12: Romper El Hielo

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Apesar de haberse acostado pasada la media noche, apenas marcaron las 5:00 am y ya se encontraba despierto, se levantó directo al baño, lavó la ducha con cepillo y jabón antes de tomar un baño, al salir se cambió con lo primero que encontró, jeans ajustados, suéter de cuello y un cardigan, ropa interior incluídos calcetines, todo en color negro. Bajó al cuarto de lavado y recogió las prendas lavadas la noche anterior, estaban perfectamente planchadas y dobladas.

Se dirigió a su recámara para girar de nuevo el colchón y lavarlo tendiendo solo la mitad de la cama y dejando la otra mitad orearse, abrió la ventana para ventilar y comenzó a escoger el outfit para el alta de Sehun. Ya que la mañana estaba demasiado fria y a considerar que seguro estaría bajo en defensas tomó un suéter rosa palido y el hoddie guinda con el emblema words don't fight que él mismo había usado apenas ayer pues era muy calida en su interior, tambien llevó consigo una chamarra, unos pantalones de chandal en negro, super comodos y ropa interior, los llevó en su bolso tipo velez y se marchó directo a la estación, esta vez iría en metro para económizar.

8:30 am y ya se encontraba en la clínica para sacar de ahí a su vecino, el doctor Wu le saludó a lo lejos señalandole que estaba ocupado, fue el doctor Kim quien se encargó del alta lo cual sucedió pasado el medio día.

Para hacer algo de tiempo se paseó por el barrio, no era la gran cosa, locales y un mercado, era algo así como a donde acude la clase baja de la ciudad, un lugar con ofertas y artículos baratos pero atractivos.

Aún así eso no le impidió entretenerse y comprar algunas cosas que le parecieron lindas así como hacerse de un desayuno callejero al estilo coreano.

Al volver le entregaron la ropa que el menor llevó el día previo, aún olía a B&B Cosmetics de rosas y bebé, su suavisante de telas favorito.

Le miró venir, lucía moribundo, más pálido que de costumbre, ojeroso, labios descoloridos y la mirada perdida, era como si un chamán se hubiese robado su alma mientras dormía. Pesadumbre le invadió, notó que aquel le evadía la mirada pero nisiquiera buscaba pelear. Salieron juntos y subieron directamente al taxi, el camino fue en total silencio, bajaron del auto y Oh se sintió ridiculizado ante la necedad del castaño por llevarle cargando en lugar de solo usarlo como apoyo.

Ingresó la clave de entrada y le pidió lo dejase en el sillón de la sala, siendo esta una sugerencia para que no avanzara más dentro de la morada. Como si de su propio hogar se tratara Jung cerró la puerta, encendió el televisor y fue directo a la cocina.

— el doctor Kim estuvó glosando lo que debes comer.

— largate de mi casa — pronunció el pelinegro.

Jaehyun respiró profundo intentando mantener la calma, se hizo el cabello hacia atras y sin ignorarle fue hasta la sala y se hincó ante el recién operado.

— aún falta preparar el caldo y subirte, te prometo que luego me iré.

— solo necesito dormir, gracias pero ya puedes irte.

— comprendo que no soy a quien codicias aquí, tu madre permaneció hasta tarde contigo, casí la sacaron a jalones sus partidarios y Chanyeol tambien te visitó.

El otro le miraba horrorizado.

— ¿lo saben? ¿Cómo pudíste? — menciona mientras aprieta sus puños conteniendo las lagrimas y las ganas de soltarle un golpe.

— proclamé que te arrolló un auto, no mentí, esa es mi deducción — contesta con una tímida sonrisa, pasandole el cabello hacia atras mientras le acaricia ligeramente el rostro.

No tenía idea sobre que hablar con él para romper el hielo, que terminos usar considerando que todo el tiempo agregaba que no le entendía, era obvio que no simpatizaban pero seguirle el juego no era una opción en esas circunstancias, si el otro quería pelear no le seguiría la corriente, intentaría atribuirlo al trauma post operatorio y al choque emocional tras lo vivído, incluso para él resultaba terrorifico, imaginaba como se podía sentir la victima.

El manual de: Dear MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora