El manual de: Dear Me

Cap7: Lluvia

Despertó abrumado por los fuertes golpes en su ventana, pegó un salto y fue directo a la misma ¿seguía dormido? ¿porqué tenía esa clase de sueños? ¿Porqué de nuevo estaba soñando con Jaehyun? Deslizó el cristál totalmente desconcertado.

— ¿q-que qué ocurre? — preguntó aún creyendo que soñaba.

— buena pregunta, te recuerdo que apesar de la ceremonia para Jaehyung, debíamos entregar portafolios — expone el intruso.

— ¡mierda! ¿Qué hora es?

— son casi las siete.

— si pido un, un t-taxi sí llego.

— hey, espabilate — le responde chasqueando los dedos — Siete de la tarde, no fuiste a clases, no te ví en la parada de autobus así que interpelé a tus amigos y proclamaron que tal vez te llevaría tu madre, al final no llegaste ¿estás bien? Jamás faltas.

Oh se lamentaba por faltar y justo en día de entrega de portafolios, ignoraba a la persona en su habitación, estaba aún despertando.

— ¿qué v-voy a, a hacer?

— distente, dije que entregaron un justificante en dirección, que enfermaste por la lluvia, podrás consagrar tus trabajos mañana.

Sehun le miraba desconcertado. Jaehyun estaba haciendole un favor luego del incidente en la dirección, nada parecía tener sentido, entonces captó que era un sueño, Jung había entrado por la ventana pero ¿porqué si era un sueño aquel hablaba fluídamente? Eran palabras desconocidas para el pelinegro.

— mis sueños son una mierda.

— eso no me atañe, pero ¿puedo salir por tu puerta? Encaramé por el àrbol para incumbir por tu ajimez porque no atendías cuando timbré.

— ¿estoy despierto?

— mañana dirás que enfermaste por la lluvia y tu madre habló con nosotros, ya está supeditado ¿me acompañas? No conozco tu casa — menciona señalando a la planta baja.

— ah, sí.

Ambos bajaron las escaleras en silencio, Oh abrió la puerta y el castaño salió sin despedirse. Su actitud tan errática como siempre.

Cerró y se frotó los parpados, cayendo en cuenta de lo que estaba pasando. Jaehyun ¿se había preocupado por él? Giró su vista hacia el suelo y miró una nota, la recogió; era de Chanyeol y Jongdae.

¿Está todo bien? No fuiste a clases y los profesores dijeron que habías enfermado, cuando vuelvas a casa llamanos.

Subió a su habitación y revisó su celular: 20 mensajes y 16 llamadas de Chanyeol, 3 llamadas de Jongdae, 1 mensaje de su madre y 4 de LùHán.

Los repasó todos de manera apesadumbrada mientras cerraba la ventana, observando fijamente el crepúsculo y hechando un vistazo a la casa de enfrente.

Debía ducharse y comer algo, su dolor abdominal estaba insoportable.

🍑 🍑 🍑

Se despertó un poco más temprano de lo habitual, no se sentía comodo últimamente con ciertos sucesos o tal vez estaba sensible por las noticias, atando cabos entre lo ocurrido en el colegio y la expresión de su vecino tomó la desicion de no dejarle solo, el martes había estado quieto sin pelear y justo ahora detectaba un tartamudeo inusual. Desde que se enteró que practicamente vivía abandonado, había adoptado el habito de espiar por la ventana cada cierto tiempo, cambiando su escritorio cerca de ella, quizas cada media hora al menos, esa tarde cogió el valor de cruzar la acera y timbrar, al no recibir respuesta, trepó hasta la segunda planta, la expresión en el rostro del chico aquel no era buena, tal vez no era mentira, quizá había acertado y sí estaba enfermo.