Primaveras en Diciembre (INCOMPLETA)

11: Obsequiando momentos

Narrador:

Después de ese beso entre ________ y Terry, se auto declararon algo así como novios, pero debían ser lo más discretos posibles, ya que aún no creían fuera conveniente o bien visto para los demás que en apenas un mes y algunas semanas el par de tortolitos ya se hubieran enamorado. No era una cuestión de tiempo, sino de amor y estar con la persona correcta pero lamentablemente muchos no entenderían eso, y Terry sabía muy bien que la que recibiría las críticas sería ________ así que no quería hacer nada que la perjudicara. Aunque en un comienzo Terry no quería ni separarse de ella, comprendió que ella tenía obligaciones, y aunque no las tuviera debía darle su privacidad, estaban comenzando y debían comprender todos esos aspectos.

Las visitas de Hassen eran cada vez más frecuentes, y desde aquella ocasión en que ________ ayudó a ambos duques la chica empezó a sentir más confianza en aquellos hombres que realmente la estimaban. Los dos eran hombres faltos de cariño, y la sola presencia y hermosa sonrisa de ________ los hacía sentir tranquilos. Hassen temía que dicha confianza creada entre él y la americana se pudiera prestar a malos entendidos por la sociedad, pero sus intenciones eran totalmente sinceras y benéficas hacía ella.

Terry solía estar presente en las reuniones de ambos duques, pues desde aquella ocasión descubrió que le gustaba saber más sobre la administración del ducado, aquel que por mucho tiempo rechazó rotundamente y ahora, quería aprender más sobre el por su propia cuenta.

Era el 11 de julio, sólo un día faltaban ya para el cumpleaños de _________ y se sentía feliz de que no estaría sola a como en años anteriores. Por fin había alguien más a parte de ella.
Era una tranquila mañana. _________ debía limpiar las habitaciones y con un balde de agua junto unas esponjas se dirigió a las habitaciones. Entró primero a la de Quirina y dejando a un lado la cubeta, recogió toda la ropa que había regada en el piso y los muebles, colocándola en un canasto de mimbre para después lavarla. Se preguntaba dónde estarían las diablas. Después de recoger por completo el de Quirina, entró al cuarto de Paladia y comenzó a fregar el piso tarareando una canción que, esperaba Terry la escuchara, pues su habitación estaba a un lado de ahí.

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Al escuchar por a través de la pared, la melodiosa y suave voz de ________ Terry sentía unas inmensas ganas de correr y estar a su lado, pero debía contenerse o sus impulsos le jugarían malas pasadas. Mejor, comenzó a tocar el piano que había en su alcoba, ajustando la melodía con el ritmo de ________. El lindo momento se rompió, cuando abrieron bruscamente la puerta y ________ de inmediato paró su canto. Cuando la pelinegra observó que Paladia y Quirina habían estado jugando por así decirlo en el jardín y entraron a la recámara ya casi terminada la doncella sintió que las mataría ahí mismo, pues apenas había acabado y las diablas entraron con los zapatos llenos de lodo ensuciando el brillante piso.

-Limpias muy bonito criada, por eso queremos que lo hagas otra vez. -se burló una de ellas. _______ nunca se había sentido tan molesta como ahora, tal vez era que se estaba quedando sin paciencia.

-No lo haré, acababa de hacerlo y no lo voy a hacer de nuevo sólo por su capricho -reclamó de pie, pero observó en aquellos feos rostros una mirada cómplice que no le agradaba nada. Les dio la espalda a punto de marcharse, cuando escuchó un sonido de unas tijeras muy cerca de ella.

-¿¡Qué les pasa!? -dijo casi gritando al girarse y ver un largo mechón de su cabello en el suelo, tocando su cabeza asustada.

-Tú estás aquí para obedecernos en todo lo que nosotras digamos, y cada vez que no lo hagas... Arriésgate a las consecuencias. -contestó Paladia con tanta fuerza en sus palabras, que ________ sintió temor.