9: Nueva mucama

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Narrador:

Después de aquella junta entre duques y otros titulares de la nobleza, Terry tuvo que volver al colegio, dejando a ________ con un inexplicable vacío en su corazón. No entendía cómo era que su ser se sentía con una gran necesidad de estar con él, así que decidió invertir todo su tiempo en su trabajo, o de lo contrario con la ausencia de Terry sus días serían sempiternos.

Morwenna no era una mujer que se encontrara satisfecha con absolutamente nada, siempre había algo por qué pelear, felicidades que matar y alegrías que aniquilar. Ella no quería que nadie fuera feliz, pues aunque ella tenía todo para serlo, en su corazón había maldad pura. En su afán por arruinar la vida de quienes la rodeaban, encontró a un nuevo blanco con el que se iba a divertir un buen rato, y para su suerte contaba con el apoyo de sus hijos.

Habían pasado seis días desde el último encuentro entre Terry y ________, pronto sería el comienzo de las vacaciones así como el cumpleaños de ________ que ni siquiera le ponía atención a la fecha. La pelinegra se pasaba los días ayudando en la cocina o en el jardín donde era feliz junto con Marina que se había hecho su buena amiga. Aunque sentía lástima por las pobres mucamas que siempre estaban tan tensas por culpa de "las diablas", como ellos nombraban a Quirina y Paladia. Milán no se quedaba atrás, pero el casi nunca estaba en la casa, se la mantenía con sus amigos o sitios de entretenimiento.

-¡_______! -gritó la agitada voz de una mucama, entrando a la cocina donde estaba la chica con otras preparando la comida.

-¿Qué pasa Cathlyn? -preguntó, comenzando a tensarle el silencio en la joven y la mirada de lástima que esta le dirigía.

-La duquesa Morwenna ordenó que ahora te encargues totalmente de las señoritas Paladia y Quirina...

-¡¿De las diablas?! -interrumpió Marina abriendo sus ojos como plato, ________ ni siquiera sabía que decir, sabía muy bien que no la toleraban en absoluto, y tenía muy en claro que no podía darse el lujo de perder otro trabajo por defenderse.

-No puedo negarme, si eso quieren, eso será lo que voy a hacer -respondió ocultando su nerviosismo mientras subía a las escaleras, las señoritas la querían ver en la habitación de una de ellas.

Tocó suavemente la puerta blanca. Rogaba que fueran por lo menos un poco amables con ella, pero estas no tenían ni la más pequeña pizca de interés en ser buenas con ella, y debían seguir las reglas de su madre. Abrieron la puerta y ________ con su permiso entró, poniéndose de pie al medio del enorme dormitorio. Las dos eran más altas que ella y un año mayor. Ambas se colocaron cada una a su lado izquierdo y derecho. Sabía que estaba prohibido mirarlas a los ojos, y por ende decidió perder su mirada fija al frente.

-Vas a ser nuestra nueva criada _______, y más vale que seas obediente o si no te irá muy mal -se burló Paladia jalando con fuerza un mechón del cabello de la americana, lo que hizo que su cabeza se inclinará hacia este lado. Se limitó a asentir tímidamente.

-Y ve entendiendo de una vez, que cuando el bastardo de nuestro hermanastro no esté, podemos hacer lo que queramos contigo, y tú tienes que aceptar -gruñó Quirina dando desde su lado un jalón de pelo el doblemente de fuerte que el anterior.

-Sí, señoritas -fue su corta respuesta. Odiaba no poder ponerlas en su lugar.

-Hermanas... -se escuchó la voz de Milán que venía de llegada, entró a la habitación sin tocar, pero se quedó en silencio al contemplar que _______ estaba allí. Le gustaba, y no le importaba lo que dijeran su madre o hermanas, iba a ser de él sólo porque así lo quería.- así que es verdad que ahora estás como mucama de mis hermanitas.

-Como lo ves, ya podemos hacer y deshacer con ésta lo que deseemos, mamá nos dio permiso.

-Siendo así, yo quiero estrenarla y lo voy a hacer -________ miraba con pánico como Milán se acercaba a ella con perversidad.

Primaveras en Diciembre (INCOMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora