Mi hijo lloraba cada vez que pasábamos por la puerta del hospital. Era un llanto desgarrador que solamente se calmaba cuando nos alejábamos de ahí.
Nunca supe por qué lo hacía, hasta que el otro día, al ver que nos acercábamos al lugar, me dijo.
-Mami, no pasemos por el hospital. Ahí fue donde morí.
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Pequeños Relatos Para Leer en la Oscuridad
HorrorUna recopilación de relatos muy cortos, pero no por eso menos terroríficos. Ideales para leer antes de dormir.