Llegó muy ilusionado a la mueblería. Aunque la mudanza lo tenía cansado, la idea de conseguir muebles nuevos lo entusiasmaba más de la cuenta.
Miró detalladamente cada sillón y mesa que encontró. Tenían un estilo rústico que él no acostumbraba a usar, pero que le llamaba tanto la atención que le hacía pensar en empezar a hacerlo.
Por desgracia para él, no se fijó en aquella lámpara amarilla. De haberlo hecho, de haber notado que estaba hecha de huesos y piel humana, quizás, podría haber escapado a tiempo.
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Pequeños Relatos Para Leer en la Oscuridad
HorrorUna recopilación de relatos muy cortos, pero no por eso menos terroríficos. Ideales para leer antes de dormir.