco de peligro, no tendría ni una pizca de emoción. Por cierto, ya tengo los cinco millones de dólares de los de Yotsuba, ¿Qué tal si les doy un falso L para cobrar los otros diez?

– Muy bien. Ya pensaré algo más por mi parte.

– Un falso L para cobrar otros diez...Se nota que es un timador... –sonrió Matsuda, nervioso mientras veía los rostros serios en Light y Soichiro.

– No, todo es parte de la investigación.

– Aiber tiene que ser muy bueno para haber conseguido hacerse pasar por Coil y convencerlos –comentó Light.

– No me hacía mucha gracias que Aiber tuviese carta blanca para usar mi otra identidad, pero ha sido una buena idea, asó que no me voy a quejar.

– Ryuzaki, esta vez es Wedy.

– Muy bien, pásala...

– Adivina qué. Los sistemas de seguridad del edificio de Yotsuba no son nada del otro mundo. Iguales que los de cualquier otro edificio de oficinas japonés o incluso peores... –se quejó.– Lo único que tienen es un servicio de seguridad contratado. Lo único que tuve que hacer para colocar cámaras y micrófonos en esa habitación fue esquivar a los guardias. Ni siquiera había alarmas automáticas.

– ¿Podrías entrar en esa sala de reuniones mañana para instalar un sistema más profesional que le pedí a Watari que trajese?

– Ok.

– ¡Wow...! Todo va de maravilla. Qué nervios... –sonrió Matsuda.

– Tal y como dijiste, Ryuzaki. Puede que el viernes asistamos a algo interesante –sonrió.

– Sí –sonrió.

– Aiber y Wedy son realmente sorprendentes –comentó Tn.

– ¿Verdad? –sonrió Corinna.

[15 de Octubre]

Los miembros del grupo llegaron a aquella oficina y tomaron asiento en sus respectivas sillas alrededor de aquella mesa octagonal.

– Veo que ya estamos todos. Es hora de comenzar...

– Ha empezado mucho más tarde de lo que dijo Matsuda, pero al final han llegado –comentó Light.

– Estoy muy nervioso. A lo mejor por que ha sido gracias a mí que supiésemos lo de estas reuniones –dijo Matsuda.

– A tu metedura de pata, dirás –corrigió L.